domingo, 10 de agosto de 2014

Los diputados quieren más bonos millonarios

Tras la aprobación de las leyes secundarias de las reformas estructurales, los diputados buscan otro millonario bono de gratificación que, de aceptarse la propuesta del Comité de Administración de la LXII Legislatura por 500 millones de pesos para 2015, los convertiría en los mejor pagados de todos los tiempos aun sin hacer nada sustantivo por la nación. Ricardo Monreal, coordinador del partido Movimiento Ciudadano, lamenta que sus pares hayan renunciado a ejercer su trabajo y estén sometidos al Poder Ejecutivo. De paso cuenta sus peripecias para regresar el malhadado dinero que le depositaron a su fracción parlamentaria.
10 agosto 2014 | Jesusa Cervantes | Proceso
Los diputados federales podrían recibir una gratificación por “desempeño legislativo”, según el anteproyecto de presupuesto de 2015, actualmente en manos del Comité de Administración de la Cámara de Diputados y consultado por Proceso, por lo que presuntamente buscan una partida extraordinaria de 500 millones de pesos.

De aprobarse, esos recursos se sumarán a las subvenciones extraordinarias por 56 millones 568 mil pesos recibidas este año por los coordinadores parlamentarios, así como a los 15 millones que Ricardo Monreal Ávila, coordinador del partido Movimiento Ciudadano (MC), regresó a la Tesorería de la Federación después de múltiples intentos.

“El poder corruptor del dinero y el del sistema político mexicano” lograron que el Ejecutivo doblara al Legislativo en la aprobación de las reformas peñanietistas, comentó Monreal al referirse al caudal de dinero que circula en el Palacio Legislativo de San Lázaro por concepto de subvenciones extraordinarias, de las cuales la cabeza de cada grupo parlamentario no está obligada a justificar el 70%.

Y si cada “reforma estructural” –laboral, fiscal, educativa, de telecomunicaciones y energética– coincidió con la autorización de recursos que van de 150 mil a 300 mil pesos por diputado en promedio, ahora se pretende gratificar su “desempeño legislativo” con un bono adicional de 500 millones de pesos; es decir, correspondería un millón a cada legislador.

Sobre las “subvenciones extraordinarias”, Monreal insiste: “El daño que han causado (los diputados) al país no es proporcional a todo el dinero que les pudieran haber distribuido”.

El coordinador parlamentario, quien el 14 de julio mostró a Proceso los documentos acerca de una partida de 12 millones de pesos y el viernes 1, en plena discusión de la reforma energética, dio cuenta del último ingreso a las arcas de MC –3 millones de pesos–, habla de “un poder corruptor sin límites del gobierno” ante un “Congreso pusilánime” postrado a sus pies.

A ese dinero, entregado en pleno proceso de aprobación, se suma un hecho sin precedentes: la partida de 500 millones de pesos bajo el concepto de “desempeño legislativo”, incluida en el Anteproyecto de Presupuesto de Egresos 2015, que en la reunión del jueves 7 en el Comité de Administración aún estaba prevista.

La sumisión

Hasta el cierre de edición, el Comité de Administración de la Cámara de Diputados –presidido este año por el PRD; en 2013 lo encabezó el PAN, y para 2015 lo hará al PRI– había recibido cuatro versiones del citado anteproyecto.

Varios de los integrantes del comité calificaron de “absurda” la cifra del bono especial de final de la actual legislatura, aunque las decisiones se toman por mayoría de votos, por lo cual basta que alguno de los tres partidos mayoritarios –PRI, PAN y PRD– se alíe con otro para lograr la autorización del dinero, pues el presidente en turno no cuenta con voto definitivo.

Una de las últimas versiones del documento alude a un presupuesto total por 8 mil millones de pesos para 2015 –el de este año es de 6 mil 796 millones de pesos en cifras cerradas–; en otras palabras, los diputados pretenden aumentarse 30% del dinero de los mexicanos.

En la primera versión se mencionaba un aumento de 34%, en la segunda se redujo a 33%, en la tercera de 32%, y en la cuarta de 30%.

“Ayer (jueves) hubo reunión del comité para ver el presupuesto y la instrucción es que se vuelvan a hacer corridas y sólo se mantenga lo imprescindible. De los 500 millones se comentó que era un absurdo, pero habrá que ver cómo se vota”, dice un integrante de esa instancia legislativa que prefiere el anonimato.

Existen otras cifras, algunas estratosféricas; otras irrisorias. Se pretende, por ejemplo, dejar a la Cámara de Diputados prácticamente con las arcas vacías con un fondo de apenas 150 millones de pesos.

Y así como se incluye una partida de 4 mil millones para liquidaciones, también hay una según la cual la Dirección de Servicios Generales, cuyo presupuesto supera los 200 millones de pesos, pide ahora mil 500 millones de pesos.

Esa posición le corresponde al PRD y en ella está el arquitecto Ubaldo Veloz, quien tiene parentesco político con el diputado Luis Espinosa Cházaro, alineado con la corriente política de Nueva Izquierda.

En entrevista, Monreal Ávila comenta que la Cámara de Diputados funciona “de manera irregular” en esta legislatura. Su administración, expone, “se rige por cuotas, que se reparten entre los grandes partidos: PRI, PAN y PRD. En los puestos más importantes están los incondicionales del coordinador parlamentario.

“Un órgano de Estado, bajo estos criterios, no puede funcionar. Sostengo que la cámara ha renunciado a ser un órgano de control y equilibrador de las funciones del Estado. No es un contrapeso real y la teoría de la división de poderes no existe en los hechos.”

Las tres posiciones más importantes en materia administra, entre ellas, la Secretaría General, que tiene el PRI; la encabeza Mauricio Farah Gebara, el exoficial mayor de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y cercano al coordinador priista Manlio Fabio Beltrones.

Le siguen tres áreas repartidas entre los tres principales partidos: la Jurídica, que tiene el PAN, y dos secretarías generales –la de Servicios Administrativos y Financieros–, que opera el PRI y cuyo titular es Francisco de Jesús de Silva Ruiz, otro personaje vinculado a Beltrones; y la de Servicios Parlamentarios, que tiene el PRD.

La más importante y ejecutora de los recursos financieros es la de Servicios Administrativos, conformada por cinco direcciones: dos las controla el PRI; otra el PRD, donde está Veloz, y dos más en poder del PAN.

De esas direcciones, la más importante es la de Finanzas, a cargo de Francisco Miguel Jiménez Llanes, afín al PRI. Es probable que de ahí hayan salido las subvenciones extraordinarias para los grupos parlamentarios, así como la del 30 de julio por 3 millones de pesos que se depositó a MC, y los poco más de 10 millones para el PRD. Esta última cifra la reportó El Universal el viernes 8.

Proceso intentó contactar al administrador del PRD, Fernando Zárate, desde el 31 de julio para conversar sobre el tema. Hasta el cierre de edición no había contestado las llamadas.

La segunda, la de Presupuesto y Contabilidad –también controlada por el PRI– es dirigida por Alejandro Somuano Ventura. De esa oficina salió el anteproyecto de presupuesto para 2015 –incluidos los 500 millones de pesos por “desempeño legislativo”– y se confeccionó a partir de las peticiones que hizo cada dirección y cada grupo parlamentario.

Tramitología

El otro órgano importante de la Cámara de Diputados es el Comité de Administración. En él participan los coordinadores parlamentarios y lo preside Guillermo Sánchez Torres, del PRD, partido que encabeza la Junta de Coordinación Política (Jucopo). En 2013 el cargo lo tuvo José Martín López Cisneros.

El 31 de julio, luego de que Proceso publicó el texto A los diputados bien portados, escandalosos bonos ‘especiales’, y ya con la certeza de los 3 millones de pesos entregados a MC por concepto de “subvenciones extraordinarias”, la reportera entrevistó por teléfono al presidente del comité para que aclarara el porqué de la entrega de todas las ministraciones por dicho concepto.

Sánchez Torres respondió que no recordaba, por lo que buscaría al secretario técnico del comité para que localizara el acuerdo por el cual se determinó entregarlas desde noviembre de 2012. Hasta el viernes 8 no había encontrado el documento.

El miércoles 6, cuanto Proceso supo del cheque de 3 millones de pesos entregado a MC el 30 de julio último, la reportera volvió a entrevistar a Sánchez Torres. El perredista contestó que no había ningún recurso destinado a los grupos parlamentarios.

–¿Seguro que la semana pasada no se entregaron subvenciones extraordinarias o algún diputado le pidió un adelanto de las mismas? –insistió la reportera.

–Seguro. No se dan adelantos. En el PRD, cuando tuvimos que remodelar las oficinas en 2012, por ejemplo, pedimos un adelanto de las subvenciones extraordinarias y nos respondieron que no se podían dar, así que la pagamos con otros recursos.

–Haga memoria para saber si la semana pasada no entregaron subvención extra…

–No se han dado, y menos la semana pasada porque se vería como pago a la discusión de la reforma energética.

Sánchez Torres comentó también que no se dan “adelantos” porque los montos son inciertos.

Una vez que Monreal Ávila hizo pública la devolución de los 15 millones de pesos –incluidos los 3 millones depositados el 30 de julio a nombre del MC–, justo en plena discusión de la reforma energética, Sánchez Torres emitió un comunicado en el cual negó que se tratara de “un bono con motivo de la discusión de la reforma energética” y que los recursos provinieran del gobierno federal.

Es inexacto “que dicho recurso le fue dado a esta cámara por el gobierno federal para el pago de bonos”. Y añadió: Los acuerdos del comité para aprobar las “subvenciones” son firmados por todos los grupos parlamentarios, incluido el MC.

Según él, Monreal sí conoce el propósito de las subvenciones extraordinarias, pues, dice, “fueron los (recursos) presupuestados para la cámara en 2014”. No obstante, Sánchez Torres nunca encontró el acuerdo sobre las subvenciones, aprobado cuando el PAN estaba al frente del comité. “Cuando llegamos no encontramos ningún acuerdo; nos dejaron sin nada”, comentó otro integrante de esa instancia legislativa.

En el oficio entregado por Monreal a la Tesorería de la Federación –el cual acompañó con un cheque de caja por 15 millones de pesos–, el coordinador del MC describe que los recursos en la cuenta de su fracción no especifican “el propósito y destino de dicho monto”.

Las presiones

Durante la entrevista con Proceso, Monreal detalla que la primera cantidad –7 millones– le llegó el 15 de octubre de 2013, en el periodo ordinario en el cual se habían aprobado la reforma fiscal, el presupuesto de egresos y la reforma financiera.

Dos días después, relata, intentó regresar el dinero a la secretaria general de la cámara, pero no se lo aceptaron. El 20 de marzo de 2014 el MC recibió otro depósito por 5 millones. El 14 de abril, cuando intentó regresarlo mediante otro oficio, tampoco pudo hacerlo. El 9 de mayo pasado envió un oficio más, que también fue rechazado.

En la Tesorería de la Federación le dijeron que “eran subvenciones extraordinarias y que esos recursos podrían emplearse por el coordinador o darle el destino que quisiera”; que podían ser ejercidos “a discreción de cada coordinador parlamentario”.

El 30 de julio, en plena discusión de la reforma, la encargada de las finanzas de MC se acercó a la curul de Monreal para informarle que había un nuevo depósito de 3 millones de pesos. El legislador le dijo que no tocara ese dinero.

Al día siguiente, narra el entrevistado, redactó un oficio y firmó un cheque de caja para la Tesorería por los 15 millones de pesos, lo que tampoco procedió porque, según le respondió la dependencia, ese recurso “es inédito”. Nadie, le comentaron, ha regresado dinero; incluso le pidieron tiempo para “recibir instrucciones de arriba”.

El viernes 1, en el cierre de la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética, el MC acudió nuevamente a la Tesorería a devolver el dinero; tampoco se lo recibieron. El lunes 4, cuando lo una vez más, le pidieron que, por favor, “modificara la redacción”. Monreal aceptó y pidió que quedara constancia de que el dinero ya no estaba en poder del MC.

Monreal comenta que la crisis económica que vive el país, la pobreza y la falta de trabajo hacen indigno recibir dinero por la labor legislativa que ya se les paga con subvenciones ordinarias y otras prebendas. “No se nos puede tratar como una casta privilegiada”, exclama.