domingo, 25 de enero de 2015

Un desastre, la herencia del virrey Castillo

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Alfredo Castillo Cervantes se enteró de su salida como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán días después del martes 13, cuando compareció ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Ahí los legisladores de oposición cuestionaron los resultados que obtuvo el funcionario en ese estado, donde la violencia no cesa y el crimen organizado sigue haciendo gala de su poder.
25 enero 2015 | Francisco Castellanos J. y José Gil Olmos | Proceso
Pero pesó más en su remoción que los principales precandidatos a gobernador del PAN, el PRD y el PRI le pidieron al presidente Enrique Peña Nieto que lo sacara del escenario electoral, pues su fracaso en la encomienda de pacificar Michoacán se había convertido ya en un obstáculo político.

"La decisión de la Presidencia de la República de remover a Castillo Cervantes obedece a no entorpecer el proceso electoral que ya inició", dijo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el jueves 22 en el patio del Palacio de Gobierno de Michoacán.

Al día siguiente el ex funcionario declaró en entrevistas radiofónicas: "Desde octubre yo platicaba con el secretario de Gobernación. Se consideraba cuál era la postura de los partidos políticos, de los candidatos, cuando existieran. Llegó diciembre, con lo de La Ruana (la escaramuza entre las fuerzas de El Americano y de Hipólito Mora, que dejó 11 muertos) y posteriormente se cumplió un año: era un momento ideal, ya había candidatos".

Para entonces la precandidata panista Luisa María Calderón, el priísta José Ascensión Orihuela y el perredista Silvano Aureoles ya habían pedido al gobierno federal que disolviera la figura del comisionado para Michoacán. Los enfrentamientos en La Ruana, el 16 de diciembre, y el del miércoles 7 en Apatzingán, con nueve muertos, precipitaron la decisión.

El viernes 23 Castillo insistía ante los medios que dejaba "un estado diferente", cuyo problema ya no es la seguridad pública ni el crimen organizado, cuando se difundió que dos soldados fueron abatidos por un grupo armado en el municipio de Ecuandureo, donde patrullaban.

SEGURIDAD PENDE DE ALFILERES

El ex presidente municipal de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, advierte al respecto: "No se puede llamar pacífico a un estado donde los enfrentamientos y emboscadas están a la orden del día. Hubo recientemente cinco decapitados en Uruapan, los 11 muertos en La Ruana, los nueve en Apatzingán y los rurales emboscados en Arteaga y Aquila; eso lo desmiente. Tan sólo este viernes 23 mataron a dos soldados en Ecuandureo. La seguridad de varios municipios pende de alfileres y la salida del comisionado no tapa la guerra que se vive en Michoacán".

Para él, "Castillo mintió, maquilló la realidad y siempre entregó cifras alegres, no sólo a los michoacanos sino también a sus jefes. En las oportunidades que tuve de hablar con funcionarios federales me decían que tenían datos diferentes a los nuestros sobre la realidad de Michoacán. Siempre respondí que el tiempo nos daría la razón, y así fue".

Y el padre Gregorio López, vicario de la catedral de Apatzingán, entrevistado telefónicamente mientras viaja a Estados Unidos para buscar asesoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuestiona:

"¿Ahora qué sigue? ¿El gobernador Salvador Jara Guerrero tomará las riendas o seguirá siendo un títere del sistema corrupto? ¿Hasta cuándo girará las órdenes de aprehensión en contra de Los Viagras y el grupo del H3, que son los aliados de Castillo y que están bajo el mando de ‘La Tuta’ y ‘El Micheladas’? ¿Cuántos muertos faltan para que se frene esta máquina asesina? ¿Hasta cuándo pararán la fábrica de drogas sintéticas? ¿Dónde están los arsenales de armas que ostentaban los rurales?"

ABANDONO FEDERAL

El secretario de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Apatzingán, Gonzalo Zaragoza Méndez, señala que el gobierno de Peña Nieto nunca tiene como "apestada" a esta región, pues desde el arribo de su paisano Castillo cerraron más de mil 400 negocios sólo en su municipio.

La lucha de los comerciantes, productores y empresarios michoacanos para que el gobierno federal voltee hacia ellos, dice, tiene casi dos años.

Como ejemplo de los problemas del sector, señala que con el cierre de mil 400 negocios, la participación de Apatzingán en el Producto Interno Bruto estatal, que era de 14 o 13%, bajó a 10%.

Este puede ser un indicador de los efectos que tendrá la situación en el estado, dice el líder empresarial, e informa que con 27% de avance en el censo económico de 2014, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) lleva contabilizados 8 mil negocios cerrados en la entidad por la inestabilidad económica y la inseguridad.

"Pedimos apoyos reales, pedimos una convocatoria del Instituto Nacional del Emprendedor desde octubre del año pasado y hace días nos dijeron que fue rechazada porque Apatzingán no estaba incluido en los municipios de la Cruzada Contra el Hambre o contra la inseguridad, que son 400, cuando en esta ciudad las ejecuciones, los robos y la quema de negocios son el pan de cada día", denuncia Zaragoza.

Durante la presentación de los avances del censo, el 13 de febrero de 2014, el delegado del Inegi, Leobardo Gaytán Guzmán, informó que hasta ese momento un millar de encuestadores habían visitado 47 mil establecimientos, de un total superior a 250 mil en la entidad.

Aclaró que aún no se trataba de información oficial, pero adelantó que se había registrado el cierre de 8 mil establecimientos, 5 mil 310 de los cuales son definitivos: mil 665 por la situación económica; 139 debido a la inseguridad o a consecuencia de un delito, mientras de 2 mil 565 no se sabe el motivo y 941 fueron por otra causa.

‘DESAPARECEN’ ESTABLECIMIENTOS

En tanto que los 2 mil 690 restantes, dijo Gaytán, "no los encontramos en campo; no sabemos si cerraron, cambiaron de domicilio o qué sucedió con ellos". Precisó que el censo concluirá en julio próximo.

Lo grave, enfatiza el dirigente de la Canaco en Apatzingán, es que los programas prometidos por Castillo están "desaparecidos", nunca llegaron al municipio, cuya economía no ha podido levantarse. Cita el caso de los microempresarios que no han tenido acceso a créditos de la banca comercial y por eso dejaron de pagar a proveedores y a empleados.

"Es mentira que haya llegado la estabilidad económica y social a Tierra Caliente, nada más falso", opina.

Y relata que varios integrantes de la Canaco local solicitaron reunirse con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y con el presidente Peña Nieto "para darle una visión de la realidad y que no le brinque un estallido social, pues la gente está con hambre y la sangre puede llegar al río".

Desde el año pasado el organismo empresarial denunció ante los medios que 160 comercios habían cerrado por culpa del crimen organizado en Apatzingán. Por esa razón, y en vista de sus fuertes pérdidas económicas, la Canaco local formalizó su negativa a pagar impuestos municipales, estatales y federales. Los comerciantes solicitaron al entonces comisionado Castillo que intercediera ante el presidente, pero ni siquiera obtuvieron respuesta.

EL DESASTRE

"En Michoacán ha cerrado más de 25% del pequeño comercio, es decir, ha bajado la cortina uno de cada cuatro", revela en entrevista Cuauhtémoc Rivera Ramírez, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes Plutarco Elías Calles.

Agrega que la inseguridad deprimió la economía de los ayuntamientos michoacanos, pero también la de las familias: "No sólo hay cierre de pequeños comercios, que son familiares y están en los barrios; también se notó un desabasto de bebidas, alimentos, galletas y pan".

Y si bien Michoacán tenía registrados entre 30 mil y 40 mil pequeños comercios, muchos emigraron y otros se dedican a otra cosa, porque ya no les alcanzó ni para rentar su local.

Rivera Ramírez informó que el año pasado las ventas de los integrantes de su asociación bajaron de 85 a 90%, sobre todo cuando estallaron los conflictos entre Los Caballeros Templarios y las autodefensas.

En un balance de la gestión de Castillo en Michoacán, el ex presidente de Tepalcatepec Guillermo Valencia considera que "lo primero que hizo mal fue que llegó creyendo que en Michoacán todos éramos templarios. No se dio cuenta de que había gente buena y muchas personas eran víctimas de los abusos criminales. Después creyó ciegamente en los grupos de autodefensa, pensó románticamente que era pura gente buena que se levantó en armas contra los malos, cuando en realidad había intereses criminales detrás, aprovechándose de mucha gente".

Advierte que el enviado de Peña Nieto les dio apoyo a criminales como Juan José Farías, "El Abuelo", y les dejó el campo libre para violar la ley, además de permitir que muchas personas que llegaron con ellos cometieran abusos, extorsiones y secuestros.

En resumen, remata Valencia, el ex comisionado Castillo "mintió, maquilló la realidad, pactó con criminales y los empoderó en lugar de aplicar la ley sin distingo. Fue un desastre y eso dejó en el estado".

Fuente: Proceso