jueves, 8 de diciembre de 2011

El mayor escándalo de corrupción del calderonismo / Involucra a la esposa del secretario de la Función Pública / Presuntamente ligada a una red de extorsionadores

Enrique Galván Ochoa | La Jornada Dinero
Se trata quizá del mayor escándalo de corrupción de los 10 años de panismo, por los personajes que involucra: Gladis López, esposa del secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, y el propio funcionario, ya que supuestamente tienen cuentas de cheques con firma mancomunada.
Antes fue la contraloría, creada en el gobierno de Miguel de la Madrid, como eje del programa –fallido– de la renovación moral de la sociedad, y tiene a su cargo vigilar que no se cometan actos de corrupción.

El gobierno ha hecho lo imposible por impedir que llegue el escándalo a la opinión pública, es la puntilla a la política de manos limpias” que prometió Felipe Calderón en su campaña política. 

Esta es la historia: un grupo de gasolineros denunció a funcionarios y verificadores de la Profeco por extorsión. Les pedían 50 mil pesos mensuales a cambio de hacerse de la vista gorda en la revisión de las bombas de gasolina, de manera que pudieran vender a los automovilistas litros incompletos.

Es el colmo, ¿no les parece? No son suficientes los gasolinazos, aparte tenían que robar al automovilista dándole litros incompletos. La esposa del secretario de la Función Pública es señalada como presunta involucrada en la red de extorsión. Era importante funcionaria de la Profeco y aunque ya renunció, al parecer sigue relacionada con los extorsionadores.

Piden diputados su separación
La Cámara de Diputados tomó el acuerdo de solicitar al Presidente de la República que separe temporalmente de su cargo al secretario Vega Casillas para facilitar la investigación que involucra a su esposa, Gladis López. Sólo los panistas votaron en contra del acuerdo, que salió adelante con 247 votos en favor, 87 en contra y ocho abstenciones.

Vale reproducir la parte medular, porque es un monumento que a las generaciones futuras les hará recordar la corrupción que caracterizó a los gobiernos panistas y, en particular, al calderonismo: “Se exhorta al titular del Ejecutivo federal, Lic. Felipe Calderón Hinojosa, a efecto de que separe del cargo de forma temporal al secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, para el mejor proveer de las averiguaciones previas y procedimientos administrativos que involucran a su esposa en una red de extorsionadores a gasolineros”.

La reacción de Vega Casillas fue singular. Si México fuera otro país, si el funcionario tuviera una pizca de vergüenza, tal vez se hubiera separado de su cargo con la finalidad de salvar del bochorno al gobierno al que sirve. No fue así. Ayer por la tarde envió a los medios una declaración en la que “se rechazan categóricamente las acusaciones sin sustento de los diputados. La investigación a la que hacen referencia ha sido resuelta y sus conclusiones, que son del conocimiento público, señalan con claridad que en el actuar de los ex funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor no existe vínculo alguno con el desempeño de la entonces subprocuradora de Verificación de la misma procuraduría, como se pretende hacer pensar”. La entonces subprocuradora es su esposa.