domingo, 24 de noviembre de 2013

Protestan miles en España contra las políticas de Mariano Rajoy

Censuran los recortes al gasto público y la vulneración de los derechos básicos
Rechazan modificaciones para criminalizar la protesta social y limitar el derecho de huelga
Armando G. Tejeda | Corresponsal y agencias | Periódico La Jornada | Domingo 24 de noviembre de 2013, p. 18

Madrid, 23 de noviembre.- Alrededor de 10 mil personas se manifestaron en las calles de esta capital en protesta contra las políticas de austeridad, los recortes y la vulneración de los derechos básicos durante los primeros dos años de gobierno del derechista Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), quien cumplió la mitad de su mandato esta semana.

Con el lema “Emplea tu fuerza”, la llamada Cumbre Social, que reunió a los grandes sindicatos con un centenar de asociaciones, convocó a una marcha conjunta con las Mareas Ciudadanas de Defensa de los Servicios Públicos.

En la marcha popular se denunció el retroceso que vive el país en materia de derechos, particularmente con el nuevo anteproyecto de ley de seguridad ciudadana, con el cual se pretende criminalizar la protesta social, así como con el proyecto de modificar la ley de huelga para limitar ese recurso de los trabajadores.
En Madrid, los manifestantes señalaron que la marcha fue en defensa “de lo público”. Foto: Ap
Rajoy y su gobierno cumplieron dos años en el poder con un saldo negativo en prácticamente todos los indicadores de bienestar y macroeconomía. El desempleo se incrementó en casi 700 mil personas, la pobreza alcanzó cifras inéditas en décadas recientes, con casi 30 por ciento de la población en riesgo de exclusión social. La salud y la educación públicas han sufrido recortes severos y se calcula que alrededor de medio millón de españoles han emigrado en los últimos dos años a otros países, ante la falta de perspectivas laborales.

Además, en semanas recientes comenzaron los trámites para aprobar dos reformas de enorme calado, las cuales cercenarán derechos elementales. Se trata de la Ley de Seguridad Ciudadana, con la cual se multará con 600 mil euros a quien convoque a manifestaciones frente al Parlamento o a quienes filmen y difundan la grabación de agentes policiales reprimiendo a manifestantes.

De igual forma, el gobierno informó que pretende reformar la Ley de Huelga para regular los “servicios mínimos”.

Con ese panorama, los principales sindicatos del país y algunas asociaciones ciudadanas vinculadas con los movimientos sociales convocaron a la manifestación de este sábado, que fue respaldada por unas 10 mil personas, según sus cálculos.

“Dos años después han hecho todo lo contrario de lo que habían prometido. Hay más de 2 millones de desempleados, 12 millones de pobres y gente echada de sus casas con violencia. El gobierno sólo piensa en reducir el déficit y se desentiende de los ciudadanos. ¡Salvemos a las personas!”, señalaron en un comunicado conjunto el cantautor Ismael Serrano y la cantante Alba Flores, quienes fueron los encargados de leerlo.

Añadieron: “Estamos aquí para defender lo público, las pensiones, salvar a las personas y juzgar a la banca, que ha generado esta crisis que sufren los ciudadanos de a pie mientras es rescatada con el dinero de los contribuyentes”.

Los representantes de los trabajadores de limpieza de Madrid advirtieron que su protesta permitió “frenar al neoliberalismo en esta ciudad por primera vez en nuestras luchas”.

Por su parte, los representantes de Comisiones Obreras y de la Unión General de Trabajadores criticaron “la deriva” del gobierno español, que defiende los intereses de la patronal por encima de la ciudadanía.

En las marchas participaron los principales partidos de la oposición, incluida la vocera del Partido Socialista Obrero Español, quien expresó: “Basta de recortes sociales, de recortes en políticas públicas, porque todo lo que hemos conocido en los últimos días nos dice que habrá otra vuelta de tuerca”.

Sin embargo, la convocatoria no logró sumar a los indignados del movimiento 15M, quienes organizaron una manifestación alterna en otro punto de la capital.

Fuente: La Jornada