martes, 26 de noviembre de 2013

Honduras: candidato oficialista gana con acarreados y tarjetas de descuento

25 noviembre 2013 | Anaiz Zamora Márquez | Proceso
SAN PEDRO SULA (apro-cimac).- “Haré todo lo que tenga que hacer” fue el slogan  de Juan Orlando Hernández, candidato del Partido Nacional (PN) de Honduras: fue la actitud que lo llevó a vencer en las elecciones presidenciales de este domingo en Honduras.
Ayer, minutos después de las 11:30 de la noche, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) divulgó los resultados preliminares del proceso electoral, con lo que se declaró el triunfo de Hernández, quien prometió militarizar las calles hondureñas para recuperar la seguridad, así como reformar la educación y crear políticas nacionales para atender a la población más pobre.

Aunque el presidente del TSE, David Matamoros, advirtió durante su mensaje a la nación que no eran los resultados definitivos, adelantó que las tendencias no cambiarán, pues ya se había contabilizado 54% del total de las casillas electorales.

De acuerdo con el TSE, el candidato del partido blanquiazul hondureño —actualmente en el poder y artífice del golpe de Estado de 2009— obtuvo 34.27% de los votos, mientras que Xiomara Castro, candidata del Partido Libertad y Refundación (Partido Libre), 28.67%.

En tercer lugar se colocó Mauricio Villeda, del Partido Liberal —fuerza política que junto con el PN controló la Presidencia de Honduras más de 80 años—, con 20.91% de los sufragios.

Previamente a que el presidente del tribunal anunciara los resultados preliminares del conteo, calificado de lento y poco transparente, tanto Hernández como Castro se autonombraron  vencedores al asegurar que tenían la mayoría de los votos.

Antes de las 7 de la noche de ayer —hora en que se dio el primer anuncio del TSE que ya daba la ventaja a Hernández—, en rueda de prensa Xiomara Castro –esposa de Manuel Zelaya, presidente depuesto en 2009– aseguró que había logrado la victoria y llamó a sus seguidores a estar pendientes del recuento de actas electorales para evitar un fraude.

Por su parte, a las 8 de la noche, Juan Orlando se declaró vencedor, agradeció a Dios y finalmente reiteró que “hará lo que tenga que hacer” para devolver la paz al país centroamericano, considerado el más violento del mundo y el más pobre de América Latina.

El triunfo declarado por el candidato oficialista y confirmado por el TSE podía olerse en las calles desde horas antes. Activistas y defensoras de Derechos Humanos (DH) ya temían una imposición.

Campaña del miedo 

De acuerdo con testimonios recabados, desde al menos hace un mes inició una “campaña de miedo e intimidación” contra la población, pues se advirtió que de ganar el Partido Libre ocurriría un apagón nacional, escasearían los alimentos e iniciarían protestas que serían reprimidas por los militares.

En un recorrido de este medio por algunos de los barrios más pobres del país, se constató que a varias mujeres se les condicionó el pago del “Bono 10 mil”, un apoyo económico de 10 mil pesos anuales que se les da a madres solteras y de escasos recursos.

Ese temor reinó durante la jornada electoral, pues las calles se mostraban vacías y en varias esquinas había militares o policías. El sábado –un día antes de los comicios– de los supermercados salían personas con bolsas llenas de despensas ante el temor de que después hubiera escasez de alimentos.

También –según información recopilada en varios departamentos (estados) hondureños– hubo llamadas intimidatorias a personas identificadas como simpatizantes del Partido Libre.

A través de denuncias ante el “Observatorio de las Violaciones de los Derechos Humanos y Resistencias de las Mujeres” se tuvo conocimiento de trabajadoras de la industria maquiladora y el Instituto de la Familia a quienes no se les permitió ausentarse de su empleo para ir a votar y se les amenazó con ser despedidas si abandonaban su puesto.

Sumado a ello, hubo retención de documentos de identidad a trabajadoras y trabajadores que habían anunciado que votarían por Xiomara Castro, y en días previos a la jornada activistas denunciaron ante el Observatorio los casos de mujeres que en lugar de aparecer en las listas electorales de su departamento estaban registradas en padrones de otras provincias.

Otras hondureñas que acudieron a las urnas no pudieron votar, pues en las listas aparecían como personas fallecidas.

“Sin incidentes”

De acuerdo con los medios de comunicación nacionales y el TSE, la jornada electoral transcurrió “sin incidentes significativos”.

No obstante, horas antes de que se abrieran oficialmente las casillas —fuertemente custodiadas por elementos del ejército y policías nacionales— fueron asesinadas cinco personas frente a las urnas que eran instaladas en el departamento de Gracias a Dios.

Sin embargo, se difundió que los homicidios estaban relacionados con el narcotráfico y no con el proceso electoral.

Igualmente, aunque no trascendió en la prensa nacional, durante la instalación de casillas se registraron algunos enfrentamientos verbales entre militantes de partidos, quienes además violaron la Ley Electoral al instalarse con stands publicitarios a menos de 50 metros frente a las escuelas públicas y privadas que fungieron como centros de votación.

Desde las calles aledañas a los centros de votación se podían observar pancartas, banderas, carteles y banderines de todos los partidos políticos, aunque con mayor presencia de los partidos Nacional, Liberal y Libre.

Frente a las escuelas se instalaron mesas de “información” donde se invitaba a las y los votantes a inclinarse por un determinado candidato y además votar por alcaldes (gobernadores) y diputados al Parlamento.

Acarreos y compra de votos

En los stands del PN se ofrecía a los votantes ser trasladados en taxi —identificado con la imagen del candidato Juan Orlando— a sus casillas de votación. En estas mesas también se otorgaba la “Cachureca”, una tarjeta de descuento que puede ser utilizada en supermercados y que fue prometida durante la campaña.

A pesar de tales irregularidades, que incluso fueron reportadas por Tele-Globo y hoy por la prensa escrita, a las 5 de la tarde de ayer el TSE clausuró la jornada electoral y celebró la “ejemplar” transparencia y regularidad con la que se habían celebrado los comicios, que registraron una participación histórica de más del 60 por ciento de la población con derecho a votar.

Al finalizar la contienda, activistas, defensoras y feministas acusaron un “lamentable” resultado de las elecciones, al asegurar que el incremento de los militares en las calles afectará de manera negativa a la población femenina, pues ya se han conocido casos de mujeres y niñas agredidas sexualmente por agentes estatales y que quedan impunes.

Recordaron que a raíz del golpe de Estado de 2009 se inició un clima de persecución y criminalización contra defensoras de DH y de la tierra, así como contra periodistas y comunicadoras sociales, por lo que el triunfo del gobierno golpista significa aún más despojo de los recursos naturales y territorio a la población indígena y más empobrecimiento de las mujeres, advirtieron.

Reconocieron que estaban a favor del proyecto político de Xiomara Castro, no por considerarla la “salvación de las mujeres o de los DH”, sino porque reivindicaba el papel de las hondureñas en el ámbito político y permitiría la construcción de lazos entre la sociedad civil y el gobierno, al representar al único partido que se abrió al diálogo –sin compromisos– con el movimiento feminista.

Además, al igual que varios países centroamericanos, Honduras se merecía la oportunidad de terminar con el bipartidismo histórico y “abrirse a la oportunidad de ser gobernados por las nuevas propuestas”, consideraron.

Finalmente advirtieron que sin importar quién se encuentre al frente del poder “la lucha de las mujeres jamás se detendrá”.

Fuente: Proceso