lunes, 27 de octubre de 2014

"Desafuero" bis / Torpe amago a AMLO / Entretelones de una nota / Zócalo muy concurrido

Julio Hernández López - Astillero
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El binomio de poder formado por el PRI y Los Pinos no ha logrado encontrar el paradero de 43 jóvenes estudiantes desaparecidos en Iguala un mes atrás, pero cree haber encontrado ya a un presunto ajusticiable en términos políticos e incluso netamente judiciales: Andrés Manuel López Obrador.

El más reciente despropósito del peñismo, al pretender enderezar sus baterías políticas y mediáticas contra el tabasqueño, pretende aprovecharse de dos circunstancias propias de los avatares electorales pero de ninguna manera constitutivas de indicios criminales: la toma de fotografías de AMLO con personajes ahora políticamente tóxicos y procesables en términos penales, José Luis Abarca y Ángel Aguirre Rivero (quienes eran candidato a la presidencia municipal de Iguala y gobernador en funciones, respectivamente), y la testarudez del mismo creador de Morena en aceptar que cambiaron las condiciones que le habían permitido instalar a Lázaro Mazón como precandidato único de ese partido a la gubernatura de Guerrero, que era necesario rectificar a la velocidad de los acontecimientos esa designación (políticamente muerta desde hace un mes) y que debía evitar que la innegable relación de fuerte entendimiento político entre Mazón y Abarca alcanzara a Morena y permitiera el armado de un ataque absolutamente previsible como el que ayer soltó César Camacho Quiroz, quien no puede mover ninguna pieza política de ese calibre sin ser autorizado por la matriz que está en Los Pinos (Manlio Fabio Beltrones se sumó de inmediato a la cargada declarativa).
Respecto de las fotografías, es evidente que todos los personajes en campaña electoral se toman gráficas con personajes de la más disímbola catadura (el mismo EPN puede ser visto en imágenes junto a Abarca o a Aguirre, e incluso con empresarios y personajes priístas de fama pública muy negativa). Pero a AMLO se le reprocha no haber actuado para frenar la candidatura de Abarca en Iguala a pesar de que otro aspirante a la presidencia municipal, Óscar Díaz Bello, habría alertado al dirigente de Morena del peligro que significaría Abarca.
Camacho Quiroz amaga con darle viabilidad de expediente judicial a esa circunstancia ya conocida, incluso advertida desde el pasado 17 del presente en esta columna astilladora http://bit.ly/1riuozW , pero potenciada ayer por el diario Reforma, que le dio su cabeza principal con el título Pidieron a AMLO no apoyar a Abarca y el balazo sentenciador Sabía López Obrador de sus nexos con el crimen. La nota retoma los hechos sucedidos en mayo de 2012, cuando el candidato presidencial del PRD visitó en acto de campaña la ciudad de Iguala y se encontró en un mitin a los bandos en pugna de Abarca, a quien se daba por ganador de una encuesta para postular candidato a presidente municipal, y de Díaz Bello, inconforme con el manejo de esas encuestas y sus resultados.
En aquellos momentos de pasión desbordada no se hablaba del involucramiento de Abarca con el crimen organizado, sino solamente de irregularidades en la encuesta localmente realizada y de fuerte inconformidad con los resultados que favorecían al empresario abiertamente impulsado y protegido por Lázaro Mazón ante AMLO (dos notas de ejemplo, http://bit.ly/12LyN9V y http://bit.ly/1nI00Um). Las pancartas de aquella ocasión también se circunscribían a lo electoral y a Mazón.
Ahora, dos años y medio después, en un contexto distinto, Díaz Bello aseguró, con base en su puro testimonio personal, que informó directamente a López Obrador de los nexos de Abarca con el crimen organizado, de las relaciones de hermanos de la esposa del empresario con cárteles regionales y de sospechas de lavado de dinero. Según ese declarante, el tabasqueño habría desatendido los señalamientos específicos, habría insertado en su discurso unas cuantas palabras presuntamente complicitarias, hay que apoyar, y habría avalado la llegada de Abarca al poder municipal.
En los párrafos antepenúltimo y penúltimo de su nota, el propio Reforma incluyó una clave para matizar esa información: Díaz Bello, actual diputado local en Guerrero, no informó a AMLO directamente (el inequívoco adverbio fue usado en la primera parte de la nota) de todo lo que ahora asegura haber reportado. Al término del mitin, antes de que el candidato presidencial subiera a su camioneta, Díaz Bello dice haberle entregado un documento con los antecedentes de Abarca. López Obrador recibió los papeles y se retiró.
Sin embargo, para Camacho Quiroz, es decir para Los Pinos, esa información imprecisa y cambiante fue suficiente para emitir un comunicado de prensa bajo el título Sospechoso silencio de AMLO sugiere omisión cómplice. Ante esas revelaciones hechas públicas hoy (por ayer), el ex gobernador mexiquense (es decir, Camacho Quiroz) le pide a López Obrador al menos una explicación al respecto, desliza la hipótesis de que sus vínculos personales y políticos y la información que conozca sobre el caso Iguala puedan ser integrados al expediente penal correspondiente (por lo cual AMLO podría ser citado a declarar y eventualmente se le podría imputar un grado de complicidad así fuera indirecta) y le encaja la acusación política, mediática y judicial de que su sospechoso silencio respecto a Abarca (y, obviamente, respecto a Mazón, el todavía precandidato único de Morena a la gubernatura de Guerrero) sugiere, mínimamente, una omisión cómplice.
La conducta de AMLO en cuanto a (pre) candidaturas de Morena y, antes, en cuanto a la desatención o desconocimiento de las circunstancias específicas de aspirantes municipales a cargos por la vía del PRD, y la tozudez en no pronunciarse ahora de manera tajante, inequívoca y congruente en cuanto a Mazón y Abarca, no constituyen indicio alguno de complicidad criminal. Pero Peña Nieto, a través del PRI, pretende generar una suerte de segundo intento de desafuero contra AMLO, justamente el día en que éste tuvo una fuerte concurrencia a un mitin en la Plaza de la Constitución, en el que insistió en demandar la pronta renuncia de EPN. ¡Hasta mañana!