El Día del Niño es un día
consagrado a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo
y destinado a actividades para la promoción del bienestar y de los
derechos de los niños del mundo
CIUDAD DE MÉXICO, 30 de abril.- No todo ha sido risas y juegos. También hubo muertes. Y daños colaterales.
Este día especial, dedicado a los niños, es una tradición no sólo verlos, sino hacerlos felices. Los adultos mismos se sienten cómodos este día en el que surge los niños que habitan nuestra piel. Sin embargo, insititucionalizar al 30 de abril como el Día del Niño se debió a varios factores.
En 1954, la Asamblea General de las Naciones
Unidas recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal
del Niño y sugirió a los gobiernos estatales que celebraran dicho Día,
en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente. La ONU celebra
dicho día el 20 de noviembre, en conmemoración a la aprobación de la
Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.
Si bien en México se conmemora cada 30 de abril, no es así en
todos los países. En Colombia se celebra el último sábado de abril, en
Paraguay el 31 de mayo, y en Venezuela el tercer domingo de junio, por
mencionar a algunos.
El origen fue la primera guerra mundial
Sin embargo, hay una historia en los archivos de México que define cuándo se decidió honrar a los menores.
Consta un acta exhibida en una notaría pública en Ciudad Victoria, Tamaulipas, que el día del niño fue instaurado el 8 de mayo de 1916
en la ciudad de Tantoyuca, Veracruz; sin embargo, el 30 de abril de
1924 , tras firmarse la “Declaración de Ginebra”, siendo presidente de
la República Álvaro Obregón, se establece el 30 de Abril como la fecha
oficial para celebrar el Día del Niño.
México se sumó a la Convención de Ginebra, para velar por el bienestar de la infancia, el cual se había visto vulnerado tras la Primera Guerra Mundial.
Con esta declaración también se establecieron las garantías de los niños mexicanos.
Tras la devastación el mundo reparó en los efectos
negativos que tenían los conflictos bélicos en la población civil, en
particular entre los niños.
Es por ello que en la Convención de Ginebra se emitió la Declaración de los Derechos de los Niños.