miércoles, 6 de noviembre de 2013

México: crece desempleo / En América Latina baja / El sillón de Medina Mora

México SA-Carlos Fernández-Vega
Dos noticias: la buena es que en 60 por ciento de los países latinoamericanos la tasa de desempleo abierto se redujo al cierre del primer semestre de 2013; la mala, como es costumbre, que México no está incluido en esa relación, sino en la que documenta un incremento en el citado indicador, con lo que se refuerza la tendencia descendente, pero en la generación de plazas laborales en el sector formal de la economía.
La Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundieron su reporte “coyuntura laboral en América Latina y el Caribe”, correspondiente al primer semestre de 2013, en el que subraya que de los diez países con información disponible, seis registraron una reducción de la tasa de desempleo durante el primer semestre, mientras ésta subió en Argentina, Jamaica, México y Uruguay. Con excepción de Jamaica, los incrementos fueron moderados, de menos de medio punto porcentual.

La desaceleración del crecimiento económico de América Latina y el Caribe se tradujo especialmente en un debilitamiento de la capacidad de generación de empleo, indican las referidas instituciones, y detallan que si bien surgieron nuevos puestos de trabajo en el periodo de referencia, en el promedio ponderado de nueve países el número de ocupados aumentó en el primer semestre “sólo” 1.2 por ciento respecto del mismo lapso de 2012. Además, se registró una continua reducción de la capacidad de creación de empleo: mientras a mediados de 2012 la tasa de ocupación regional (promedio ponderado de 10 países) aumentó alrededor de medio punto porcentual, este incremento interanual empezó a declinar en la segunda mitad de ese año, alcanzó sólo una décima de punto porcentual en el primer trimestre de 2013 (es decir, el nivel de la ocupación aumentó todavía levemente más que la población en edad de trabajar) y llegó a un estancamiento en el segundo.

Esta debilidad de la generación de empleo no se manifestó en un aumento de la tasa de desempleo regional, ya que al mismo tiempo se revirtió el aumento relativamente fuerte de la participación laboral de 2012 (un incremento de 0.2 puntos porcentuales a nivel regional) y en los diez países con información la tasa de participación dejó de crecer en el primer semestre de 2013. De esta manera, apunta el informe de la Cepal-OIT, se ha frenado la tendencia de largo plazo de la evolución de la fuerza laboral, que consiste en un incremento superior a la expansión de la población en edad de trabajar.

El cambio observado en la dinámica de la generación de empleo entre 2012 y el primer semestre de 2013 está influido por el caso brasileño. El año pasado el desempeño laboral del Brasil sorprendió positivamente, al anotar importantes incrementos del empleo, a pesar de registrar un modesto crecimiento económico de 0.9 por ciento. “Este desempeño estuvo relacionado con expectativas favorables respecto de un repunte inminente de la actividad económica, lo que se expresó en las positivas intenciones de contratación. Sin embargo, finalmente el poco auspicioso contexto económico externo parece haber incidido en que las expectativas de crecimiento se enfriaran a partir de mediados de 2012, lo que se reflejó a inicios del año en curso, cuando se empezó a registrar un menor dinamismo en la generación de empleo. De esta manera, si bien la economía brasileña se está expandiendo más en 2013 que en 2012, los resultados en términos de generación de empleo son más modestos”.

La desaceleración del empleo se advierte claramente en el empleo formal, que refleja la demanda laboral de las empresas y los efectos de las políticas de formalización. En varios países de la región (entre ellos Argentina, Brasil, Costa Rica y Uruguay) se registró una marcada reducción de las tasas de crecimiento de este tipo de empleo ya en el transcurso de 2012, tendencia que se mantuvo en el primer semestre de 2013. En otros países las tasas de crecimiento del empleo formal se habían mantenido relativamente estables durante 2012 y luego se había producido una desaceleración. Así, en Chile y –de manera más moderada– en México, a partir del primer trimestre las tasas de crecimiento han sido más bajas, mientras en Perú este proceso se observa a partir del segundo trimestre.

El menor dinamismo observado en la generación de empleo formal refleja un enfriamiento general de la demanda laboral. Mientras en 2012 el empleo asalariado creció 3.1 por ciento a nivel regional, para el primer semestre de 2013 se estima (sobre la base de los datos de diez países) una expansión del empleo asalariado de apenas 1.6 por ciento, que responde a una cierta normalización de la elasticidad entre el empleo asalariado y el producto interno bruto respecto a la registrada a lo largo del último decenio. “Sin embargo, aun con este crecimiento significativamente más bajo del empleo asalariado, en muchos países continuó aumentando la proporción que representa esta categoría de ocupación en el conjunto del empleo y, en el promedio simple de dichos diez países, subió del 62.8 a 63.4 por ciento”.

Lo anterior, apunta el análisis de la Cepal-OIT, muestra que la presión de la oferta laboral se ha atenuado después de un aumento relativamente dinámico del empleo en su conjunto, y específicamente del empleo asalariado, durante el último decenio. Por lo tanto, a pesar del enfriamiento observado en la generación del empleo asalariado, no están surgiendo en grandes cantidades empleos por cuenta propia que reflejarían la necesidad de autogenerar fuentes de ingresos laborales en este contexto de una débil demanda laboral. Esta situación también se advierte en el hecho de que, pese a la escasa generación de empleo asalariado, no ha subido la tasa de desempleo abierto. Obviamente cabe prever que esta situación cambiaría si la debilidad se prolongara en el tiempo, en cuyo caso se esperarían incrementos de la tasa de desempleo y de la proporción del trabajo por cuenta propia en el conjunto del empleo.

Las rebanadas del pastel

Serenos, que la cosa es calmada. Ya lo dijo el embajador mexicano en Washington, Eduardo Medina Mora: el gobierno de Enrique Peña Nieto se ha comprado un mullido sillón, en espera de “una respuesta apropiada” de la Casa Blanca en torno al espionaje de que fue objeto el propio EPN, antes y después de llegar a Los Pinos. Hasta ahora la “respuesta apropiada” brilla por su ausencia, de tal suerte que dada la velocidad del vecino del norte, nada mal estaría que también adquiera sabrosas viandas para que la espera sea aún más placentera.

Fuente: La Jornada