La desaparición física de
don Julio Scherer García se ha producido en momentos en que el
periodismo mexicano no ofrece suficientes ejemplos de rigor y ética
profesionales. A diferencia de lo hecho por don Julio a lo largo de su
vida, los vaivenes partidistas en el ejercicio del poder y el predominio
del factor empresarial en las cúpulas mediáticas han llevado a buena
parte del periodismo actual a niveles de expresa complacencia con los
gobernantes en turno (fenómeno agravado con el retorno al poder del PRI y
sus métodos
tradicionalesde control, con el emblemático David López como eje lubricante desde Los Pinos).
Las relaciones entre el poder y el periodismo siguen supeditadas a los mecanismos de coacción y corrupción, con los presupuestos de publicidad de los gobiernos (el federal y los estatales) como instrumento de castigo o premio a los medios de comunicación, conforme a la conducta que asuman frente a los intereses e imposiciones de las autoridades. La multiplicidad de vías informativas que la modernidad facilita no ofrece (salvo excepciones que los lectores o la audiencia tienen muy presentes) pluralidad ni sentido crítico genuino, pues el
manejonoticioso está supeditado a los intereses de las cúpulas (específicamente, a las
orientacionesde los
jefes de prensao coordinadores de comunicación social) y la paleta de opiniones suele contar solamente con los colores cercanos a la pictórica oficial.
Hay, desde luego, excepciones en radio (Carmen Aristegui, de manera notabilísima), en revistas (Proceso, como ejemplo histórico, y Contralínea) y en diarios (La Jornada, que es una comunidad de periodistas sin patrón o accionistas dominantes, o Reforma, que con eficacia empresarial se ha garantizado independencia editorial). Pero en términos generales el periodismo mexicano está en deuda con su momento y su circunstancia. En ese contexto tiene plena vigencia el histórico episodio de la salida de Scherer y un notable grupo de periodistas del Excélsior y la posterior apertura de Proceso y Unomásuno, diario éste del que a su vez se desprendió otro segmento de periodistas para fundar La Jornada. En este México tan agraviado por los poderes es menester retomar y ejercer el oficio doctoralmente ejercido por don Julio. Más que homenajes y palabras sentidas (provenientes en varios casos de políticos y periodistas que han practicado justamente lo contrario de lo que significa Scherer), este México en crisis necesita un periodismo digno, crítico, honesto, como lo hizo durante décadas quien este miércoles salió en busca de una improbable entrevista que tal vez nunca será leída.
La violencia física ha sido otro mecanismo de los poderes para condicionar y amordazar el ejercicio periodístico, sobre todo en los ámbitos estatales y municipales, fuera del entorno privilegiado de la capital del país. México se ha convertido en un punto rojo en el mapa mundial de agresiones a periodistas, con amenazas, secuestros, torturas y muerte generalmente regidas por la impunidad (una forma didáctica de potenciar el mensaje), si acaso medio atendidas con cargo a chivos expiatorios de poca monta. Frente a la cascada de agresividad contra periodistas el Estado sólo maneja discursos
dolidos, ofrece investigaciones
a fondoy pone en juego sus mecanismos de simulación como son las comisiones nacional y estatales de derechos humanos y los
mecanismos de protecciónpergeñados por la Secretaría de Gobernación.
El odio contra el periodismo crítico, y en especial contra sus
vertientes sarcásticas, de humor incisivo, se expresó ayer en París
durante un ataque de enmascarados contra miembros del semanario Charlie Hebdo,
que había publicado desde años atrás caricaturas que parecieron
irreverentes e inaceptables para practicantes del islamismo. A reserva
de que se precise la autoría de ese ataque (las primeras versiones
apuntan claramente al terrorismo musulmán, en específico a Al Qaeda,
aunque en este mundo revuelto no todo es como parece), conviene
reivindicar el sentido crítico del periodismo ejercido con autenticidad y
rechazar los actos de violencia en su contra. Seis diarios europeos
publican hoy un editorial compartido, bajo el título de
Seguiremos publicando, en uno de cuyos párrafos aseguran
continuaremos informando, investigando, entrevistando, editorializando, publicando y dibujando sobre todos los temas que nos parezcan legítimos, en un espíritu de apertura, enriquecimiento intelectual y debate democrático. Que así sea, allá y acá. En Europa y en México. En todos lados.
Astillas
El accidentado curso gubernamental de Javier Duarte en
Veracruz ha entrado en una fase de confrontación hasta con personajes
priístas que impugnan el establecimiento de una minigubernatura de dos
años, lo que permitiría la instalación de alguien cercano al actual
mandatario, pues los aspirantes fuertes no querrían desgastarse por un
periodo breve, y la designación de un fiscal transexenal, al estilo
peñista… Dos cercanos a Marcelo Ebrard han renunciado al PRD, lo que
podría anunciar una decisión parecida de parte del ex jefe de Gobierno.
Mario Delgado fue secretario de Finanzas del GDF y su gestión está
asociada con la danza de millones de la línea 12. Ahora ha anunciado que
se afiliará a Morena y eventualmente podría ser candidato
externoa la delegación Miguel Hidalgo y buscar en 2018 la jefatura del gobierno capitalino (él era la carta de Ebrard en 2012 para el GDF, pero la negociación con AMLO devino en la postulación de Miguel Ángel Mancera). Alejandro Rojas fue secretario de Turismo también con Ebrard… Las sospechas de un Tlatlaya 2, ahora en Apatzingán, donde ocho personas fueron ultimadas durante un enfrentamiento con policías federales, ha activado al jefe de esa policía, Enrique Galindo, y al comisionado Alfredo Castillo, en busca de mostrar que tales muertes no fueron ejecuciones… ¡Hasta mañana!