domingo, 30 de diciembre de 2012

Presupuesto al vapor... y a placer

Como en los tiempos más lejanos del PRI, el presidente Enrique Peña Nieto y sus operadores lograron que el paquete económico para 2013 fuera aprobado de manera expedita y con una mínima discusión. Habilidosos, supieron negociar con sus interlocutores –gobernadores, legisladores, representantes de la clase política– y repartirse los dineros a placer, sin exclusiones… y sin discusión parlamentaria.
domingo, 30 de diciembre de 2012 | Carlos Acosta Córdova | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- El viejo estilo priísta —de negociar tras bambalinas, de no ceder nada en las grandes partidas presupuestales, pero sí conceder migajas a los actores políticos para que se peleen por ellas— se impuso en la revisión y aprobación del paquete económico para 2013.

 En un hecho sin precedente, aun en años de cambio de gobierno, 14 días bastaron para que se aprobaran la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año que empieza el próximo martes.

 Esta vez no hubo las acaloradas discusiones de siempre; la rebatiña acostumbrada entre partidos y gobierno por los dineros públicos.

 Lejos aquellos días de horas complicadas, jaloneos y negociaciones difíciles en los que —en distintos gobiernos— parecía que el país amanecería el 1 de enero sin presupuesto público.

 El Ejecutivo envió al Congreso el paquete económico para 2013 la tarde del viernes 7, ocho días antes del plazo legal. Los diputados sólo tuvieron el sábado 8 y el domingo 9 para enterarse del contenido.

 No es difícil suponer que muy pocos legisladores pudieron haberse sumergido en las miles de páginas de esos documentos tan técnicos … y menos en fin de semana.

 El lunes 10, el nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, compareció ante las comisiones unidas de Hacienda y de Presupuesto y Cuenta Pública. Empezó a las 11 de la mañana y terminó a las dos de la tarde.

 Día de campo el del estreno de Videgaray como secretario.

 Los negociadores de Hacienda prácticamente obligaron a los legisladores a establecer un formato de comparecencia sin réplicas ni contrarréplicas: sólo dos rondas de preguntas con una intervención del secretario al término de cada una, además de la presentación inicial de Videgaray para explicar las líneas generales del paquete económico.

 ABRUMADORA MAYORÍA

 Había prisa por sacarlo adelante. Y así fue. La iniciativa de Ley de Ingresos, que por obvias razones es la primera que debe procesarse —para saber cuánto se puede gastar hay que saber antes cuánto se tiene—, transitó en comisiones menos de 36 horas.

 Bastaron un par de reuniones para que fuera dictaminada y aprobada por una mayoría contundente. El miércoles 12 fue subida al pleno y, sin mayor discusión, fue aprobada por una inédita y abrumadora mayoría en una sesión plenaria de sólo tres horas por 446 votos a favor, 19 en contra y siete abstenciones.

 Tan inusual fue la sesión que el diputado Ricardo Monreal, del Movimiento Ciudadano, reclamó en tribuna: "El día de ayer llegó la iniciativa. Hoy (miércoles 12) la estamos discutiendo y hoy se va a aprobar. Díganme quién tiene la capacidad para leer cientos de páginas que contiene esta Ley de Ingresos. Quién ha leído con seriedad el contenido de la Ley de Ingresos. Les aseguro que muy pocos. Menos de 24 horas, menos de 24 horas para aprobar un instrumento de la importancia de la Ley de Ingresos".

 Y como la discusión en el pleno parecía más bien de trámite, pues todo mundo estaba distraído, el propio Monreal solicitó al presidente de la mesa directiva, el priísta Francisco Arroyo Vieyra:

 "Ciudadano presidente, le pediría ponga orden en la sala porque es un desmadre esto. Nadie escucha, nadie atiende, todo mundo está platicando. Es el instrumento más importante de la Cámara de Diputados, la Ley de Ingresos, y a ustedes no les interesa en lo más mínimo. Le pido, presidente, ponga orden, haga una moción de orden para que atiendan a los oradores en turno. Son los chifleros y los chiveros más caros de la historia."

 LOS RECURSOS NO RECURRENTES

 Aprobada en la Cámara, la Ley de Ingresos fue remitida de inmediato al Senado. Y allí, en menos de 24 horas, fue discutida en comisiones, dictaminada y subida al pleno, para ser aprobada sin cambio alguno, también en tiempo récord.

 En buena parte, la razón de que la Ley de Ingresos se aprobara sin mayor discusión es que los cambios efectuados a la propuesta original del Ejecutivo fueron para incluir recursos adicionales que, a la hora de discutir el Presupuesto, se repartirían los interlocutores políticos del gobierno federal, sobre todo los gobiernos estatales.

 El gobierno federal proponía ingresos por 3 billones 931 mil 289 millones de pesos. Los diputados y Hacienda acordaron agregar otros 25 mil 72 millones, un aumento de 0.6%.

 Las fuentes de esos "nuevos" recursos fueron tres: I) subir la estimación del precio del crudo de exportación, de 84.9 dólares por barril a 86 dólares; II) mayor eficiencia tributaria, que permitirá, supuestamente, recaudar más por los impuestos sobre la Renta y al Valor Agregado, y III) mayores ingresos "no recurrentes".

 Por la primera medida se obtendrán 4 mil 933 millones de pesos más; por la segunda, 7 mil 25 millones, y por la tercera, 13 mil 114 millones.

 Respecto de esta última cifra, que es más de la mitad de la ampliación total, el doctor en economía Juan Moreno Pérez, asesor parlamentario del PRD, señala: "Es una jugada que siempre hace Hacienda para disponer de recursos de origen poco claro y poder atender las demandas de quienes piden más dinero.

 ‘OTROS’ DE ‘OTROS’

 "Esos recursos no recurrentes —como les llama la secretaría— vienen en el capítulo de Aprovechamientos, bajo el concepto de ‘otros’ de ‘Otros’. Es decir, el concepto de Otros (Aprovechamientos) contiene ingresos no recurrentes de fácil identificación, como pueden ser, por ejemplo, remanentes de operación del Banco de México (cuando vende grandes cantidades de dólares en el mercado, en caso de un ataque especulativo contra el peso, por ejemplo); cuando hay utilidades por recompra de deuda o, en otros tiempos, cuando el gobierno vendía paraestatales y obtenía ingresos de una sola vez."

 Pero el concepto Otros, del capítulo de Aprovechamientos, también trae el subconcepto de "otros", que es más bien oscuro, indescifrable, y que en realidad "son disponibilidades financieras ya existentes, y no una generación auténtica de nuevos ingresos. Esos ‘otros de otros’ son los guardaditos que siempre tiene Hacienda, para lo que se ofrezca", dice Moreno Pérez.

 En fin, con esa bolsa adicional de 25 mil 72 millones de pesos se dio paso a la discusión del Presupuesto de Egresos que, igual que con la Ley de Ingresos, pasó sin contratiempos. En comisiones fue aprobado en lo general por una gran mayoría y se reservaron una veintena de artículos.

 DISCUSIÓN SIN SOBRESALTOS

 En el pleno, el jueves 20, la discusión del presupuesto en lo general apenas ocupó poco más de dos horas. Fue aprobado, también, por una abrumadora mayoría: 460 votos a favor, 10 en contra y cinco abstenciones.

 La discusión en lo particular necesariamente se llevó más tiempo —de las siete de la noche a las 10:40—, pero igual fue aprobado por 442 votos a favor, 19 en contra y cinco abstenciones.

 Fueron contados los casos en los que hubo una discusión arrebatada o que haya concitado una votación dividida, como sucedió con la propuesta de quitarle 140 millones de pesos al IFE y pasárselos a la Procuraduría de Defensa del Contribuyente, que fue aceptada.

 Otra propuesta, que fue rechazada, era quitarle dos prebendas a los ministros de la Corte: la ayuda para anteojos y el estímulo del Día de las Madres, que forman parte de sus prestaciones, dentro de una percepción bruta anual de 4 millones 200 mil pesos.

 Entonces, el presupuesto transitó sin mayores sobresaltos. La razón: de manera casi tersa, Hacienda y los legisladores habían pactado que a la ampliación de los 25 mil 72 millones de pesos establecida en la Ley de Ingresos, se agregaran otros 13 mil 140 millones, producto de reducciones en varias partidas presupuestales.

 Ésas fueron: 5 mil millones de pesos menos para el pago de la deuda pública, que Hacienda traía sobreestimados; 8 mil millones menos para el pago de adeudos fiscales anteriores (Adefas) y los 140 millones menos para el IFE ya señalados.

 El total de ampliaciones, por ésta última bolsa más lo registrado en la Ley de Ingresos —en cifras elaboradas por Moreno Pérez—, quedó entonces en 38 mil 300 millones de pesos.

 Y en la distribución, si bien no todos los que pidieron lograron 100%, sí les tocó algo, al grado de que al final todo mundo pareció contento.

 PREVIA NEGOCIACIÓN

 Los poco más de 22 mil millones de pesos de la ampliación original quedaron distribuidos así, siempre de acuerdo con las cifras de Moreno Pérez, experto en programación financiera en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto y asesor parlamentario desde 1997:

 Para educación básica, rubro que en el proyecto original del Ejecutivo venía castigado, 2 mil 200 millones de pesos más; para infraestructura carretera (caminos rurales y vías alimentadoras), 12 mil 917 millones; para infraestructura deportiva, 3 mil 38 millones, y para proyectos de cultura, 3 mil 908 millones.

 De la segunda bolsa, por los recortes a varias partidas, la distribución quedó así: para programas regionales, mil 200 millones; otros 8 mil 531 millones para programas de desarrollo regional, y 3 mil millones para el fondo de pavimentación a municipios, según la elaboración de Moreno Pérez.

 Esa fue la distribución de los 38 mil 300 millones de pesos adicionales —una bicoca frente a un presupuesto de poco más de 3.9 billones de pesos—, pero el detalle de cuánto de eso le tocó a cada estado, da cuenta de los ganadores y los perdedores, aunque a todos les tocó algo.

 Con más de 15 años de experiencia en las negociaciones presupuestales, Juan Moreno Pérez interpreta así la inusitada rapidez en la aprobación del paquete económico para 2013:

 "Es la actualización del viejo estilo priísta de hacer ‘política’. Consiste en ‘negociar’ previamente con gobernadores, dirigentes políticos y con algunos legisladores, haciendo concesiones particulares, pero buscando al mismo tiempo evitar una discusión auténtica de la propuesta del Ejecutivo en su conjunto.

 "Esa práctica permite dividir a los posibles interlocutores, facilitando la aprobación rápida y sin mayor discusión de lo considerado fundamental, en este caso, en materia económica.

 "La aplicación de esa vieja política ha resultado eficaz en esta coyuntura. Esa eficacia no sólo ha favorecido al Ejecutivo, sino también a muchos de los interlocutores, quienes han conseguido, al menos, parte de sus demandas más importantes. Pero el resultado final estratégico de la aplicación de esa política ha sido el anular una posible resistencia y presión para modificar alguno de los rasgos básicos de la propuesta del Ejecutivo."

Fuente. Proceso