jueves, 19 de julio de 2012

Acepta SEP fuga y venta de examen a maestros

Uno de los exámenes de la Evaluación Universal, realizada el 6 de julio, se "fugó" y se vendió a los maestros, aceptó la Secretaría de Educación Pública (SEP). La dependencia dio a conocer que inició un proceso judicial en el Estado de México para indagar el caso.
Jueves 19 de julio de 2012Nurit Martínez Carballo | El Universal
La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoció que uno de los tipos de examen de la Evaluación Universal se “fugo”, filtró y se vendió a los maestros, previo a la segunda fase de aplicación del 6 de julio y por el cual hoy se sigue un proceso judicial en el Estado de México en contra de quien resulte responsable.

Después de que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunció y entregó el día 5 de julio a EL UNIVERSAL y a otro medio de comunicación una copia del examen y las respuestas que se vendieron hasta en mil 500 pesos a los profesores que se presentaría a la Evaluación Universal, se pidió a la SEP verificar si correspondía a alguna de las pruebas aplicadas por la dependencia.

Tras la comparación, proceso validado ante notario público, la SEP verificó que el examen vendido era en realidad la prueba “A” tipo 004 de Docentes en Primaria General, Segundo Tipo, que se aplicó el 24 de junio.

En cambio, en la comparación con la prueba tipo “B”, aplicada el 6 de julio, coinciden los número de campos de formación y de reactivos, tipología y en 11 temas, contenidos y lecturas, pero “no coincide con el tipo de preguntas y respuestas planteadas”.

Pese a esta situación, la SEP considera que la prueba“nunca estuvo en riesgo” y tampoco hay elementos para invalidar ninguna de las dos fases el examen en el que participaron 263 mil 024 maestros.

Durante todo este proceso de evaluación a los maestros, la SEP ha levantado dos denuncias de tipo penal: la primera por la venta de una supuesta prueba en internet, que resultó ser la guía gratuita del examen y la segunda por esta “fuga” del examen, que ahora saben fue sustraído en el Estado de México. 

Comparación de las pruebas

Por acuerdo entre la secretaría y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), este año se aplicó por primera vez en el país dicha Evaluación Universal a los maestros de primaria. La SEP determinó realizarlo en dos fases: el 24 de junio se presentaron 193 mil 734 maestros que también buscaron su ingreso o ascenso en el programa de Carrera Magisterial.

En la segunda etapa, el 6 de julio, participaron 69 mil 290 profesores que nunca se ha bían sometido a ninguna prueba de desempeño personal ante grupo.

Un día antes de esa segunda aplicación profesores de la CNTE denunciaron la venta del examen y sus respuestas por mil 500 pesos. Desde esa fecha la SEP se comprometió a realizar la confrontación de lo que ellos señalaron era un “supuesta” prueba.

El 12 de julio en el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) se presentó la prueba vendida. Ante el notario público No. 237, Alfredo Ayala Herrera, los coordinadores de la elaboración del examen en el Ceneval y la directora de Evaluación de la SEP, Ana María Aceves, se abrieron los paquetes de las pruebas originales que estaban resguardadas en una caja de seguridad. 

Gran silencio se generó cuando la primera lectura de la prueba que se vendió era la misma a la pregunta 3 de la prueba “B”. Ante la coincidencia de otros fragmentos se determinó realizar un análisis de ambos documentos.

Durante el nuevo encuentro, para explicar el proceso, Bernardo Rojas, titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Públicas, así como Ana María Aceves, directora de Evaluación de la dependencia, informaron que el examen vendido “sí se trataba de la prueba “A”.

La prueba vendida es igual en los “campos de formación y total de preguntas, temas evaluados en el reactivo, contenido y tipo de reactivo, opciones de respuesta, imágenes, diseño, tipografía y formato”, por lo que sí es una de las pruebas de la Evaluación Universal.

La fuga del examen

Durante el proceso de destrucción de exámenes, realizado el 16 de julio, se detectó la “fuga” de un cuadernillo de preguntas en el centro de aplicación 15014, grupo 05, turno matutino, ubicado en el Estado de México, que correspondía a la prueba “A”. La misma que se vendió entre el 24 de junio y el 5 de julio, previo a la segunda fase de la Evaluación Universal y por la cual la CNTE denunció la venta.

Al revisar las actas de irregularidades, levantadas el 24 de junio, en la primera fase de evaluación a los maestros de Carrera Magisterial, se halló que a las 12:50 horas, el cuadernillo folio #55162 tipo 004 (Docente Frente a Grupo del segundo periodo), de la maestra Celia Ibarra García fue sustraído y no fue recuperado.

La misma profesora Ibarra describió en el Acta de irregularidades que a las cuatro de la tarde la maestra volvió al plantel y refiere haberlo entregado al profesor Joel López López antes de salir del salón donde ella presentó la prueba y que firmó el documento que certificó la entrega del cuadernillo. Sin embargo, refiere que en ese momento otros cinco maestros entregaban al mismo tiempo sus exámenes.

“Ahí la responsabilidad es del aplicador”, asegura Ana María Aceves. “Ella dice que lo entregó, sin embargo nunca se recuperó”.

“No necesariamente ella es la responsable, por eso se dio parte a la autoridad competente, pero no podríamos nosotros llegar a la conclusión de que ella se lo llevó, lo vendió y lo fotocopió”, asegura Bernardo Rojas, quien reiteró que con este tipo de actos se buscó desprestigiar (políticamente) la aplicación de la prueba.

Ante esos hechos, el Instituto Estatal de Evaluación del Estado de México a cargo de Héctor Morales, presentó una denuncia de hechos con características de tipo penal ante la Procuraduría General de Justicia de la entidad.

Ana María Aceves asegura que de los 918 mil 456 exámenes que se distribuyeron entre los maestros entre la Evaluación Universal y el concurso de plazas, se perdieron dos evaluaciones.

Incluso la funcionaria de la SEP advierte que en torno a estas pruebas hay toda una “industria” en la que se venden escáners y “plumas espías” para tratar de sustraer los exámenes.


Fuente: El Universal