Washington (proceso.com.mx) – Con ironía y burla, los diarios más
influyentes de Estados Unidos destacaron en sus primera planas la fuga
de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera de la prisión de alta seguridad del
Altiplano.
“Capo mexicano de las drogas escapa de prisión… otra vez”, tituló el diario The Washington Post su artículo de primera plana.
Ambos rotativos indican que la fuga, “la segunda de El Chapo” en su
carrera como narcotraficante, desató inmediatamente una masiva cacería
del narcotraficante.
“El Chapo Guzmán, el narcotraficante más famoso del mundo escapó de
una prisión de máxima seguridad en México, por segunda ocasión en su
carrera criminal. El espectacular boquete de seguridad lanzó una amplia
cacería este domingo”, matiza el Washington Post con un claro tono de
ironía.
“La fuga de la prisión humilla al gobierno de Pena Nieto, que había
proclamado que el arresto de Guzmán y de líderes de otros cárteles eran
logros cruciales para restablecer el orden y soberanía de un país
golpeado por los horrores de la violencia asociada con el crimen
organizado”, matizó The New York Times.
El diario neoyorquino resalta además que poco después de la captura
de “El Chapo” en 2014, Peña Nieto declaró a una cadena de televisión
estadunidense que era responsabilidad de su gobierno garantizar que el
líder del Cartel de Sinaloa no volvería a escapar de la cárcel, como ya
lo había hecho en 2001.
The New York Times agrega que la “espectacular fuga de El Chapo, más
espectacular ésta que la primera”, creara presión en el gobierno
mexicano para que cada vez que se capture a un narcotraficante
importante, agilizar su extradición a Estados Unidos. “La aplicación de
la ley por muchos años ha sido siempre un reto para México, y el caso de
El Chapo es el ejemplo más reciente de esto”, agrega The New York
Times.
La fuga de El Chapo, “promete ser una discrepancia mayor entre las
relaciones de México y Estados Unidos”, establece el Washington Post, en
referencia a que desde que fue capturado el líder del cartel de
Sinaloa, el gobierno estadunidense de manera informal habló con sus
contrapartes mexicanos para que el capo fuera extraditado.
“Por la forma como lo hizo, su fuga sugiere que la operación de su
rescate fue muy bien planeada y financiada, y podría incurrir a la
complicidad de funcionarios de la prisión”, añade el Washington Post, el
más importante e influyente periódico de la capital estadunidense.
“Desde hace año y medio el líder del cártel de Sinaloa había estado
encarcelado en el Altiplano, una prisión establecida en medio de una
zona rural al Oeste de la Ciudad de México y descrita como la más
impenetrable, donde están encerrados los capos del narcotráfico que han
sido detenidos”, remata The Washington Post con un tono irónico.