jueves, 2 de octubre de 2014

Contra proyecto neoliberal

El Correo Ilustrado-La Jornada
Es evidente que existe un vínculo entre los acontecimientos del IPN, la artera represión en Iguala, la ejecución de Tlatlaya, el encarcelamiento arbitrario de líderes sociales o la impunidad de Germán Larrea. Ese vínculo es el proyecto neoliberal, en tránsito acelerado durante la administración de Peña Nieto. El negocio de los magnates como fin superior y razón de ser, junto con la complicidad de la clase política;
el autoritarismo y la represión como fórmula socorrida ante la protesta social; la perversa intención de alinear la educación pública (sobre todo en los niveles medio superior y superior) con la ideología y los intereses de un sector productivo dominado por la oligarquía, son mandamientos del catecismo neoliberal y causa directa de la creciente indignación social.
A 46 años del genocidio de Tlatelolco se repite la cerrazón estatal y las prácticas diazordacistas, pero también los ejemplos de dignidad ciudadana y el retorno tan inesperado como gratificante del impulso combativo de los estudiantes del Politécnico.

Comité Estatal de Morena en el Distrito Federal. Eduardo Cervantes (presidente)

Ecos de la reforma educativa

Asistimos a una nueva faceta de la reforma educativa: la afectación de reglamentos y planes de estudio en el IPN. La reforma educativa es antilaboral y centralista, promueve una orientación productivista de los individuos y permite la concentración del conocimiento de punta en las grandes empresas. Sólo el conocimiento que pueda traducirse en conceptos operativos y en calificaciones laborales flexibles y diluidas pasará la reforma. Se trata de apostar a descalificar el trabajo en términos salariales; por supuesto, las humanidades, el discurso crítico y las reflexiones sobre la justicia social cuentan menos en esta visión. Sabemos lo que significa el silencio de los gobiernos; resentimos en la reciente huelga el silencio del gobierno capitalino con respecto a la reforma educativa. Triunfarán, compañeros y compañeras politécnicos.

Carlos Moncada Gil, secretario de asuntos académicos del Sutiems
 
En apoyo a normalistas

Los abajo firmantes, estudiantes y profesores del CCH Oriente, queremos manifestar nuestro repudio hacia la flagrante violación de los derechos humanos perpetrada contra estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, en días pasados. Estos actos reprobables se suman a una larga lista de agravios en una escalada autoritaria que pretende reducir a escombros cualquier espacio disidente, dejando el camino libre para consumar el despojo de nuestro país. Exigimos a las autoridades el total esclarecimiento de los hechos, el castigo a los responsables por acción u omisión, la presentación con vida de los desaparecidos y el respeto a las libertades de quienes consideramos la acción colectiva como una vía legítima para incidir en la vida pública, dado que los mecanismos institucionales son patrimonio exclusivo de mafias y grupos de interés. Subrayamos la urgencia de hacer valer el derecho a la libre manifestación de las ideas en la actual coyuntura de lucha estudiantil, y ante la proximidad de la movilización conmemorativa del 2 de octubre.

Finalmente, hacemos un llamado fraterno a los trabajadores académicos a no renunciar al papel transformador del docente. Dedicamos a ellos unas líneas que nos legó Paulo Freire: La educación que no reconoce un papel altamente formador en la rabia justa, en la rabia que protesta contra las injusticias, contra la deslealtad, contra el desamor, contra la explotación y la violencia, está equivocada.

Sonia Jiménez Sánchez, Rafael Hugo Sánchez Gómez, Yolanda Sandoval Alonso, Rafael Barajas, Jaime Ramón Melín Calleros, Elsa Rodríguez, Odilón González Huerta y 82 firmas más.