No es una reforma, sino un análisis, dice el priísta Penchyna
Son falsedades para lograr la privatización de Pemex, acusa Bartlett
Andrea Becerril y Víctor Ballinas | Periódico La Jornada | Viernes 8 de marzo de 2013, p. 20
Con el voto de PRI, PAN y PVEM, el Senado aprobó ayer en comisiones la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, que el presidente Enrique Peña Nieto remitió a esa cámara para su aprobación.
Durante la reunión de la Comisión de Energía, los tres senadores del PRD se abstuvieron de votar y la única voz en contra fue la del coordinador del PT, Manuel Bartlett, quien recalcó que se trata de un documento lleno de falsedades, centrado en avanzar en la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El presidente de la Comisión de Energía, el priísta David Penchyna, defendió la estrategia y advirtió que no es momento para debatir otros temas que serían en todo caso motivo de una reforma. No se trata, dijo, de una reforma en materia energética, sino un marco de análisis de los objetivos que México tiene en este rubro estratégico de la economía.
Es, insistió, un instrumento con “datos fríos” sobre el sector, que rebasan cualquier coyuntura o posición política, y que debe ser útil para discutir las necesidades de México en materia de petróleo, gas, electricidad y energías renovables.
Bartlett, quien no es integrante de la comisión, pero tiene derecho a participar, recalcó que se tiene que discutir por qué en el documento “perversamente” está metida la privatización del petróleo y la electricidad.
Es un debate, insistió, que tiene que ver con la soberanía nacional. Pidió no aprobar el documento, ya que carece de un diagnóstico real del sector, no define una política para lograr la independencia energética del país y tiene una marcada intención de incorporar la inversión extranjera, suplantando a Pemex y a la CFE para transferir la renta energética.
Dijo que entre los datos falsos que se incluyen está la afirmación de que se restituyeron las reservas probadas de hidrocarburos en 100 por ciento, ya que al 2012 esas reservas eran menores en 30 por ciento a las que existían en 2003.
Advirtió que se habla de la mala situación financiera de Pemex, pero no se menciona que en los pasados 12 años la paraestatal transfirió a la Secretaría de Hacienda más de 7.3 billones de pesos como impuestos.
Asimismo, dijo, la estrategia oculta que durante los últimos 12 años México exportó 7 mil millones de barriles de crudo en su mayoría a Estados Unidos, lo que representa la mitad de las reservas probadas actuales.
Se oculta también que en el sexenio de Felipe Calderón se erogaron 25 mil millones de dólares para maquilar en Estados Unidos la refinación de gasolina, cifra suficiente para construir en México dos refinerías de alta tecnología y mejorar las existentes.
Por lo que toca a la electricidad, dijo que en el documento se miente al sostener que hace falta generar más energía eléctrica, y se esconde que en el país opera un inconstitucional mercado privado, denominado autoabastecimiento remoto, que es una venta disfrazada de las empresas extranjeras a falsos asociados.
El PAN, mediante el senador Vega Casillas dijo que su bancada votaría a favor de la Estrategia Nacional de Energía, “por el simple objetivo de cumplir un trámite que está en la ley”, ya que no es vinculatoria “ni obliga a nada”.
Aclaró que la aprobación del documento “no condiciona ni anticipa” la posición del PAN en la reforma energética. Vega Casillas recalcó que los panistas no caerían en la “mezquindad política” de quienes no aprobaron esa estrategia en el sexenio pasado.
A nombre del PRD, el senador Rabindranath Salazar Solorio expuso que la Estrategia Nacional de Energía es un esfuerzo del Estado para plasmar en un diagnóstico claro la situación que guarda el sector, pero ven con preocupación que frente a la inminente discusión en el terreno legislativo de una reforma energética integral, el documento enviado por Peña Nieto “se haya quedado en un mero catálogo de buenas intenciones”.
El dictamen se subirá a primera lectura el próximo martes y el jueves se votará ante el pleno.
Fuente: La Jornada
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