El Correo Ilustrado-La Jornada
Ante la inminente apertura de una mina a tajo abierto a sólo tres kilómetros de la zona arqueológica de Xochicalco, patrimonio de la humanidad desde 1999, los firmantes, arqueólogos, académicos e investigadores deseamos exponer: el proyecto de la compañía canadiense Esperanza Silver afectará el sitio histórico el cerro del Jumil, área inicial de la probable explotación minera.
La afectación por extracción de metales preciosos alterará irreversiblemente la vinculación existente entre este sitio y Xochicalco, lo que evitará se pueda comprender su integración. Destaca la pérdida de elementos orográficos y arquitectónicos que permitieron realizar observaciones astronómicas que forman parte de la cosmovisión xochicalca y mesoamericana.
Xochicalco está localizado sobre una formación geológica de características cársticas y por tanto inestables, resultando altamente afectable por las vibraciones de las detonaciones pretendidas en la explotación de la mina. El proyecto de la mina abarca 15 mil hectáreas y en la manifestación de impacto ambiental presentada por la empresa existe lo que ellos llaman “Esperanza 5”, justo en el área de asentamiento de Xochicalco. Resulta sorprendente e inexplicable que se haya autorizado ya la liberación del área circundante a la zona arqueológica del Jumil y más sorprendente aún, que no se hayan percatado de que futuras áreas de explotación abarquen la propia zona arqueológica de Xochicalco. No podemos permanecer ajenos a este burdo atentado contra nuestro patrimonio arqueológico, no sólo nacional, sino de orden mundial.
Luis A. López Wario, Silvia Garza Tarazona, Noemí Castillo, Paul Schmidt, Alfredo López Austin, Rosalba Nieto, Rosa Reyna, Antonio Benavides, Guadalupe Martínez Donjuan, Hortensia de Vega Nova, María José Con, Leonardo López Luján, Akira Kaneko, Guillermo Acosta, Ramón Arzápalo, Marcus Winter, María Antonieta Cervantes y 65 firmas más
Fuente: La Jornada
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