lunes, 7 de abril de 2014

La corrupción empresarial quebró a Mexicana, opina

El Correo Ilustrado-La Jornada
El señor Juan Carlos Rivera, del Tecnológico de Monterrey, afirmó ayer, entre otras cosas, que en la quiebra de Mexicana de Aviación la parte sindical no tuvo la suficiente flexibilidad, aseverando textualmente que, por el contrario, los trabajadores en todo momento se mantuvieron en su posición de queremos los mismos sueldos, más prestaciones, más sueldos caídos, más esto y lo otro, cuando gran parte de la enfermedad financiera de Mexicana fue creada por las prestaciones insostenibles que tenían hacia el sindicato.
Estas afirmaciones del experto Rivera reflejan, además de desconocimiento del fondo del conflicto, la posición parcial que asumió el Poder Judicial, y repiten el mismo argumento trillado de los funcionarios gubernamentales que, como sucedió con la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), atribuían al contrato colectivo de trabajo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) la supuesta inviabilidad de esa empresa pública. En el caso de los salarios de los trabajadores del SME, éstos eran en promedio, según datos oficiales, de $220 pesos diarios, lo que constituía un salario suficiente sólo para adquirir alimentos, por lo que no impactaban negativamente a las finanzas de LFC.

De igual manera, hoy los salarios y prestaciones de los trabajadores de Mexicana nada tienen que ver con la quiebra de esta empresa, sino el causante de este suceso es la corrupción de empresarios que, como Gastón Azcárraga, se han enriquecido al amparo de las privatizaciones, de las casi mil empresas privatizadas y mal administradas a partir de 1982 en nuestro país.

David Miranda Pérez

Fuente: La Jornada