* Eliminan Plazas de Trabajadores con Mayores Salarios y Aumentan las de Bajos Salarios
*Necesario Acabar con Gastos Innecesarios como el Avión Presidencial, Salarios Honerosos y Gasto Electoral.
*El recorte presupuestal equivale a no incrementar el presupuesto en 2015
*La Deuda Pública Interna y Externa ya es Superior al 50% del PI
Por la Maestra Josefina Morales Ramírez, Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Frecuencia Laboral del 24 de enero del 2015
El ajuste preventivo a las finanzas públicas en 2015 provocará
un menor crecimiento de la economía y, con ello, un deterioro de las
condiciones de vida y trabajo de mexicanos, pues reducirá gastos en casi
todo, menos en los ingresos de los altos funcionarios públicos…El
ajuste del gasto es necesario, sí, pero sobre los ingresos de los altos
funcionarios, de los ministros de la suprema corte, de los senadores y
diputados; en gastos innecesarios como el avión presidencial y el gasto
electoral.
El proyecto de presupuesto presentado en
octubre del 2014 a la Cámara de Diputados y el aprobado en noviembre, se
realizó bajo supuestos económicos que se echaron abajo en diciembre del
año pasado y enero del 2015: el precio del petróleo cayó más de un
cincuenta por ciento, el peso se devaluó superando los 15 pesos por
dólar y los pronósticos deportivos sobre el crecimiento empezaron a
ajustarse, otra vez, hacia abajo.
El 30 de enero del 2015 el Secretario de
Hacienda, Luis Videgaray, anunció que a pesar de que “las finanzas
públicas se encuentran en una posición sólida para enfrentar la
volatilidad internacional durante 2015” ya que se tiene reforma
hacendaria, coberturas para la caída del precio del petróleo y la
renovación de la línea de crédito (preventiva) del FMI por 75 000
millones de dólares, se inicia un ajuste preventivo y una revisión de la
estructura del gasto público. Anunció “medidas de responsabilidad
fiscal para mantener la estabilidad”, aunque, en principio, no se
anuncie ninguna medida fiscal. El ajuste preventivo es porque para 2016
el panorama será peor.
Lo que se anunció es un recorte del gato de 124
mil millones de pesos, equivalente a 0.7% del PIB y son equivalentes a
2.6% del presupuesto aprobado y a 6.3% de los impuestos que se estimaban
se recaudarían durante el año.
Los ingresos presupuestarios aumentarían 187
mil millones de pesos y el gasto 209 mil millones, alrededor de 4.5% en
términos nominales y 1.2%, en tasa real, sin inflación, respecto al de
2014. Con el recorte el incrementó será, si bien les va, de apenas 0.5%,
lo que es equivalente a no incrementar el presupuesto, cuando la
inflación oficial del año pasado fue del 4% y este año, con la
inestabilidad monetaria, no podemos fácilmente estimar cuál será su
alcance real, lo que si sabemos es que no será la inflación que el
gobierno pronostica para mantener controlados los salarios.
Al contrario, se anuncia, como habíamos
señalado en la nota anterior: cancelación de plazas eventuales y por
honorarios que también incidirá negativamente en los trabajadores
contratados por outsourcing que son una buena cantidad en el sector
público; la cancelación de algunos subsidios -sin especificar- y la
suspensión indefinida del proyecto estrella del sexenio, el Tren bala
México-Querétaro, que, como todos sabemos, volvió a licitarse por
conflictos de interés. (Leer
Noticia Relacionada: “MÉXICO EN LA DESCOMPOSICIÓN SOCIO-ECONÓMICA”
link:
http://www.frecuencialaboral.com/economiadecrepitudycrisispolitica2015.html)
También se anuncia recorte en la partida de gastos personales y en comunicación social, sin tocar la propaganda electoral.
Asimismo se presentó un informe sobre la
situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública en el que
se reconoce que ésta alcanzó 38.3% del PIB y como saldo histórico de los
requerimiento financieros del sector público ascendió a 41%, y si le
sumamos la deuda externa del sector privado, el total seria ya superior
al 50% del PIB y si le agregáramos la deuda de los hogares…
El ajuste de las finanzas públicas afectará en
mayor medida a Pemex y CFE, lo cual las orilla a una entrega más rápida
al capital extranjero en condiciones extremadamente desventajosas para
el país.
Insisten en la recuperación del crecimiento
económico en el cuarto trimestre del año pasado, sin dar los datos, pues
los que se tienen hablan en sentido contrario: difícilmente el PIB
durante el año pasado habrá crecido más de 2.2%, tasa que duplica el
raquítico 1.1% del primer año de Peña Nieto y da un promedio para el
primer bienio de 1.6%, equivalente a un per cápita alrededor del 0.5%.
Se habla del crecimiento del empleo durante el
año pasado, 715 mil nuevas plazas, pero no se habla de la calidad del
empleo; ni de la concentración del ingreso que se acentúa. Al tercer
trimestre de 2014, se habían creado 785 429 puestos de trabajo con
salarios equivalente a entre dos y tres salarios mínimos, pero se habían
perdido más de 350 000 con ingresos entre tres y cinco salarios mínimos
y más de 220 000 con ingresos superiores a cinco salarios mínimos. En
otras palabras, predomina la creación de puestos de trabajo precarios.
La encuesta nacional de ingreso y gasto de los
hogares en 2012 exhibe la desigual creciente: más del 70% de la
población recibe ingresos menores a 2.1 salarios mínimos; 16.2% entre
3.8 y 5.2 salarios mínimos; en contraste, apenas 0.07% recibe más de un
millón de pesos, equivalentes a 42.3 salarios mínimos al año y 0.02 más
de tres millones de pesos, más de 125 salarios mínimos. Y los impuestos
que se recaudan siguen siendo de los más bajos del mundo, apenas del 10%
del PIB, en donde sigue aumentado el peso del IVA más que aumentar los
impuestos sobre los altos ingresos, sobre los ingresos financieros.
En el informe de Hacienda, se registra el monto
de los fondos de estabilización que alcanzan 78 972 millones de
dólares; no mencionan las reservas que están en 193 251 millones de
dólares al 16 de enero de este 2015. Sin embargo, sabemos que esos
recursos que no se consideran para impulsar el desarrollo, sino para
garantizar la estabilidad monetaria que no existe.
El ajuste preventivo anuncia así una
contracción del gasto que incidirá, otra vez, en un menor crecimiento de
la economía y, con ello, en un deterioro de las condiciones de vida y
trabajo.
El ajuste del gasto, hay que insistir, es
necesario, sí, pero sobre los ingresos de los altos funcionarios, de los
ministros de la suprema corte, de los senadores y diputados; sobre el
gasto innecesario como el avión presidencial y sobre el gasto electoral.
Combatir la corrupción empezando por la
información transparente de los ingresos del Presidente y sus
secretarios; realizar auditorías sobre las licitaciones realizadas en
los dos años de este sexenio y en el pasado sexenio, tanto federales
como estatales.
La lucha contra el narcotráfico y el crimen
organizado debe incluir a los flujos financieros ilícitos y a la riqueza
empresarial asociada.
La crisis de Estado en la que está sumergido el
país no puede superarse con la criminalización de la protesta social ni
con el carpetazo a los crímenes de Ayotzinapa y a la desaparición
forzada de 42 estudiantes.