Participación del Maestro Luis Lozano / Fundador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM / Programa Frecuencia Laboral del sábado 19 de marzo del 2016
El salario aumentó el primero de enero, como
cada año, y ya no vuelverá a incrementarse sino hasta el próximo año. En
cambio los precios sí crecen mes con mes. Y con la devaluación del peso
frente al dólar, los aumentos en los productos básicos reportan un
incremento de precio importante. Un caso es el de las medicinas, que han
subido entre 50 y 100 pesos, lo cual es exagerado, pero así es.
Hace dos días hubo un anuncio oficial del
Instituto Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot)
que es un organismo que otorga crétidos para el turismo y otras
necesidades de los trabajadores. Y en el informe que brindaron, señalan
que el 70 por ciento de los préstamos que obtienen los trabajadores por
esta vía, los destinan para los alimentos básicos, ante la insuficiencia
del ingreso de los trabajadores recurren a esta opción.
Mucha población recurre a las tarjetas de
crédito, nte la falta de ingreso digno, recurren a la deuda y no pagan
-caen en cartera vencida- porque los créditos se vuelven impagables, por
falta de recursos.
Eso entra en contradicción con las
declaraciones en el sentido de que el mercado interno está muy bien, lo
cual no es creíble. ¿Cómo una población que no tiene un nivel de ingreso
que le permita cubrir sus necesidades mínimas, puede consumir si no
tiene los recursos?
Y esto repercute en la pérdida de empleo,
porque si no se consume no se vende y eso, a su vez, provoca que los
patrones bajen su contratación. Es una política que no cambia, pese a
que lleva 40 años sin dar buenas cuentas.
Y la caída del poder de compra no es sólo por la carestía, sino por la reducción del salario.
De 3 años a la fecha, un trabajo que ofrecía
un ingreso de 6 mil pesos, ahora l para el mismo puesto paga 4 mil o 3
mil pesos, pero sin prestaciones. Y de ahí el empobrecimiento de la
población que no disminuye. México es una fábrica de pobres.
Los consumidores no tienen nada qué celebrar en
"El Día Mundial del Consumidor", lo que hay que hacer es organizarse.
Los trabajadores tienen que defender sus derechos. Hay que oponerse al
deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores.