jueves, 15 de diciembre de 2011

Otra más de las muchas mentiras calderonistas

Alvaro Cepeda Neri | Contralinea | Jueves 15 de Diciembre 2011
Las desinformativas y mentirosas televisoras (la de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo de Salinas de Gortari, perdón, Salinas Pliego), entre otros medios de comunicación, divulgan una propaganda del mal gobierno del Partido Acción Nacional-Calderón, ramplonamente falsa.
Y Marcela Acle Tomasini, en su carta de lectora, la disecciona para exhibir la maldad política implícita en ésta. Ahora que el “peñismo” está en los primeros planos publicitarios y en “audacia” privatizadora ha decidido, asesorado por Salinas Pliego, perdón de nuevo, por Salinas de Gortari, rematar el resto de Petróleo Mexicanos para consumar la contraexpropiación, sigue la moda de ventilar la propaganda de las mentiras que tiene su origen en el nazismo (Leonard W Doob, “Goebbels y sus principios propagandísticos”, ensayo del libro Sociología de la comunicación de masas, Gustavo Gili).

Indica Acle Tomasini: “Me refiero al anuncio gubernamental que se transmite con insistencia inmisericorde […] Aquél de la carretera que fue construida y, gracias a la cual, una niña con voz de consentidita ya no tendrá que caminar y caminar para ir a la escuela. Esta familia campesina sólo deberá estirar la mano para tomar un moderno camión de transporte […]  Quienes idearon este mensaje ignoran cómo es el ‘transporte colectivo’ en las zonas rurales […]   Son camiones de redilas con la gente parada en la parte de atrás, en pleno hacinamiento  […] Los accidentes y muertes a causa de esta manera de trasladarse no se cuentan por miles, sólo porque la pobreza de los transportados los convierte en invisibles […]  Que el papá lleva a sus hijitos a la escuela en camión está fuera de la realidad […] Suponiendo que existieran esos flamantes caminos rurales que vemos en la televisión, ¿con qué dinero los campesinos pagarán el pasaje del moderno autobús rural? Por eso, al mensaje en cuestión habría que agregarle la voz del niño preguntando ya no por el Cheyenne, sino por lo más elemental: ¿y el pasaje apá?” (La Jornada, 25 de diciembre de 2011).

El anuncio, y que en cinco años se han construido “más caminos rurales que en gobiernos anteriores” son una perversa y alevosa mentira calderonista para convencernos sobre sus “éxitos”; como el cuantioso desempleo que el feroz secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quiere disminuir con los 300 o 700 trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (otra tapadera de la desocupación). Mintió Felipe Calderón cuando afirmó que no subiría el precio de los combustibles. En las mil reuniones sobre inseguridad, bueno: apenas 999, engaña a los participantes y replica a quienes le muestran datos y fotografías de sus hijos, hermanos y esposos desaparecidos.

Los embustes panistas son uno tras otro a diario, desde el timo de que ganó la elección sin “sospechosismo”.

Por eso, en cuanto concluya su sexenio tiene que poner pies en polvorosa, a menos de que se salga con la suya del golpismo para impedir que la oposición se lleve la presidencia. Los ciudadanos están hartos de las farsas calderonistas y de que suponga que nos tragamos sus patrañas. Y su vocero Ernesto Cordero, queriendo también hacer campaña electorera con más mentiras, recibe los desmentidos para su jefe y promotor