Roberto González Amador | Periódico La Jornada | Viernes 21 de octubre de 2011, p. 27
La desaceleración de la actividad económica mundial ya comenzó a sentirse en México. La primera en resentir el efecto es la industria, el sector a través del cual se da la vinculación con la economía de Estados Unidos. Y, a la par, la construcción es afectada por un entorno de incertidumbre, comentó este jueves Banamex, el segundo grupo financiero del país.
La evolución del producto interno bruto (PIB), cuyo desempeño se ha ido ajustando a la baja a lo largo del año, será todavía menor que lo previsto, tanto éste como el próximo año, consideró. Por lo pronto, este jueves ajustó a 3.8 por ciento su previsión de crecimiento en 2011, casi medio punto porcentual menos que el pronóstico anterior, que era de 4.1 por ciento.
Para 2012, año de elección presidencial, la incertidumbre asociada al exterior
es creciente, dijo. En ese periodo el PIB crecerá sólo 3 por ciento, medio punto porcentual menos que 3.5 previsto hasta ahora, anticipó.
Medida en términos anuales, la producción industrial creció 1.8 por ciento en agosto, menos de la mitad del crecimiento anual reportado en julio, que fue de 3.9 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Esta disminución, opinó Banamex, está en buena medida asociada a una menor demanda de Estados Unidos. En particular el sector manufacturero –el de mayor vinculación con la economía estadunidense– la tasa de crecimiento anual en agosto fue de 2.7 por ciento, cuando en julio alcanzó 5.7 por ciento.
Para el último trimestre de 2011, anticipó Banamex, se espera una desaceleración más intensa en la producción manufacturera de Estados Unidos. Por tanto, es probable que la actividad manufacturera en México también sea un poco menos dinámica de lo que esperábamos, añadió.
Un poco de moderación de la demanda interna es también probable ya que el motor del comercio exterior se desacelera, así como un menor impulso del sector primario, lo que nos lleva a ajustar nuestra previsión de crecimiento del PIB para el conjunto del año de 4.1 a 3.8 por ciento.