
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La comunidad zapoteca de Juchitán, Oaxaca,
presentó este martes más de 29 mil firmas para exigir al Tribunal
Colegiado que ratifique la suspensión de Eólica del Sur, un proyecto en
el Istmo de Tehuantepec para abastecer de electricidad una planta de
Fomento Económico Mexicano (FEMSA), principal distribuidor de Coca Cola
en el país.
El pasado 12 de octubre, la comunidad zapoteca, apoyada por expertos y
organizaciones de la sociedad civil, logró suspender el proyecto
después de demostrar que el proceso de consulta no respetó el convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un grupo de expertos detectó varias inconsistencias en la
Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) otorgada por la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre ellas que la
empresa ocultó información sobre las consecuencias negativas de la
planta eólica en toda la Selva Baja Espinosa y parte del Corredor
Biológico Mesoamericano.
Para conseguir la MIA, la empresa tuvo un aliado poderoso: Rodolfo
Lacy Tamayo, socio fundador de Especialistas Ambientales S.A. de C.V.,
la misma que realizó la MIA del proyecto en 2014. Pero, además, desde
que Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia de la República, el 1 de
diciembre de 2012, Lacy ha fungido como subsecretario de Planeación y
Política Ambiental de la Semarnat.
Otro grupo de expertos demostró en un amicus curiae que la Secretaría
de Energía (Sener) había aprobado los permisos y autorizaciones antes
de realizar la supuesta consulta.
Sin embargo, el pasado jueves 9 Carlos Alberto Osogobio Barón, juez
séptimo de Distrito en Salina Cruz, Oaxaca, levantó la suspensión del
proyecto con el argumento de que la consulta se realizó conforme a los
estándares internacionales.
El representante de la comunidad, Ricardo Lagunes, promovió un amparo
en el que subrayó las inconsistencias de la decisión del juez Osogobio,
y pidió al Tribunal Colegiado que solicite a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) atraer el caso.
En la petición en línea, Alfredo Saynes, un integrante de la
comunidad zapoteca de Juchitán, lamentó que “la mayoría de estos
proyectos, como Eólica del Sur, fueron autorizados por el gobierno
federal sin respeto a nuestra autodeterminación y sin un proceso
adecuado de consulta previa, libre e informada”.
Para financiarse, el proyecto recibió 75 millones de dólares del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que aparece bajo la
matrícula ME-L1107, y consiste en “la construcción de una planta de
energía eólica de 396 KW en Oaxaca y la infraestructura asociada, en la
área (sic) del Istmos (sic) de Tehuantepec. El Proyecto proveerá energía
al Fomento Económico Mexicano SAB de C.V. (FEMSA) bajo el marco legal
del Programa de Autoabastecimiento”, destaca el documento.
En marzo de 2011, al anunciar el arranque del proyecto, se informó
que 85% de la energía producida será consumida por FEMSA Comercio
(OXXO), Coca-Cola FEMSA México y FEMSA Insumos Estratégicos, y el resto
se destinará a las plantas de la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma.
Según el Centro Mexicano para el Derecho Ambiental (Cemda), “el
proyecto Eólica del Sur es el primer megaproyecto de inversión en el
sector energético que se presenta después de aprobada la reforma
energética”.
En su petición, Saynes precisó: “Nuestra comunidad no se opone a la
energía eólica en sí misma, sino a la forma en que se nos imponen estos
proyectos violando nuestros derechos humanos”.
Fuente: Proceso
Fuente: Proceso