lunes, 10 de octubre de 2011

Fracasan microempresas de electricistas por falta de apoyo gubernamental

A dos años de la extinción de LyFC, el programa del gobierno federal se convirtió en un fracaso
10 octubre  2011 | Karina Hernández Barrera | pymempresario
Las microempresas conformadas por trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) como parte de un programa impulsado desde Los Pinos para que éstas ofrecieran servicios a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), han fracasado en su mayoría, debido a la falta de contratos y apoyo del gobierno federal.

Así, de los casi 29 mil ex electricistas que recibieron su indemnización, sólo unos 2 mil 600 logró reincorporarse al campo laboral e incluso, de los mil 200 trabajadores que según afirmó hace un año la Secretaría del Trabajo, tenían franquicias, sólo 90 las conservan, es decir, la gran mayoría de los liquidados están desempleados, afirmaron en conferencia José Luis Olivares y Gabriel Aguilar Calvo, dos antiguos miembros de la paraestatal que aceptaron la indemnización y fundaron estas pequeñas compañías.

A dos años de la extinción de LyFC, el programa del gobierno federal se convirtió en un fracaso, pues la CFE sólo les dio unas cuantas obras al principio, después nada, e incluso hubo irregularidades en el otorgamiento inicial de recursos, que fueron a parar a manos de los representantes de los trabajadores, detallaron.

El gobierno no ha vigilado correctamente estos esquemas que se ofrecieron con la extinción de LyFC en octubre de 2009 y ha incumplido en el desarrollo de los mismos, muestra de ello es que los contratos que debieron otorgarse a franquiciatarios de LyFC se han destinado a empresas privadas que no tenían experiencia en el sector.

La CFE, abundó Aguilar Calvo, otorgó 3 mil 841 contratos a empresas particulares para atender la zona que era de LyFC, desde su extinción y hasta finales de 2010, por los cuales erogó 2 mil 940 millones de pesos; por obras públicas hizo otros 728 contratos a privados por 2 mil 36 millones, y a eso se le suman otros mil 926 millones de pesos por viáticos que pagó la paraestatal del personal que desplazó de otras entidades al Distrito Federal para la prestación del servicio. Encima están los más de 12 mil millones de pesos que se pagaron por liquidaciones.

Esto además, echa por tierra uno de los argumentos en los que el gobierno federal basó la extinción de LyFC, sobre lo caro que resultaba sostener a la paraestatal, ya que lejos de obtener ahorros, se han generado más gastos, finalizó Aguilar.


Solo quedó en promesas