domingo, 16 de abril de 2017

Cercan por corrupción a Emilio Lozoya

Entre los escándalos en los que se ha visto envuelto el exdirector de Pemex, se suma una nueva acusación que lo relaciona con sobornos millonarios. 
14 abril 2017 | Newsweek en Español
El escándalo de corrupción que envuelve a la petrolera brasileña Odebrecht ha puesto en la mira a Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Petróleos Mexicanos (Pemex). En el tiempo en el que estuvo al frente de la empresa estatal, de diciembre de 2012 a febrero de 2016, la firma brasileña obtuvo contratos directos por alrededor de 20 mil millones de pesos. Nuevos datos han surgido en los últimos días sobre la trama y se asegura que el gigante sudamericano recibió una petición en 2014 para pagar ilegalmente cinco millones de dólares como contraprestación por “beneficios indebidos” que le fueron otorgados, según el expediente de la investigación en Brasil.

El pago de este monto por “beneficios indebidos” iba dirigido a Lozoya Austin, según se desprende de la acusación de un exdirectivo de Odebrecht revelada por el Supremo Tribunal Federal de Brasil obtenida por la organización Mexicanos contra la Corrupción. Se desconoce quién solicitó el pago y si este se llevó a cabo. El exdirectivo de Pemex ha dicho a la prensa brasileña, donde en un principio se difundió la acusación, que el señalamiento es una “calumnia” que “difama” a su persona y a su familia. Tanto Pemex, como Odebrecht han descartado hacer comentarios sobre la acusación.

Lozoya ha pedido que se investigue y se castigue cualquier tipo de comportamiento en este sentido. La Procuraduría General de la República (PGR) ha manifestado su intención de llamar declarar al exdirector de la petrolera y a otros 17 directivos por su posible participación en el caso. Esta dependencia ha firmado convenios de colaboración con otros 11 países en relación al escándalo. Además se conoce que el Consejo de Administración de Pemex ha autorizado una investigación interna. No obstante, México es uno de los países en donde las investigaciones no han trascendido.

El caso de Odebrecht ha golpeado a distintos gobiernos latinoamericanos. En Perú, ha ocasionado que se pida investigar al presidente Pedro Pablo Kuczynski por posibles aportes a su campaña; ha producido además una orden de arresto contra el exmandatario Alejandro Toledo, una denuncia contra su sucesor, Alan García, y ha obligado a un tercer expresidente, Ollanta Humala, a negar haber recibido dinero sucio de la empresa.

En Colombia, salpicó al mandatario Juan Manuel Santos. En Argentina alcanzó al jefe de la Inteligencia, Gustavo Arribas, y en Panamá a los hijos del expresidente Ricardo Martinelli. En Brasil, las sospechas rondan al presidente Michel Temer y apuntan directamente al expresidente Luis Inacio Lula da Silva. En México, se sabe que la constructora pagó 10.5 millones de dólares a altos funcionarios de Pemex, según declararon ejecutivos de la empresa brasileña en una Corte de Nueva York. Seis millones habrían sido solo para un cargo.

Pemex dio a conocer en las últimas semanas versiones públicas de cuatro contratos otorgados a la constructora brasileña Odebrecht, tres de ellos firmados durante la administración de Lozoya. No obstante, la empresa no dio a conocer los nombres de los funcionarios que firmaron estos documentos. La dependencia argumentó que los nombres de los funcionarios involucrados “no podrán ser revelados por ahora” debido a la investigación que realiza la PGR.

Pemex mantuvo oculto el contrato de mayor monto otorgado a Odebrecht para la construcción de la segunda etapa norte del gasoducto Los Ramones. El 9 de julio de 2014, Pemex asignó este contrato a la empresa brasileña por mil 200 millones de dólares. La construcción se realizó en alianza con las empresas Techint de Argentina y Arendal de México. Para eludir la licitación y asignar directamente el contrato, la petrolera mexicana recurrió a una intrincada red de empresas filiales creadas en los paraísos fiscales de las islas Vírgenes e Islas Caimán, así como en Holanda, según reveló en un reportaje Mexicanos contra la Corrupción publicado el pasado 15 de febrero.

Los otros escándalos de Lozoya

Emilio Lozoya Austin lideró a la petrolera mexicana durante la histórica apertura del sector a la inversión privada. El funcionario, identificado como uno de los hombres cercanos al presidente Enrique Peña Nieto, dejó la empresa estatal en febrero de 2016 con una producción en declive y pérdidas que ascendían a más de 20,000 millones de dólares.

Un mes después de su renuncia, diputados del Partido Acción Nacional (PAN) presentaron una denuncia ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su contra por posibles actos de corrupción cometidos a la Hacienda Pública y al patrimonio de Pemex. El partido de derecha pidió en su demanda investigar la compra de cuatro aviones por más de 2 mil millones de pesos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la renta de más de dos mil camionetas, por un total aproximado de 4 mil 800 millones de pesos.

La ASF reportó un año después en su informe de la cuenta pública de 2015, que el exdirector utilizó aeronaves oficiales para traslados personales de su casa a sus oficinas y para decenas de viajes a destinos turísticos. En promedio Lozoya gastó 174 mil pesos diarios para hacer 912 viajes a ciudades del país, playas, y también destinos en Estados Unidos. Lozoya realizó un promedio de 2 viajes diarios en helicóptero para transportarse.

La Auditoría planteó la importancia de que Pemex investigue el uso irregular que Emilio Lozoya Austin hizo de aeronaves oficiales durante su dirección en la paraestatal y en su caso aplique las sanciones correspondientes. Se desconoce si la petrolera ya investiga.

Un año antes del informe de la ASF, el diario La Jornada tuvo acceso a información clasificada de la paraestatal que daba cuenta de cómo durante los más de tres años que Emilio Lozoya Austin dirigió Pemex, la paraestatal vio triplicada la alta burocracia en sus pasillos. Las direcciones corporativas pasaron de cuatro a nueve, desde 1992, y se agregaron subdirecciones, gerencias y subgerencias de reciente creación. Esto aumentó en más de 500 las plazas de gerencia dentro de la petrolera.

Este crecimiento en la burocracia fue aceptado y devino en la adhesión de cinco direcciones generales, 24 gerencias y 50 subgerencias. No obstante, contrastó con el despido y jubilaciones anticipadas o voluntarias de 14 mil 694 trabajadores que realizó Pemex en 2015.

El escándalo de Odebrecht que ha cimbrado la política en Latinoamérica, ha puesto en la mira en México a Emilio Lozoya, y amenaza con llevarlo a juicio por corrupción, luego de que testigos del caso en juzgados brasileños lo han involucrado en la trama de sobornos millonarios.