México SA-Carlos Fernández-Vega
La Procuraduría General de la República (PGR) vuelve a sorprender a
propios y extraños con los resultados de sus investigaciones. Lo ha hecho, para
mal, desde luego, en una de sus más recientes indagatorias, que en realidad es
bastante añeja: la relativa al caso de Gastón Azcárraga y el cochinero en
Mexicana de Aviación, en la que sobresale su lento accionar (finalmente el
acusado tuvo tiempo más que suficiente para
desaparecercómodamente), por decirlo suave.
En su edición de ayer, La Jornada publica la siguiente información,
bajo la firma de Gustavo Castillo: “la investigación de la Unidad Especializada
en Análisis Financiero de la PGR determinó que el ex presidente del consejo de
administración de Grupo Posadas transfirió a personas físicas y diversas
empresas –algunas de ellas del propio grupo hotelero– las acciones” de Mexicana
de Aviación.
“Asimismo, creó un fideicomiso para un ‘plan de remuneraciones para empleados
del Grupo Mexicana’”. Para ello sacó 198 millones de pesos de la compañía y
luego, con los recursos de ese fondo, se compraron acciones a la empresa
Administradora Profesional de Hoteles (subsidiaria de Grupo Posadas) y, de los
197 millones 971 pesos que se pagaron, 110 millones 700 mil se depositaron en
una cuenta a nombre de Grupo Posadas.
“La indagatoria que fue consignada ante un juez federal, y que permitió que
se librara una orden de aprehensión contra Gastón Azcárraga el pasado 19 de
febrero, refiere que la PGR constató que en diciembre de 2005 Cintra –empresa
que controlaba Mexicana y Aeroméxico– vendió a Grupo Posadas 95 por ciento de
las acciones de Grupo Mexicana por 165 millones de dólares, y que ese mismo día
el grupo hotelero vendió 65 por ciento de las acciones a personas físicas y
diversas empresas, entre ellas la compañía Administradora Profesional de
Hoteles, subsidiaria de Posadas.”
El quid es que con base en la citada información, la PGR pudo
consignar su indagatoria ante un juez federal y obtener una orden de aprehensión
en contra de Gastón Azcárraga. Ese es el punto que lleva a concluir que si la
procuración de justicia depende de la velocidad y el profesionalismo de la PGR,
entonces México está frito.
¿Por qué? Bueno, porque la información contenida en la
indagatoriaque permitió librar la orden de aprehensión de Gastón Azcárraga forma parte y se hizo pública en el informe anual del Grupo Pasadas correspondiente a ¡¡¡2005!!!, y los nombre de los empresarios a quienes este corporativo
transfirióbuena parte de las acciones de Mexicanas de Aviación se conocieron por publicaciones periodísticas desde cuando menos ¡¡¡2006!!!, es decir, nueve y ocho años atrás. Sin embargo, la PGR presume que su
investigaciónfue la que logró deshacer la telaraña y permitió la orden de aprehensión.
Pues bien, un par de elementos para documentar lo anterior:
A): “con fecha 20 de diciembre de 2005 la compañía (Grupo Posadas) celebró un
contrato de compraventa de acciones con Cintra por 8 mil 977 millones 171 mil
179 acciones de Grupo Mexicana de Aviación, representativas de 94.97 por ciento
del capital social, a un precio de 165.5 millones de dólares. Simultáneamente
fueron celebrados contratos de compraventa de acciones con terceros, a los que
se vendieron parte de las acciones de Mexicana, conservando la compañía una
participación de 29.57 por ciento en la misma (…) En esa misma fecha la sociedad
vendió a diversos inversionistas, al mismo precio por acción al cual la sociedad
adquirió las acciones, aproximadamente 70.4 por ciento de dichas acciones (…) Al
31 de diciembre de 2005, la compañía mantenía una participación minoritaria (…)
en Grupo Mexicana de Aviación (29.6 por ciento)”.
Lo anterior forma parte del informe anual, correspondiente a 2005, que el
Grupo Posadas presentó a sus accionistas y a la Bolsa Mexicana de Valores, en el
que también se da cuenta de que “durante diciembre de 2005, la compañía celebró
dos contratos de crédito simple con garantía prendaria con Ixe Banco e
Inmobiliaria Rancho Santa Fe por un monto de 261.6 y 118 millones de pesos,
respectivamente, de los cuales al 31 de diciembre de 2005, han sido dispuestos
375.5 millones con vencimiento en junio de 2006 (…) La garantía prendaría la
constituyen mil 897 millones 858 mil 343 acciones representativas de 20.08 por
ciento del capital social de Mexicana (de Aviación), las cuales de acuerdo con
el contrato de prestación de servicios de intermediación celebrado con Ixe Casa
de Bolsa, con fecha 21 de noviembre de 2005, serán tomadas en firme por esa casa
de bolsa y con los recursos correspondientes se liquidaría dicha deuda”.
B): “el 20 de diciembre de 2005 se oficializó que Grupo Posadas, propiedad de
Gastón Azcárraga Andrade, fue el ganador de la ‘puja’ por Mexicana de Aviación:
94.5 por ciento de las acciones de este aerolínea pasaron a ser propiedad del
corporativo hotelero, mediante el supuesto pagó de 165.5 millones de dólares.
Cintra e IPAB reconocieron al Grupo Posadas como ganador indiscutible, y ese 20
de diciembre firmaron el contrato de compraventa de las acciones, cuyo precio en
la Bolsa Mexicana de Valores se desplomó alrededor de 40 por ciento en unos
cuantos días, obviamente previos a tal firma. Su único ‘contrincante’ fue el
Grupo Xtra, de Isaac Saba”.
Lo anterior fue publicado el 22 de mayo de 2006 por La Jornada, y la
información detallaba: “tras adquirir 94.5 por ciento de las acciones de esa
línea aérea, el Grupo Posadas –propietario, en singular– ‘repartió” los citados
títulos entre otras siete empresas e inversionistas que no participaron en la
licitación, que fueron constituidas pocos días antes del anuncio oficial del
ganador y que hoy son los propietarios, en plural. Una de ellas, Administradora
Profesional de Hoteles, constituida 12 días antes de conocerse, públicamente, el
nombre del nuevo dueño de Mexicana de Aviación. Minutos después de firmar el
contrato de compraventa, Azcárraga Andrade repartió el pastel de Mexicana de
Aviación: Grupo Posadas, 29.6 por ciento de las acciones; Administradora
Profesional de Hoteles, 20.08; Administradora Corporativa Empresarial, de Ángel
Losada Moreno (Grupo Gigante), 20.08; Gastón Azcárraga Andrade, 2.86; Juan
Gallardo Thurlow (Grupo Embotelladoras Unidas), 10.44; Ixe Banco (del que es
accionista Isaac Saba, del Grupo Xtra, único ‘contrincante’ en la ‘puja’), 2.46
por ciento y ‘otros accionistas’, 9.49 por ciento”.
Las rebanadas del pastel
Entonces, si la PGR tenía la información del cochinero marca
Azcárraga Andrade desde nueve años atrás, ¿por qué actúa hasta ahora, con una
indagatoriaque se presenta como reciente, y con 8 mil 500 trabajadores a punto de cumplir cuatro años en el suelo?