
Julio Hernández López - Astillero
A dos meses, cumplidos
anoche, de la tragedia de Iguala, las cúpulas no atinan a reacomodarse
bien. Luego de la inmovilidad original y la tardanza declarativa que
tanto han pesado en su contra en el ánimo colectivo, Enrique Peña Nieto
parecía retomar el hilo de la retórica
propositiva, como si el expediente de Ayotzinapa estuviese resuelto y ya fuera tiempo de entrar en una fase distinta.
En esa perspectiva falsa de
normalización, frente a auditorios controlados, por hoy imposible para él intentar acercamientos a población abierta, el tentativo habitante a futuro de la Casa Blanca de Las Lomas ha tratado de sugerir que ha entendido lo que pasó y que tiene alguna fórmula de recuperación. Arropado por el gobernador Roberto Borge en Quintana Roo, que es otro ejemplo depurado de autoritarismo, frivolidad, derroche y mal gobierno (un día antes, los apapachos al mexiquense se produjeron en Hidalgo), Peña Nieto se deslizó en la tersura de lo insustancial, del lugar común, del voluntarismo simplista, al plantear que
sólo una actitud positiva, constructiva y de propuesta nos permitirá modelar a todos el México que queremos tener y proyectar hacia el mundo entero.
Si la demagogia tiene permiso, cuando menos cabría esperar que fuera
de mediana calidad. Pero, según el político que en su etapa de
transición (entre los comicios y la toma de protesta) tuvo por oficinas
una propiedad del mismo contratista consentido que luego le habilitaría
mansión a la señora Rivera (según indagaciones del equipo de Aristegui
Noticias),
hoy estamos claros ante los distintos retos y distintos puntos de reflexión que la sociedad ha compartido y esto debe marcar un punto de inflexión que nos permita actuar con firmeza, con entereza, con ánimo renovado para seguir construyendo el país que todos queremos. ¿Quedó claro?
La exploración de alternativas ante el estallido de Iguala tendrá una
parada especial hoy en la estación Palacio Nacional, donde la clase
política de siempre, en los rituales de siempre, con las propuestas y
planes que acaban siendo lo de siempre, tratará de dar credibilidad a
planes reformistas que según eso buscarán combatir la corrupción,
mejorar los servicios policiacos y
evitarque se
repitansituaciones como las que afectaron a estudiantes de Ayotzinapa, y de los cuales oficialmente aún ni siquiera se sabe cuál fue o es su destino.
Grandilocuencia palaciega habrá hoy, aunque ayer ni siquiera
funcionarios de segundo nivel de la administración peñista se dignaron
presentarse a una reunión con familiares de los normalistas
desaparecidos, ante lo cual dichos familiares decidieron cancelar la
sesión desairada. Peña Nieto se congratulaba, por su parte, de una
entrevista telefónica con el maltrecho Barack Obama, que desde su
debacle pretende ofrecer como maravilla migratoria lo que es una
engañifa más a los paisanos que sobreviven en el país ahora también
afectado por protestas incendiarias a causa de la sostenida violencia
institucional contra la población estadunidense de origen africano.
En los reacomodos de temporada, Cuauhtémoc Cárdenas decidió renunciar
al partido que hasta hace poco pretendía volver a dirigir con el apoyo
de los Chuchos a los que ahora repele. Es una escaramuza grupal, de
élites, en el contexto de las candidaturas, los cargos y
las formas. El michoacano ya dio muestras de pragmatismo extremo al aceptar una comisión de Vicente Fox en 2006, como responsable de los festejos del Bicentenario (función a la que meses después renunció), y ahora queda disponible como
ciudadanosin partido, justamente cuando el del sol azteca está en su peor crisis, a causa de una historia regional de complicidades de gobernantes con el crimen organizado (Iguala) como otras que en Michoacán se produjeron con cuadros familiares y grupales involucrados.
La renuncia de Cárdenas al PRD deja sin símbolos a este
partido, pues Andrés Manuel López Obrador se había ido para fundar
Morena. El descrédito del sol azteca facilitará las tareas priístas de
recuperación parcial del Distrito Federal en las elecciones venideras,
cuando el partido tricolor buscará alcanzar algunos triunfos
delegacionales y en diputaciones, en preparación para la batalla madre
de 2018 por la jefatura de Gobierno que actualmente ejercen de manera
informal con Miguel Ángel Mancera como aliado y ejecutor. Alicaído y
todo, el PRD y los Chuchos serán útiles al peñismo y, con inyecciones
presupuestales y cesiones de salvamento, intentarán sortear su peor
momento, tal vez el postrero, frente a Morena, que con pragmatismo
puntual se declara listo para recibir a perredistas
buenosque quieran dar el brinco.
Entre la instalación de tenderetes partidistas en espera de que pase
la temporada navideña para comenzar con fuerza en enero las ofertas
electorales, las precampañas publicitarias y demás faenas de mercadeo
político, surgió la nota publicada por la televisiva cadena francesa de
noticias France 24 respecto al secuestro de más de 30 estudiantes de
educación media el pasado 7 de julio, su último día de clases, en
Cocula, Guerrero. A plena luz del día, enmascarados a bordo de patrullas
que ni siquiera fueron camufladas se llevaron a los alumnos, según
relato de la madre de una de ellos (el video, en inglés, en http://bit.ly/1xTzJVB).
Cocula está asociada indeleblemente con los sucesos de Iguala y forma
parte del amplio panorama de México como fosa nacional y de
entreveramientos corruptos del crimen organizado, dominante, con las
autoridades locales y la permisividad-complicidad de las fuerzas y los
políticos federales (a pesar de todo, el alcalde priista de Cocula,
César Peñaloza Santana, fue llevado a declarar el pasado 14 de octubre y
luego fue liberado para que regresara a ejercer sus funciones).
Y, mientras el país celebra que, a pesar de todo (¡sí se puede!),
Carlos Slim se sostiene como segundo hombre más rico del mundo
(¡Méxicoooo, Méxicoooo!), ¡hasta mañana, con el peso llegando a la
conversión de 14 por dólar y los precios del petróleo cayendo a nivel
mundial!