El Correo Ilustrado-La Jornada
El 30 de julio se cumplieron siete años de tres huelgas en Cananea,
Sonora; Sombrerete, Zacatecas, y Taxco, Guerrero. Han sido años de muy difícil y
dura lucha para los heroicos trabajadores y sus familias, a las que han
sostenido por firmeza de principios sindicales y su calidad humana indoblegable,
así como por el apoyo incondicional que nuestro líder máximo, Napoleón Gómez
Urrutia, el Comité Ejecutivo Nacional y las demás secciones sindicales les han
brindado en todo momento, en lo moral, en lo sindical y especialmente en lo
económico.
Hubiera sido imposible que sin la firmeza visionaria de Napoleón Gómez
Urrutia se mantuvieran estos movimientos tanto tiempo enfrentados al desquiciado
empresario Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, de Grupo México, quien con esa
actitud inhumana demuestra que respeta más a sus caballos del hipódromo y a sus
ganancias, que la dignidad de los mineros que han labrado su fortuna.
El único provocador de las huelgas ha sido Germán Larrea, quien por su saña y crueldad debe ser motivo de atención siquiátrica y de un castigo penal ejemplar. Pero nunca ha habido gobiernos tan sordos a la demanda de justicia como los dos del PAN que actuaron en complicidad con Larrea, y el actual, que se pretende desentender del grave problema social de los conflictos más largos en la historia del movimiento obrero.
Isidro Méndez Martínez, secretario de organización, propaganda,
estadística y educación del Sindicato Nacional de Mineros
Fuente: La Jornada
Fuente: La Jornada
