lunes, 29 de septiembre de 2014

Riesgosa, la participación de México en operaciones de los cascos azules: expertos

Se interpretaría por algún país en conflicto como posición parcial: Javier Oliva
El anuncio de Peña tiene más tintes mediáticos para resaltar su imagen: Eduardo Rosales
Emir Olivares Alonso / Periódico La Jornada / Lunes 29 de septiembre de 2014, p. 23
La posibilidad de una participación de México en las operaciones de los cascos azules de la Organización de Naciones Unidas (ONU) conllevaría riesgos para la seguridad nacional del país, debido a que la presencia mexicana en estas misiones podría interpretarse por alguno de los actores en un conflicto bélico como una posición parcial del Estado mexicano, consideraron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El miércoles pasado, como parte de su gira por Nueva York, el titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, anunció ante la Asamblea General de la ONU la participación de México en las operaciones del mantenimiento de la paz, incluso con personal militar para labores humanitarias.
Al respecto, Eduardo Rosales, experto en política exterior de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, señaló que antes de lanzar una promesa así, el Ejecutivo federal debió analizar las responsabilidades e implicaciones que conllevará esa participación y considerar el principio constitucional de no intervención en conflictos internacionales.
En caso de que en realidad efectivos militares mexicanos se sumaran a las misiones de los cascos azules, habría varios riesgos. En primer lugar para ellos, pues –recordó– aunque se trata de operaciones humanitarias han perdido la vida más de 3 mil 200 elementos de esta corporación de la ONU.
Agregó que, por ejemplo, en el conflicto de Estados Unidos contra el Estado Islámico han sido decapitados ciudadanos y periodistas de los países que han dado su apoyo tanto en las operaciones como sólo de palabra.
Para Eduardo Rosales, el anuncio realizado por Peña Nieto en la ONU tiene más tintes mediáticos con la intención de resaltar su imagen a escala internacional. Aunado a ello, en los pasados dos sexenios, y éste no es la excepción, la política exterior mexicana se ha alineado y subordinado a los intereses de su vecino del norte, por lo que existiría también el riesgo de que las misiones en las que participe nuestro país pueda haber cierta inclinación hacia los estadunidenses.
Por su parte, Javier Oliva, coordinador del diplomado en defensa y seguridad nacional de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, aplaudió que exista una colaboración en las misiones de apoyo humanitario, pero alertó que la posibilidad de sumarse a los cascos azules podría generar perjuicios para la seguridad mexicana.
Sin embargo, el especialista consideró que en su mensaje Enrique Peña Nieto no aludía a ese tipo de labor, sino a tareas de carácter humanitario como la reconstitución de la seguridad pública, observaciones electorales y apoyo militar ante desastres.
La posibilidad de participar con los cascos azules es muy lejana, pues primero tendría que ser aprobado por el Senado. Además, me parece que la exigencia de combatir al crimen organizado en este momento es de tal magnitud que haría poco viable la salida de tropas nacionales a cualquier escenario bélico.
De la misma manera que Rosales, Oliva consideró que la posibilidad de que militares mexicanos se sumen a las labores de los cascos azules podría interpretarse por algunos de los bandos en conflicto como un apoyo para su contraparte.
Que se active el protagonismo mexicano en términos de asistencia humanitaria es una buena noticia, sobre todo en acciones que establece la ONU. Se trata de un reposicionamiento que hacía falta. Sin embargo, si ese apoyo se extiende a las misiones de paz de los cascos azules sería riesgoso, concluyó.