CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La reforma educativa, estandarte de la
administración de Enrique Peña Nieto, no ha rendido frutos hasta ahora,
según el modelo de pruebas estandarizadas a las que el mismo gobierno
federal ha apostado.
Así lo desvelan los resultados de la prueba PISA 2015, a cargo de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), misma
que delineó la reforma educativa de México.
Según las conclusiones de la prueba, a la que fueron sometidos
estudiantes de 15 años al concluir el nivel secundario, el sistema
mexicano está estancado en un “decepcionante” rezago educativo.
“(México) sigue muy rezagado y con problemas muy importantes en el desempeño de sus estudiantes. Su desempeño sigue siendo decepcionante. No es, ni por mucho, lo que sus estudiantes se merecen”, sentenció Gabriela Ramos, directora de Gabinete de la OCDE, al presentar el diagnóstico de la evaluación desde París.
Ubicado en el lugar 59 de 71 países valorados, el puntaje de México
fue de 416 puntos en ciencias, 423 en lectura y 408 en matemáticas, muy
por debajo de los casi 500 puntos promedio en las tres asignaturas.
En comparación con sus propias evaluaciones, México se encuentra en un estancamiento de 15 años.
En el año 2000, cuando nació la prueba, el país obtuvo 422 puntos en
lectura. A 15 años de distancia, sólo se avanzó un punto, para alcanzar
los 423, muy lejos de los 493 puntos de la media.
En matemáticas, durante el mismo periodo, apenas se mejoró 21 puntos
para ubicar al país a 82 puntos de distancia del promedio. En ciencias,
la diferencia con la mayoría es de 77 puntos.
El rezago representa un atraso promedio de 2.5 años. Esto significa
que en México los estudiantes adquieren a los 18 años el conocimiento
que en un país promedio se adquiere a los 15 años de edad.
Para la directora de gabinete de la OCDE, el mensaje es claro: “La
fotografía sigue siendo bastante negativa respecto al desempeño de
México”.
A unas horas de conocer el balance de la evaluación, el secretario de
Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, ofreció una conferencia de
prensa –cobijado por miembros del Instituto Nacional para la Evaluación
de la Educación (INEE)–, donde aseguró que “debemos sentirnos muy
orgullosos” de contar con una reforma educativa que permitirá revertir
los resultados en un periodo aproximado de diez años desde su
implementación.
Luego de que el consejero de la junta de gobierno del INEE, Eduardo
Backhoff, pusiera en perspectiva los resultados de la prueba PISA, Nuño
destacó como “buena noticia” que el país “está por encima del promedio
de los países de América Latina”.
Pero la realidad, según los datos difundidos por la OCDE, es que
México sólo se encuentra por encima de Brasil, Perú y República
Dominicana, de entre todos los países contemplados en el continente.
En comparación con los resultados históricos de México, Nuño
reconoció que “no hay cambios en los últimos 10 años. No hemos visto
mejoras en los resultados. Sí hay mejora en matemáticas”.
El funcionario evadió toda responsabilidad de la administración
actual y concluyó que los malos resultados sólo reiteran “la necesidad
de la reforma educativa, que nos da los instrumentos que necesitamos
para mejorar la calidad de la educación”.
Al término de la conferencia, el funcionario sólo aceptó tres
preguntas. Ahí se contrastó su balance optimista con el referido por la
OCDE, a lo que Nuño respondió:
“La respuesta es obvia: nadie en México se puede sentir satisfecho
con estos resultados. Si los tuviéramos no hubiera sido necesaria una
reforma educativa que, como lo ha dicho el presidente, es la más
importante de todo el sexenio. De lo que sí nos sentimos satisfechos, y
todos debemos estar orgullosos, es que hoy por primera vez podemos decir
que hay una reforma para poder mejorar”, fueron sus palabras.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso