TETELA DE OCAMPO, PUE.- Ahora vienen por el oro, después será el agua y si no los detenemos vendrán por la tierra y nosotros seremos sus esclavos, sentenció Germán González Romero, dirigente de Tetela hacia el Futuro, durante el foro informativo en el que se rechazó la pretensión de la minera Frisco de explotar 10 mil 600 hectáreas para extraer el metal.
Con una nutrida participación de organizaciones solidarias autoridades y habitantes de esta cabecera municipal, ubicada a sólo 2.5 kilómetros de la zona que explora desde hace dos años sin permisos legales la empresa propiedad de Carlos Slim, se acordó impedir por todos los medios las actividades de la minera.
Luego de advertir que éste es un problema de todos, González Romero indicó que aunque algunos creen que los miembros de su organización están especulando sobre las afectaciones que traería la extracción del oro –a cielo abierto o por túneles-, la amenaza ya es un hecho, debido a que “los mineros ya cerraron una servidumbre de paso que ha sido utilizada por los propietarios de los ranchos del cerro El Alto”, donde se han realizado más de 80 barrenaciones de unos 800 metros de profundidad.
Los trabajos de extracción del metal precioso perjudicarán al ambiente y a la población de la región, terminarán con los mantos acuíferos que abastecen a más de 25 mil personas, pues además de la cabecera municipal, comunidades como La Soledad y Zoyatitla usan el agua que escurre hacia el río Papaloateno, cauce que más adelante se une al río Zempoala uno de los más importantes de la zona.
A la fecha, se explicó la minera ha comprado unas 72 hectáreas del total de pequeñas propiedades ubicadas en el cerro El Alto y también se han topado con la resistencia de muchos que se niegan a vender, sin embargo la actitud de los empleados de Frisco se ha tornado más agresiva, lo mismo para hacerse de los terrenos del área que para “convencer” a los pobladores de las “bondades” del proyecto.
Durante el foro se transmitieron dos videos sobre las experiencias de otras regiones del país en las que se encuentra en auge la actividad de las mineras, como los Cerros de San Pedro en San Luis Potosí, montañas que prácticamente han desaparecido.
No se trata de la minería de pico y palas o cuernos de toro, sino de la que utiliza grandes maquinarias, y deja “cráteres en los que podría caber siete veces el estadio Azteca” ejemplificó el veracruzano Rafael Cortina, originario de Alto Lucero Veracruz, donde acaban de frenar la extracción en la mina Caballo Blanco, ubicada a tres kilómetros de Laguna Verde
Fue Cortina precisamente quien advirtió a los tetelenses de la colusión de las autoridades con los empresarios tanto nacionales como extranjeros y los llamó a dimensionar el tamaño de la situación que enfrentan: “se están enfrentado con el dueño de la mina que es el hombre más rico del mundo, en México ha habido un desvío de poder en lugar de que el gobierno esté al servicio del pueblo, están al servicio del dinero, así se modificó la ley minera, que establece que el uso del agua para éstas es prioritario, más que para las comunidades”.
Lo preocupante, agregó, son los datos que da el abogado de la minera que asegura que ya casi tiene comprados todos los terrenos de la concesión, por lo que venderles representa una “traición a la comunidad”. Luego explicó las diversas formas de resistencia que hay a este tipo de proyectos en el país.
