27 febrero 2013 | de Humberto Montes de Oca
El día de ayer, en un anunciado intento de legitimación del gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN), la Procuraduría General de la República ordenó la detención de Elba Esther Gordillo “presidenta” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). La detención de Elba Esther Gordillo va más allá de un evidente ajuste de cuentas entre grupos de poder al interior del sistema, es también el inicio de una nueva campaña de desprestigio en contra del sindicalismo en general, y un torpe emplazamiento a la disciplina de la clase política gobernante.
Al mismo tiempo, anuncia el endurecimiento del régimen en contra de la oposición política y social a sus políticas neoliberales, adicionalmente se convierte en un distractor de la opinión pública nacional, de frente a los escandalosos casos de corrupción de los gobiernos estatales salientes, la cuenta pública del 2012 y la inminente promoción de las reformas energética y hacendaria.
Elba Esther Gordillo acumuló riqueza y poder al amparo y protección de los gobiernos del PRI y del PAN durante cuatro sexenios consecutivos de política neoliberal en México. Aportó su control sindical a los procesos de descentralización educativa y la contención represiva del movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional Trabajadores de la Educación (CNTE). A cambio obtuvo posiciones de poder en la estructura gerencial de la Secretaria de Educación Pública, condiciones políticas para la obtención del registro de su partido PANAL y sobre todo impunidad para actuar al margen de la ley. En la plenitud de su cacicazgo jugó un papel estratégico en la imposición de Felipe Calderón con el que mantuvo una lealtad hasta el fin de su gobierno espurio.
Antes de su detención, Elba Esther se opuso a perder posiciones en la estructura jerárquica de la Secretaria de Educación Pública y movilizó a sus seguidores en contra de la Reforma Educativa. Ésta postura detonó un conflicto con el gobierno en turno, conflicto que ahora, después de 24 años de servicio al modelo económico, la tiene tras las rejas.
Para nosotros, la detención de Elba Esther Gordillo no legitima la imposición de las reformas estructurales de EPN. No invalida la crítica al modelo económico desnacionalizador, ni proscribe la resistencia civil y pacifica a las reformas estructurales que pretenden privatizar el petróleo y encarecer la vida de los mexicanos. Por fuera del oficioso “Pacto por México“ existen las libertades democráticas que en la práctica, los ciudadanos mexicanos, tenemos que hacer valer.
Hacemos votos porque los cientos de miles de maestros de primaria, secundaria y media superior, agraviados por décadas de charrismo sindical, ahora tomen el timón del Sindicato más grande y numeroso de América Latina. Que tengan a bien en reconstituirse en el magisterio del pueblo. Y que en sus asambleas, escuela por escuela, sector por sector, zona por zona, alcancen sin vacilación para provecho de la clase trabajadora, la democracia y autonomía sindical que todos peleamos.
Los trabajadores electricista en resistencia decimos:
¡¡AQUÍ Y AHORA CON LA COORDINADORA (CNTE)!!
¡¡VIVA LA UNIDA SINDICAL DEMOCRÁTICA DE FRENTE A LA EMERGENCIA NACIONAL!!
¡¡SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO!!
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
José Humberto Montes de Oca Luna.
Secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas.
27 de Febrero del 2013