Raúl Llanos | Periódico La Jornada | Lunes 6 de febrero de 2012, p. 36
Con jornadas laborales hasta de 15 horas diarias, sueldos mensuales de 2 mil 500 pesos y sin ninguna seguridad social, trabajadores de limpieza prestan servicio en las distintas instalaciones de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), a los cuales se les han asignado espacios para comer en los cuales impera el hacinamiento y la humedad.
Con base en la página oficial en Internet, de 2010 a la fecha la ALDF ha pagado 16 millones 776 mil pesos en dos contratos para el servicio de limpieza en sus edificios de Donceles y Allende, Gante 15, Juárez 60 y Plaza de la Constitución número 7, uno para la empresa Tapaclean, y el otro para la que actualmente tiene asignado el respectivo contrato, Fumigaciones y Limpieza Integral (Fumisa).
La situación laboral de los trabajadores de limpieza de la Asamblea Legislativa es tal, que un grupo de trabajadores de Fumisa fue despedido por organizarse para crear una cooperativa y ofrecer servicios a las instalaciones que ocupan los diputados locales.
Los afectados presentaron ya la denuncia correspondiente ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Mientras ese asunto se ventila en esa instancia, trabajadores de Fumisa pidieron a los diputados locales interceder ante la Comisión de Gobierno de la ALDF para frenar las condiciones deplorables en las que realizan su actividad.
En el recinto de Donceles y Allende y en las instalaciones de las áreas de comunicación social y de las comisiones de Derechos Humanos y la de Quejas Ciudadanas, los trabajadores tienen asignadas áreas para comer que, en el primer caso, están en el sótano del inmueble, y en ambos casos están pegadas a baños que utiliza el personal de esas áreas.