Carlos Fernández-Vega / México SA
La elección presidencial en Estados Unidos está prácticamente a la vuelta de la esquina, y el denominado
voto latinotendrá un peso fundamental a la hora del conteo definitivo. Todo apunta a que será cancelada la amenaza Trump, pero los mexicanos de aquí y allá no librarán la de Hillary.
A poco menos de un mes de los comicios en el vecino del norte, el
Centro de Investigación Pew divulgó ayer su nueva encuesta sobre el
potencial del llamado voto
latino, y de sus resultados se toman los siguientes apuntes. Va, pues.
Se estima que el número de hispanos-estadunidenses con derecho a voto alcanzará un récord de 27.3 millones, un aumento de casi 4 millones respecto a 2012. Sin embargo, la encuesta revela que la proporción de votantes hispanos registrados que dicen estar
absolutamente segurosde que participarán en los comicios del próximo 8 de noviembre resulta menor que la de 2012 (70 por ciento ahora, contra 77 por ciento cuatro años atrás).
Entre los votantes hispanos registrados hay algunas diferencias notables a la hora de planificar el voto. Por ejemplo, aquellos de 36 años o más son propensos a decir que votarán (74 por ciento del total), mientras es menor la proporción de adultos más jóvenes (62 por ciento). También hay una diferencia entre los votantes hispanos registrados por el idioma.
Aquellos que hablan inglés, ya sea como su idioma principal o por ser bilingües, también son más propensos a decir que votarán (69 y 73 por ciento, respectivamente) con respecto a aquellos cuyo idioma principal es el español (58 por ciento). Los votantes hispanos registrados con niveles más altos de educación son más proclives a decir que están seguros de que van a votar. Es así en 58 por ciento de los que tienen una educación inferior a la secundaria, 60 por ciento entre los que cuentan con diploma de secundaria y 75 por ciento entre los que tienen algo de educación universitaria o más.
En comparación con 2012, la proporción de cada subgrupo demográfico importante de los votantes latinos registrados que dicen que están absolutamente seguros de que van a votar es hacia abajo. Este descenso fue marcado entre los latinos que dominan el inglés (12 puntos porcentuales), los llamados millennials (13 puntos) y los que tienen algo de educación universitaria o más (10 puntos).
La nueva encuesta preguntó a este grupo de votantes hispanos si van a emitir su voto en noviembre. Como la fecha electoral se acerca rápidamente, sólo 30 por ciento de los hispanos registrados dijeron estar absolutamente seguros de que votarán.
Entre los votantes latinos registrados que dicen estar
absolutamente segurosde que van a votar en las próximas elecciones, el 20 por ciento lo harán por primera vez. Alrededor de 3.2 millones de jóvenes latinos entraron en la edad adulta entre 2012 y 2016, lo que representa tres cuartas partes del crecimiento en el electorado latino. Además, hay otros subgrupos demográficos latinos que tienen una gran proporción de votantes de primera vez.
Alrededor de una cuarta parte (26 por ciento) de los votantes latinos que hablan español como su idioma principal votarán por primera vez este año. En comparación, 16 por ciento de los votantes latinos registrados que dominan el inglés estará votando por primera vez este año. Y aquellos con grado de secundaria son más propensos que los que tienen algo de educación universitaria, o más (31 contra 16 por ciento).
Cuando se trata del interés en las elecciones presidenciales
de este año, el nuevo estudio revela que 67 por ciento de los votantes
latinos registrados dicen que han pensado
muchoal respecto. Esto está por debajo del nivel de entre todos los votantes registrados (80 por ciento dijo
bastante), y es similar al nivel de interés entre los votantes hispanos registrados en la última elección presidencial (61 por ciento). Entre los votantes hispanos registrados, 70 por ciento nacieron en Estados Unidos, y aseguran
pensar muchoacerca de la elección.
Los votantes registrados de origen mexicano son menos propensos que
otros hispanos que sopesan el proceso electoral (62 contra 76 por
ciento). El interés en la elección varía en gran medida con los niveles
de educación: 77 por ciento de los hispanos votantes registrados con
alguna educación universitaria o más han
pensado muchoen los comicios, en comparación con 57 por ciento de los que cuentan con la secundaria concluida y 50 por ciento de aquellos que tienen menos de un grado de secundaria.
En los últimos años, muchos estados del vecino del norte han aprobado
o cuando menos considerado leyes que obligarían a los votantes
potenciales a mostrar una identificación oficial con foto antes de
emitir su voto el día de la elección. Actualmente, según la Conferencia
Nacional de Legislaturas Estatales, 16 estados tienen tales leyes
vigentes en 2016. Esta evolución podría tener un impacto en el número de
votantes latinos. En conjunto, estos estados contienen 37 por ciento de
todos los votantes latinos.
De acuerdo con la nueva encuesta, el 97 por ciento de los votantes
hispanos registrados dicen estar seguros de que tienen la identificación
necesaria para emitir su voto; entre los votantes hispanos elegibles
que no están registrados para votar, 85 por ciento dicen lo mismo. A
través de los 16 estados que requieren una identificación con foto, 98
por ciento de los votantes registrados hispanos dicen que poseen la
documentación necesaria para votar. Entre los latinos que aseguran que
no votarán el 8 de noviembre, la primera razón citada para fundamentar
su negativa es la aversión a los candidatos.
Según el resultado de la encuesta, Hillary Clinton tiene una ventaja
de tres a uno sobre Trump entre los votantes latinos registrados. El 58
por ciento de ellos dicen que sufragarían a favor de Clinton si las
elecciones fueran ahora, mientras 19 por ciento lo harían por el
empresario. Dicho margen resulta similar al de los votantes latinos
registrados antes de la última elección presidencial.
Las rebanadas del pastel
Nuestro gobierno no deja de cosechar premios por su exitosa política económica y social. En su más reciente informe (Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016)
la Organización Internacional del Trabajo subraya que “todos los países
en desarrollo y emergentes analizados registraron una reducción en la
brecha de la pobreza… excepto México”. Y en ello mucho tuvieron que ver
los salarios.