jueves, 22 de agosto de 2013

Privados operarían centrales hidroeléctricas

21 agosto 2013 | Luis Carriles / El Economista
De aprobarse la reforma constitucional en materia energética propuesta por Enrique Peña Nieto, en el ramo eléctrico, los privados crearán un mercado de generación de energía, en el cual ya no será necesario tener un permiso de autoabasto o de usos propios, lo que les permitirá incluso construir centrales de gran tamaño de ciclo combinado o hidroeléctricas, explicó el especialista en derecho energético, José Antonio Prado.
“Es una reforma que va más allá de la que se hizo en 1997 o la que se propuso en el 2004, es una apertura que le trae competencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, dijo.

En entrevista, refirió que en el texto actual se determina que el Estado podrá hacer uso exclusivo de los recursos naturales para la generación de energía, pero con los cambios propuestos, esta facultad desaparece, por lo que los privados podrían obtener una concesión para la explotación de agua para generación eléctrica y construir, si lo quieren, una central hidroeléctrica, como El Cajón o La Yesca.

“Lo que van a necesitar los privados es conseguir los permisos administrativos necesarios y así podrán construir y operar la central que quieran”, expresó.

Prado indicó que, si bien en este momento lo que se promociona es la creación del mercado eléctrico en generación, lo que ocurrirá en realidad es que se abrirá una competencia en las dos puntas de la cadena; primero, en generación, donde no sólo los grandes consumidores de energía tendrán acceso a productores privados y ajenos a la Comisión Federal de Electricidad, ya que lo podrán hacer también empresas y comercios medianos; segundo, en la comercialización de la energía, donde incluso los consumidores domésticos podrían elegir a su proveedor eléctrico.

Esta reforma, además, abre dos temas pendientes. Uno de ellos es sobre los subsidios, ya que se necesitará una definición de si se apoyará, y cómo, al consumidor doméstico, en caso de que se ponga en marcha un programa de subsidios; el otro, el tamaño que actualmente tiene la plantilla de personal de la CFE y de su parque de generación, lo que implica analizar la obsolescencia de sus plantas.

Fuente: El Economista