miércoles, 29 de octubre de 2014

Así van las resistencias al gasoducto Tlaxcala, Puebla, Morelos

28 octubre 2014 | Colectivo del Periódico el Zenzontle | La Jornada de Oriente
En los últimos meses ha sido amplia la serie de agresiones gubernamentales y de la CFE a la población en los tres estados que son amenazados con el despojo de tierras aplicando el derecho de vía o el paso de servidumbre despejado que les abre como posibilidad las reformas a las leyes secundarias. A ello se suma el arrebatar o contaminar el agua en esas regiones y aparejado al despojo, la represión a quienes defiendan sus territorios, incluyendo a los defensores y ambientalistas que se solidarizan con ellos. Esto ha hecho creer a algunos medios y hasta a sectores desinformados de las comunidades amenazadas, el que las obras del gasoducto del Proyecto Integral Morelos, que pretende atravesar tierras de Tlaxcala, Puebla y Morelos, se han restablecido sin oposición, particularmente por los avances que presentan en sitios de Morelos y de Puebla.

En la zona cercana a Santa Isabel Cholula, con la participación de empresa Bonatti SPA, la misma cuyo personal acusó a los ahora presos; así como la empresa Arendal en comunidades como Tecuanipan, Cuexcómac y Papaxtla en la falda poblana del Popocatépetl las obras han intentado avanzar en su procedimiento de roturar y hacer zanjas, ocupar entre 30 a 40 metros de terreno y colocar en el centro tuberías e irlas soldando y empiezan ataparlas en algunos terrenos donde con engaños o amenazas han impuesto su fuerza. Otras empresas más intervienen en Tlaxcala y Morelos.

De modo parecido se ven procesos de obra por tramos en zonas del Estado de Morelos y Tlaxcala.

No obstante, esa situación no es generalizada. Las mismas comunidades señaladas y otras están ávidas de información y cómo el gobierno estatal y municipal respectivo la niegan, las comunidades han tenido que exigir de cara a los empleados de las empresas que ha contratado la CFE para ejecutar su proyecto. No se han dado consultas efectivas ni a los afectados posesionarios de esos terrenos, ni mucho menos a las comunidades que también resultarían dañadas por el avance de ese megaproyecto de “muerte”, como lo llaman los pobladores. Poco a poco surgen comités de defensa comunitaria del territorio, se realizan asambleas informativas y crece la rabia en las asambleas y manifestaciones o en los recorridos de vigilancia y, a la vez, los trabajos de asesoría legal por los sucesos represivos. Más coraje cuando se ven retenes policiacos en áreas cercanas a las obras, asi como la penetración de los orejas gubernamentales al lado de presidentes municipales que han dado la espalda a sus pueblos. El colmo es que sigue sin resolverse el encarcelamiento injusto de algunos de sus representantes, que se prolonga y afecta al grado de cometerse actos contra la salud de presos como doña Enedina representante del ejido de San Felipe Xonacayucan en la región de Atlixco, quien convalece de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por la desatención que ha sufrido como reclusa y rehén del gobierno para aplacar a quienes rechazan el gasoducto.

Estas acciones, se sustentan en información técnica que académicos, solidarios y honestos les acercan y varios de los cuáles son, de hecho y de derecho, actores dentro del conjunto de fuerzas que se oponen al gasoducto, tanto sobre el riesgo volcánico que acompañará el tendido del ducto e incrementará la vulnerabilidad de las comunidades cercanas al mismo, como sobre los daños agrarios y agroecológicos a las tierras campesinas, la concentración de empresas y otros como el de la salud.

La misma labor informativa se va volviendo formativa: los comités y sus miembros la van buscando y algunos ya acuden a formas de educación popular para sistematizar sus experiencias de lucha y organización. Hacerse de un pensamiento propio y de capacidades hará como varias de las participantes de ese comité lo han dicho lograr que sea el pueblo, los pueblos y sus comunidades los protagonistas principales por esta lucha por la vida digna y sin despojos ni depredación.

La lucha sigue, a pesar de los contratiempos y va ajustándose poco a poco al ritmo de las comunidades. Lo que no obstaculiza que las diversas vías para lograr la liberación de los presos, enfrentar el despotismo de los gobernadores y detener la represión, sume fuerzas en el mismo sentido, así se marche y actué cada quien desde su trinchera.

Fuente: La Jornada de Oriente