domingo, 14 de mayo de 2017

El hombre fuerte de Peña fracasa en la defensa de los ductos de Pemex

14 mayo 2017 | Jorge Carrasco Araizaga | Proceso
El funcionario de Pemex encargado de cuidar los ductos, el general Eduardo León Trauwitz, dispone de cuantiosos recursos y del apoyo absoluto de la Sedena; por eso llama la atención que en este sexenio haya crecido tanto el delito de robo de combustible en distintos puntos del país, soslayado por años pese a su escandalosa flagrancia. Un reporte de la Auditoría Superior de la Federación muestra serias anomalías en el manejo del presupuesto y la infraestructura para vigilancia en este rubro, pero el gobierno pretende usar los enfrentamientos con las bandas de huachicoleros para promover la nueva ley que respalde sus funciones de seguridad pública.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Desde el inicio de su gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto puso al militar de sus confianzas, Eduardo León Trauwitz, al frente de la seguridad de Pemex. Jefe de escoltas de Peña desde el Estado de México, el ahora general ha tenido grandes beneficios en este sexenio: ascendió de grado militar más pronto que sus contemporáneos, amplió la influencia de su oficina en la empresa pública y obtuvo una fuerza de 2 mil 500 elementos del Ejército y la Marina para su principal tarea, la vigilancia de los ductos de gasolina.

Aunque no es el primer jefe castrense a cargo de la seguridad de las instalaciones de Pemex, el general León Trauwitz ha sido el principal encargado de combatir la "ordeña” de combustible, que viene desde el gobierno de Felipe Calderón pero que se ha agravado en el de Peña Nieto.El Ejército ha sido el principal apoyo del general de Infantería para esta tarea. Pero también ha contado con cuantiosos recursos materiales y económicos, incluidos dos aviones que según los legisladores del PAN terminaron destinados al uso de la Presidencia de la República.

Además, de acuerdo con el reporte de la cuenta pública de 2015 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), otros aparatos aéreos comprados para el combate del robo de combustible fueron usados por el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, sin que se haya comprobado que fue para la "movilidad táctica y estratégica” de funcionarios para la toma de decisiones de "seguridad nacional”, según reportó la reportera Jesusa Cervantes (Proceso 2107).

Aunque el nombre del general León Trauwitz ya se había hecho visible a principios del sexenio, ya que el 31 de enero de 2013 una poderosa explosión destruyó tres niveles de la torre B-2 de Pemex, en la Ciudad de México, el cargo del jefe militar surgió de nuevo en medio de las revelaciones de una probable ejecución extrajudicial de un civil a manos de la Policía Militar (PM), durante una confrontación armada con presuntas bandas dedicadas al robo de gasolina, el pasado 3 de mayo en Palmarito, Puebla.

La PM se ha convertido en la apuesta del secretario de la Defensa Nacional (Sedena), el general de división Salvador Cienfuegos, para mantener la participación de los militares en tareas de seguridad pública, a pesar de su escasa experiencia. Por ello, de la mano del Congreso busca reformar la ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos para que vayan más allá de las funciones de vigilancia que ahora realizan.

Del choque ocurrido en el llamado Triángulo Rojo del robo de gasolina en Puebla, sólo se conocía la versión del Ejército de que efectivos de la PM fueron atacados en dos ocasiones. En la primera, según dijo, con niños y mujeres como escudos humanos. Pero una semana después, el miércoles 10, el periódico Cambio de Puebla dio a conocer un video en el que se ve la ejecución de un civil cuando estaba sometido por los policías castrenses.

El general León Trauwitz pertenece al arma de Infantería. Pero sus posiciones más importantes las ha logrado fuera de la Sedena, al lado de Peña Nieto. Comandante de tropa en sólo dos ocasiones y asesor de mando en dos zonas militares y en una región militar, es maestro en seguridad nacional por el Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav) de la Secretaría de Marina.

Su carrera militar dio un giro cuando logró integrarse al Estado Mayor Presidencial (EMP) como coordinador de seguridad presidencial cuando Vicente Fox llegó a Los Pinos. Con Felipe Calderón estuvo a cargo de la seguridad de los jefes de Estado y de Gobierno visitantes hasta que en 2010 pidió licencia al Ejército para irse al Estado de México a cuidar al entonces gobernador Enrique Peña Nieto, a quien después también resguardó durante la campaña presidencial.

Como escolta del entonces gobernador, cobró en la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado, según su propia declaración de servidor público ante la Secretaría de la Función Pública, en la que sin embargo evitó dar a conocer su patrimonio.

Cuando Peña ganó la República de la República promovió a León Trauwitz, que apenas tenía dos años como coronel, a general brigadier. El nombramiento, que recibió en noviembre de 2012 con el aval del mandatario saliente Felipe Calderón, generó molestia en varios mandos militares, ya que no cumplía con los cuatro años requeridos para el ascenso.

Además, Peña lo colocó al frente de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Pemex, cargo que a un año de haber llegado transformó y elevó a Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE), responsable de la vigilancia, supervisión y la seguridad física de las instalaciones de la ahora denominada empresa productiva del Estado.

Desde ahí, ha tenido el control de cuantiosos recursos para enfrentar a los llamados huachicoleros, dedicados al robo de gasolina en la red de ductos de Pemex.

De acuerdo con una entrevista publicada por en el número 488 de la revista Armas, del bimestre marzo-abril del año pasado, para esa tarea siempre ha tenido el apoyo de militares: "El espíritu de esta subdirección a mi cargo es recibir personal militar que se haya retirado dignamente, ya sea del Ejército, la Fuerza Aérea o la Armada de México, o personal que haya causado baja también de las Fuerzas Armadas”.

Explicó: "Hoy tenemos desplegados permanentemente más de 2 mil 500 elementos de las Fuerzas Armadas y de Pemex a lo largo de 60 mil kilómetros de ductos, quienes se encuentran permanentemente combatiendo este ilícito”, que según sus propias estimaciones pasó de 19 mil millones de pesos a 30 mil millones al año.

Quién vigila al vigilante.