sábado, 7 de julio de 2012

EdoMex: CFE vació la presa de Santo Tomás de los Plátanos y dejó sin nada al pueblo

6 julio 2012 | Agencia MVT | Diario Portal
La laguna de Santo Tomás de los Plátanos se encuentra totalmente vacía, lo cual perjudica la vida de por lo menos 300 familias que viven a su alrededor y que se dedicaban a la pesca y al desarrollo de actividades turísticas en este sitio, donde los visitantes acostumbraban admirar la cúpula de la vieja iglesia, que era lo único que sobresalía de entre las aguas.
De acuerdo con los lugareños, la Comisión Federal de Electricidad ordenó hace tres meses abrir las válvulas de la presa y conducir todo el líquido almacenado en Santo Tomás de los Plátanos a la presa Miguel Alemán, de Valle de Bravo, porque faltaba líquido para crear energía eléctrica en la plata que opera la paraestatal.

Sin embargo, nadie pensó que esa decisión técnica derivada de la sequía que atravesó el país entre enero y mayo del presente año, habría de trastornar totalmente la vida de los lugareños.
Cae recordar que el viejo pueblo de Santo Tomás de los Plátanos se reubicó hace 54 años porque la misma Comisión Federal de Electricidad consideró conveniente inundarlo y crear ahí una represa de almacenamiento para regular el abasto de agua a la presa Miguel Alemán.
Para ello, el pueblo entero se trasladó 10 kilómetros adelante, a la parte alta, y lo que entonces eran plantíos gigantescos de plátano, melón, mamey y otros frutos, fue simplemente inundado y se creó la presa de Santo Tomás.
Entonces lo único que se podía admirar del viejo pueblo era la cúpula de la iglesia, y eso cuando el nivel del agua bajaba y permitía que se asomara, lo que poco a poco se constituyó en un atractivo turístico que llamó la atención de visitantes nacionales y extranjeros que gustaban de ir a tomar fotos.
Para que se pudieran acercar a la cúpula, los lugareños les comenzaron a rentar lanchas y los llevaban de paseo a la iglesia para que captaran ese singular paisaje de una iglesia emergiendo el agua.
La presencia del turismo motivó a algunos a sembrar carpas, truchas y tilapia, lo que luego vendían ya preparadas a los paseantes y con ello se generó una industria turística importante en la zona, de la cual legaron a depender hasta 300 familias de los alrededores.
Pero esa actividad que motivó buenos ingresos y una mejora sustancial de la calidad de vida de los habitantes de la comunidad de Pueblo Viejo, como se le denominó al viejo Santo Tomás de los Plátanos, hoy está prácticamente extinta, pues el agua se fue y con ello todos sus beneficios.
La cúpula de la vieja iglesia sigue sobresaliendo del fondo de la presa, pero ahora sólo lo hace de entre el lodo y arena que dejaron las aguas al marcharse, y junto con ello murieron todos los peces que se sembraron y que por mucho tiempo representaron una importante fuente de trabajo y hasta de alimento para los lugareños.
Por ello, los habitantes de Pueblo Viejo han hecho llegar una larga lista de oficios en los últimos días tanto al ayuntamiento de Santo Tomás de los Plátanos, al Gobierno del Estado de México, y a la Comisión Nacional del Agua, para que se revierta la decisión de la Comisión Federal de Electricidad y se cierren las compuertas para volver a captar el agua.
De no regresar pronto el agua, unas 300 familias, que significan más de mil 500 personas, están en grave peligro pues hoy no cuentan ni con fuente laboral y mucho menos con una forma de obtener su alimento, pues junto con el agua de la presa se les fue prácticamente todo.