sábado, 9 de agosto de 2014

Gómez Urrutia: el gobierno ya no sabe qué inventar para impedir mi regreso a México

Es impensable que la Interpol emita una nueva ficha roja en mi contra, asegura
Me han acusado 11 veces; entonces, si eso no es persecución política, qué es, cuestiona el líder minero
Carlos Fernández-Vega | Periódico La Jornada | Sábado 9 de agosto de 2014, p. 13
FotoEnterado de que la Procuraduría General de la República (PGR) difunde la versión sobre una presunta nueva ficha roja de Interpol en su contra, el dirigente nacional de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, comentó que el gobierno mexicano “ya no sabe qué inventar con tal de impedir mi regreso al país: primero fue la ‘nueva” orden de aprehensión, poco después la ‘inminente’ extradición de Canadá, y ahora ésto”.
El dirigente indicó que la PGR parece olvidar que en febrero pasado la propia Interpol revocó la ficha roja en mi contra, tras documentar las mentiras utilizadas por el gobierno mexicano para justificar la persecución política; ignora que esa decisión equivale a que un tribunal internacional condenó la actitud del gobierno por violatoria de la legalidad y de los derechos humanos. Tal decisión desnudó el fondo del asunto.

En entrevista con La Jornada, Gómez Urrutia subrayó que es algo impensable que la Interpol conceda una nueva ficha roja, porque esa institución expresamente ya condenó al gobierno mexicano por mentir, por utilizar documentación falsa, ya desechada, y por acusaciones sin sustento legal, que sólo tenían un objetivo: justificar el embate político contra el sindicato y su dirigente. Sería muy raro que de repente cambiara de opinión. Lo anterior, dijo, independientemente de que he sido totalmente absuelto de los supuestos delitos que me imputaron.


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Un gobierno que no respeta el estado de derecho va al fracaso y a la inestabilidad social, asegura el dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia. La imagen, en diciembre de 2003. Foto: María Luisa Severiano



El grave problema para el país, advirtió Gómez Urrutia, es que “en México el cinismo ya se volvió ley; algunos funcionarios ya se acostumbraron a violar la Constitución, y más en la PGR. Hemos ganando 11 veces en distintos tribunales; sus acusaciones han sido desechadas por falsas, y la última acusación, la misma, la han presentado cinco o seis veces, violando mis derechos humanos y el principio jurídico de que no se puede acusar a nadie dos veces por lo mismo.

“A mí me han acusado –agregó– 11 veces. Entonces, si eso no es persecución política, qué es. Un gobierno que no respeta el estado de derecho va al fracaso y a la inestabilidad social”.

En abril pasiado, la subprocuradora jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR, Mariana Benítez Tiburcio, aseguró haber presentado una solicitud de ficha roja en contra del dirigente minero, y una petición de extradición al gobierno canadiense. Pero, ¿qué documentaron los abogados de Gómez Urrutia? “Que en materia de Interpol, la subprocuradora mintió, por no ser cierto el acto relacionado con la corporación policial internacional y la ficha roja, y que no estaba haciendo gestiones.

En materia de extradición, sí la había solicitado, y por tanto exhibió copias de 2004, es decir, de 10 años atrás, respecto de órdenes de aprehensión incluso canceladas. Ella misma desmintió sus propias declaraciones ante un juez de amparo. Pero ahora, anotó Gómez Urrutia, asegura que ya le concedieron la ficha roja.

En cuanto a la supuesta petición que el gobierno ha hecho a su par canadiense para solicitar la extradición, dice no conocer si procedió o no, pero de cualquier suerte es un asunto desechado: Canadá nunca caerá en el juego de un país que manipula la justicia, que la politiza y que con ella persigue a sus enemigos. Canadá tiene fama internacional de ser un país respetuoso de la ley y de los derechos humanos, y no de dicho, sino de hecho.

¿Cuál es el fondo de todo esto?, se le preguntó al dirigente minero, quien respondió: el próximo lunes inicia sus trabajos la convención de United Steelworkers, en Las Vegas. Yo tengo una participación destacada en ella, y los barones y sus serviles funcionarios creen que me sería muy fácil pasarme a México. Entonces, están intimidando. Quieren influir para que los estadunidenses no me dejen entrar. Están asustados; tienen terror a mi presencia en México de nuevo. Es tal la madeja de intereses y de corrupción, que les da pavor que me acerque, y encuentran a los funcionarios para este juego perverso.

Fuente: La Jornada