domingo, 14 de abril de 2013

Transnacionales, con apetito voraz en la Cruzada contra el Hambre

Combate al hambre, para beneficio de las trasnacionales
Reacia a integrar en la Cruzada Nacional Contra el Hambre a organizaciones de productores agrícolas y lecheros, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, anunció en cambio la incorporación de transnacionales como Nestlé, Pepsico y Coca Cola, así como tiendas departamentales, al programa inaugural del sexenio. En entrevista, líderes campesinos acusan al gobierno federal de fortalecer un esquema alimentario que en la última década ha favorecido a los supermillonarios del país y ha postrado en la pobreza alimentaria a 28 millones de personas.
14 abril 2013 | Patricia Dávila | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- "En los últimos 25 años empresas como Nestlé, Pepsico (Sabritas y Gamesa), Bimbo, Maseca, Minsa, ADN, Herdez, Jumex, Bachoco, Sukarne y Lala, junto con Cargill y Monsanto, destruyeron las bases de la seguridad alimentaria y devastaron la producción de maíz blanco. El consumo de este grano como parte de la dieta de los mexicanos depende de Cargill y Monsanto, organismos que imponen y manipulan el mercado interno de los granos y los productos básicos, teniendo como aliados a Maseca, Minsa, ADN, Bachoco o Bimbo, mientras que el gobierno federal niega subsidios a nuestros campesinos", denunció Yazmin Copete Zapot en tribuna el pasado 28 de noviembre.

 La inclusión de estos emporios en el programa que se perfila como emblemático del sexenio de Enrique Peña Nieto también generó reacciones de organismos internacionales. Patti Rundall, líder de la Coalición Internacional contra el Conflicto de Intereses, recordó que en Brasil, durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, se introdujeron los programas Hambre Cero y Bolsa de Familia, pero como Nestlé participó en los programas sucedió que las mujeres habilitadas como guías nutricionales se convirtieron en promotoras de la empresa en lugar de inculcar buenos hábitos alimenticios.

 Finalmente Hambre Cero se suspendió por las protestas de organizaciones sociales que denunciaron los malos efectos de los productos Nestlé en la nutrición de los niños por sus altos contenidos de azúcar, sal, grasas y aditivos dañinos. Aun así, Lula da Silva aceptó que el gobierno mexicano utilizara su imagen para impulsar su "cruzada". El 19 y el 20 de abril en la Ciudad de México participará en varios eventos, incluida la creación de un "mural contra el hambre".

 EXPIAR CULPAS

 Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), afirma en entrevista que las trasnacionales acudieron al llamado de la Sedesol para "expiar" sólo en apariencia sus culpas con "dádivas" a los hambrientos: "Al final de la Cruzada contra el Hambre no van a erogar un solo cinco, ya que gracias a sus fundaciones sus aportaciones serán deducibles de impuestos. Al contrario, a cargo del erario, recibirán publicidad gratis como las grandes benefactoras".

 –¿Si los subsidios que reciben estas grandes empresas se canalizaran a los campesinos habría necesidad de la Cruzada contra el Hambre? –se le plantea.

 –Este año el campo tendrá subsidios superiores a 300 mil millones de pesos. Sólo que el problema no es de presupuesto, sino de redistribución de los recursos. En México el presupuesto no se aplica de manera inteligente como para garantizar autosuficiencia en alimentos. Este año, sólo del Programa de Apoyo a la Comercialización que maneja la Sagarpa (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación) estas empresas recibirán como 6 mil millones de pesos, lo que equivale a 50% de los 12 mil millones que tiene asignados el Procampo.

 Por ejemplo, menciona en Sinaloa al dueño de SuKarne, Jesús Vizcarra, quien según la revista Forbes México del pasado 15 de marzo factura más de 2 mil millones de dólares al año. Además, afirma, participan en la concentración de estos beneficios el exgobernador Jesús Aguilar Padilla y los ex titulares de la Sagarpa Francisco Mayorga y Javier Usabiaga, El Rey del Ajo; todos ellos con poder político y económico.

 Para Correa es significativa la lista de Forbes con los 35 más ricos del país, ya que 16 de ellos fincan sus fortunas en la explotación de los recursos del campo y, en contraparte, generan pobreza y hambre entre los campesinos.

 FILANTROPÍA Y RAPIÑA

 El decreto por el que se aprueba la Cruzada contra el Hambre establece en uno de sus apartados que dicho programa servirá para incrementar la producción de alimentos a través del ingreso de los pequeños campesinos y productores agrícolas; minimizará las "pérdidas postcosecha" y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización, además de promover la participación comunitaria para erradicar el hambre.

 Al respecto, el dirigente campesino Max Correa señala:

 –Tendrían que quitar los recursos a los emporios comerciales y a sus contratistas. Todos reciben apoyo para la comercialización, flete y transporte; reciben créditos; compran cobertura de precio subsidiado; tienen mejores tasas de interés por ser clientes preferentes; apoyos para ampliar su sistema de riego; para energía eléctrica y diésel. Mientras que los productores campesinos e indígenas que son dueños de menos de cinco hectáreas sólo tienen las dádivas del Procampo y el hambre.

 –¿De qué servirá la cruzada en esas condiciones?

 –Si se enfoca con esa visión asistencialista, va a ser un fracaso. La cruzada tiene que hacer una comparación entre la pobreza alimentaria en las ciudades, que es aguda porque no se puede comer asfalto, con la del medio rural, donde cabe alguna alternativa de traspatio, que la Sagarpa dejó de apoyar hace años. A cambio, a través de programas como Oportunidades, la Sedesol distribuye apoyos en efectivo para que la población compre los alimentos de las grandes trasnacionales.

 "Antes, los caminos rurales se empleaban para que salieran alimentos producidos de las zonas campesinas; ahora se utilizan para que entren los camiones de Sabritas, Bimbo, Coca Cola o sopas Maruchan y el resto de los productos chatarra. Debido a estas empresas, en el campo, el hambre y la desnutrición se conjugan con la obesidad".

 Además, indica Correa, "si seguimos la pista a Lala, Alpura y Jumex, vemos que son los monopolios que sangran las finanzas públicas".

 LECHE QUE NO ES LECHE

 Tanto el dirigente de la CCC como Federico Ovalle Vaquera, de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC); Rocío Miranda, de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), y Marco Antonio Ortiz, de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), solicitaron a Rosario Robles que los incluyera en el Consejo de la Cruzada contra el Hambre días antes que este programa se lanzara públicamente. Hasta el viernes 12, al cierre de esta edición, no habían tenido éxito, pero el día anterior la secretaria sumó a los integrantes de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).

 Max Correa explica que no es casual que las empresas con actividades filantrópicas, como Bimbo, Maseca, Minsa, Cargill y Monsanto, sean las que fijan el precio del maíz en México; Bachoco se lo impone a los productores de sorgo en Guanajuato y Lala a los forrajeros en la Comarca Lagunera; Nestlé a los productores de las cuencas lecheras de San Luis Potosí, de Hidalgo y del sur y el suroeste de México, pero además acapara la producción de café en Veracruz, donde los campesinos de la Comisión de Productores de Café la acusan de "sacrificar" 136 mil hectáreas de grano nativo por otro más resistente a las condiciones climáticas, en perjuicio de 90 mil familias.

 Al consultarlo sobre la eficacia de la Cruzada contra el Hambre para resolver el problema alimentario del país, Álvaro González Muñoz, dirigente de la Asociación de Productores de Leche, responde:

 –Muchos centros comerciales tienen su propia marca, como Hipermart, Chedraui, Soriana, Walmart o Nutrileche, la más comercializada. Sólo que engañan a los consumidores con productos que, según la Procuraduría Federal del Consumidor, no es leche.

 "Simular leche es una distorsión muy grave, que daña al mercado mexicano. La leche es un valioso activo nacional que el gobierno, en aras de ofrecer producto barato a los consumidores, entrega a los grandes emporios. Hasta las misceláneas adquieren este producto en los centros comerciales y lo venden en sus colonias a 14 o 17 pesos por litro."

 NESTLÉ, ACAPARADOR

 En México la comercialización de este producto es acaparada por cadenas comerciales como Walmart, Soriana, Chedraui y Aurrerá, mientras las industrias que consumen la mayor cantidad de leche, tanto importada como nacional, son Danone, Alpura, Lala y Nestlé.

 "Antes –comenta González Muñoz– Nestlé era la única empresa que captaba la leche en aquellas zonas. Hoy han diversificado su captación a prácticamente toda la República. Tenemos el dato de que Nestlé les compra a 30 mil productores. La empresa difunde que compra 80% de la leche nacional a través de 80 empresas formales en todo el país."

 Para abastecer la demanda de leche, México requiere 43 millones de litros diarios y sólo produce 30 millones; tiene que importar 13 millones.

 De la producción nacional, Danone compra 5.5 millones de litros al día en Aguascalientes y Jalisco. Lala adquiere 6.5 millones de litros, principalmente en la Comarca Lagunera y estados como Hidalgo y Chihuahua. Sus beneficios son tales que, según Forbes México, Eduardo Tricio Haro, dueño de Lala, puede aparecer pronto en la lista de los 35 más ricos del país. Alpura adquiere 3 millones de litros diarios, principalmente en Querétaro.

 Estas empresas compran a precios muy bajos: "En 1998 –compara González Muñoz– a los productores nos pagaban 55% de lo que valía un litro de leche al público, hoy nos pagan 38% o 40%. Esto quiere decir que en 14 años estos emporios han despojado al sector de 150 mil millones de pesos, que equivalen a 6 millones de vacas que dejaron de producir. Esto hubiera sido suficiente para garantizar el mercado interno y aún quedaría para exportar".

 ‘DESAPARCEN’ LECHEROS

 Pero las consecuencias económicas van más allá: sólo quedan 150 mil productores lecheros de los 790 mil que se registraron en el censo de 1991: "Estamos desapareciendo debido a las políticas diseñadas para beneficio de un puñado de grupos poderosos", dice el dirigente entrevistado.

 Los efectos sobre la salud pública no son menos graves: la obesidad se ha incrementado en parte porque en México se consumen al año 124 litros de refresco por persona y sólo 32 de leche.

 De acuerdo con un análisis de Rocío Miranda Pérez, presidenta de la UFIC, el país tiene 52 millones de pobres, 28 millones de los cuales se encuentran en pobreza alimentaria, y de esta última cifra 12.2 millones viven en zonas rurales, o sea que seis de cada 10 de esas personas residen en el campo.

 Para agravar la situación, la tasa de desempleo es de 4.51%, mientras que el índice de subocupación es de 29.35%. Las oportunidades de estudio y de trabajo le están negadas a 7.5 millones de jóvenes.

 Miranda Pérez explica que en 2012 México importó 40% de los alimentos que consumió la población, con un valor de 26 mil 500 millones de dólares: 70% de arroz, 35% de maíz, 40% de sorgo, 50% del trigo y 96% de la soya. Afirma que esta situación continuará mientras no se apliquen programas con capital de semilla para poner piso productivo y sacar de la pobreza alimentaria a las familias rurales.

 Por lo pronto, 70% de los campesinos no tienen acceso a la canasta básica porque en los últimos 10 años su precio se incrementó en 400%, mientras que el salario mínimo mensual subió siete pesos.