Misiva de 90 personalidades a gobernadores de Puebla y Morelos
Martín Hernández Alcántara | La Jornada de Oriente | Periódico La Jornada | Lunes 28 de abril de 2014, p. 45
Puebla, Pueb., 25 de abril.- El encarcelamiento de tres ambientalistas y el acoso que padece un académico
de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) motivaron que 90 intelectuales de
México y otros países, amén de 80 organizaciones, emitieran una carta abierta en
la que exigieron a los gobernadores de Puebla y Morelos, Rafael Moreno Valle y
Graco Ramírez, que cese la represión hacia los opositores al Proyecto Integral
Morelos y al Arco Poniente, en la entidad poblana.
Entre las personalidades que exigen que no se criminalice la protesta destaca
el lingüista Noam Chomsky y el escritor Eduardo Galeano.
En la carta exigen la libertad inmediata e incondicional de la comisaria
ejidal de San Felipe Xonacayucan, Enedina Rosas Vélez, detenida el pasado 6 de
abril; de Juan Carlos Flores Solís, vocero del Frente de Pueblos en Defensa del
Agua y la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala; de Abraham Cordero Calderón,
aprehendido el 8 de abril, integrante del Frente Campesino de Ejidatarios y
Pequeños Propietarios del Valle de Texmelucan y Sierra Nevada,
toda vez que fueron detenciones ilegales y motivadas por asuntos políticos.
También exigen que cesen las intimidaciones en contra de Avelino Velázquez Tapia, comisario de Bienes Comunales de San Juan Amecac, quien tiene una orden de aprehensión en su contra, y de Ricardo Pérez Avilés, profesor investigador del departamento Universitario de Desarrollo Sustentable del Instituto de Ciencias de la Universidad de Puebla, a cuya familia amenazó un grupo de sujetos armados en su domicilio.
Demandaron que no se acose más al estudiante de sociología y asistente del doctor Pérez Avilés, Alberto Melchor Montero, y al abogado Raúl Rodríguez, defensor de Abraham Cordero Calderón. Asimismo, pidieron un
alto a la represión y a las detenciones ilegales motivadas por asuntos políticos, así como a la criminalización de la protesta social.
Fuente: La Jornada