miércoles, 3 de octubre de 2012

Reforma Laboral llega al Senado con cerco de ocho horas y movilizaciones


2 octubre 2012 | Juan Carlos Cruz Vargas | Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Una protesta de casi ocho horas en contra de la Reforma Laboral cercó este martes la sede del Senado, luego de que el lunes por la noche recibió la minuta aprobada por la Cámara de Diputados. Eso sí, los senadores acordaron cambiar de sede cuando sea necesario para abordar la llamada “iniciativa preferente”, aprobada la semana pasada por los diputados.

Estas sedes podrían ser las otrora instalaciones del Senado ubicadas en Xicoténcatl 9, en el Centro Histórico; alguna de las salas ubicadas en el edificio de Paseo de la Reforma 135 e, incluso, cualquier inmueble ubicado en el Distrito Federal.

En una sesión iniciada al filo del mediodía, cuando ya se había alcanzado el quórum, el presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero, informó que las sesiones se llevarán a cabo “en donde existan condiciones para ello”, tras las protestas que ha desatado esta reforma propuesta por el presidente Felipe Calderón.

De hecho, las instalaciones del Senado fueron cercadas desde temprano por miembros de sindicatos como el de los electricistas, los telefonistas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de entidades culturales, así como de integrantes del movimiento #YoSoy132.

Según cifras de la Policía capitalina, al menos unas 2 mil 800 personas rodearon el edificio desde las 8:00 horas para intentar impedir el acceso a los legisladores.

También las vialidades aledañas fueron cerradas, entre ellas Insurgentes, Paseo de la Reforma y las calles París, Madrid y Antonio Caso.

En estas dos últimas, varios manifestantes fueron desalojados con gas lacrimógeno y golpes propinados por los granaderos.

Sin embargo, las consignas en contra de la Reforma Laboral se dejaron escuchar y leer en las pancartas: “Senado, tienes la última oportunidad, detén el desempleo y la miseria en el país”; “No la reforma patronal”; “No a la pulverización de los salarios”; “Consulta popular para pasar la Reforma Laboral”.

Y ahí, sobre las banquetas de las calles que rodean las instalaciones del Senado, permanecieron los inconformes unas ocho horas.

Adentro, los legisladores turnaron la minuta proveniente de San Lázaro a las comisiones conjuntas de Trabajo y Previsión Social, así como a la de Estudios Legislativos.

Cerca de las 17:00 horas se instaló la Comisión de Trabajo, presidida por el priista Ernesto Gándara, quien declaró sesión permanente.

Además de Gándara, los otros integrantes de la comisión son los también priistas Armando Neyra e Isaías González, representantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

También están los panistas Javier Lozano y César Octavio Pedroza Gaitán, así como la perredista Alejandra Barrales y Humberto Mayans, del PVEM.

El Senado tendrá 30 días para revisar y modificar la minuta que reforma la Ley Federal de Trabajo (LFT).

Para Emilio Gamboa Patrón, líder de la fracción priista en el Senado, las condiciones están dadas para la discusión de la Reforma Laboral.

“El Senado tiene las condiciones dadas. Vamos a trabajar, pese a los bloqueos; hoy tuvimos una asistencia de 110 senadores. Tenemos un mes difícil, hay asociaciones que se han venido a manifestar, mientras lo hagan con respeto y sin violencia, estamos de acuerdo”, comentó.

Gamboa descartó una posible toma de tribuna como lo hicieron los diputados de izquierda en San Lázaro: “El PRD y el PT están en una actitud mucho muy seria, no veo las condiciones para una toma de tribuna, están en su derecho de participar. Las movilizaciones son parte de la democracia del país, sólo hay que pedirles que lo hagan de manera pacífica”.

Por su parte, Lozano Alarcón coincidió con Alejandra Barrales en que es obligación del Senado escuchar las diferentes voces que estén involucradas en la aprobación de la Reforma Laboral, como los obreros, patrones, académicos, abogados y laboralistas.

El panista y la perredista también respaldaron avanzar en la transparencia sindical.

“En el país hay un reclamo de que la transparencia se extienda a los sindicatos porque finalmente son la representación de los intereses de los trabajadores y, entre otras cosas, dan su voto, su voluntad y recursos que son las cuotas sindicales… tiene que ser una realidad en México”, señaló el exsecretario de Trabajo.

Luego advirtió que el grupo parlamentario del PAN dará la “lucha” para que los sindicatos tengan transparencia y rendición de cuentas a sus agremiados, tal como lo planteó la iniciativa de Calderón.

“No estamos de acuerdo que sea la actitud de un partido que retoma el gobierno de la República y que por un lado habla de la transparencia y rendición de cuentas y, por otro, se está negando en un asunto sensible para la sociedad, como es la vida de los sindicatos; conste, no estamos por que se violente la autonomía, sólo la rendición de cuentas y el voto libre, secreto y directo… Vamos a insistir en ello”, advirtió.

Momentos antes de que se instalara la Comisión de Trabajo, los miembros de esta instancia legislativa, excepto Lozano, se reunieron con los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME,) del STUNAM, así como con el líder de la Confederación Regional Obrera de la República Mexicana (CROM), para negociar la instalación de una mesa permanente.

Ahí pactaron reuniones periódicas en los 30 días que tiene el Senado para dictaminar la reforma.

Los sindicalistas agradecieron el gesto a los senadores y reprocharon que los diputados no tuvieron “esa sensibilidad” para escuchar sus propuestas y puntos de vista en torno a este tema.

El líder del SME, Martín Esparza, dijo que el cerco a las instalaciones del Senado se levantará y no habrá manifestaciones mañana, en respuesta al diálogo establecido con los senadores.

Al preguntarle a Javier Lozano por qué no se presentó a la reunión con los sindicalistas, el expriista soltó:

“Se consideró que se trataba de abrir espacio de diálogo sin la presencia de una persona determinada con la que hay una animadversión, como es mi caso, pudiese estorbar en el ánimo de construir un buen entendimiento.

“Es lo correcto para que no se personalice este asunto y que se den cuenta de que hay una gran voluntad”, admitió el exfuncionario del gobierno calderonista.

Fuente: Proceso