lunes, 4 de noviembre de 2013

Los telefonistas, atrapados en el choque Slim-televisoras

Francisco Hernández Juárez, el veterano líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, advierte que las regulaciones asimétricas aplicadas a Telmex y su posible declaración como competidor dominante pondrán en peligro “la viabilidad de la empresa” y le darán pretexto a Carlos Slim para fusionar la marca con América Móvil (ésta ya posee todas las acciones de Telmex) a fin de cambiar de razón social y dejar fuera al sindicato.
3 noviembre 2013 | Rosalía Vergara | Proceso
Ante la próxima entrada en vigor de los nuevos lineamientos de la Ley de Telecomunicaciones, el dueño del Grupo Carso, Carlos Slim, quiere desaparecer la marca Teléfonos de México (Telmex) para fusionarla con América Móvil, advierte Francisco Hernández Juárez, secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM).

Aunque aclara que no sucedería en 2014, sino probablemente en el subsiguiente año de elecciones intermedias, dijo que el pasado 30 de octubre arrancó una campaña periodística y en el sindicato para alarmar a los afiliados con la versión de que Telmex busca eliminar al STRM cambiando de razón social.

Considera que la empresa no dudaría en terminar con el organismo sindical junto con la telefonía fija al pasar a la digital, pero sostiene que el sindicato debe luchar para impedirlo.

Falsa la nota publicada en el Economista, acerca de la desaparición del Contrato Colectivo de Trabajo con Telmex: Hernández Juárez


La desaparición de la marca Telmex pondría en riesgo el contrato colectivo de trabajo y la existencia misma del sindicato, que cuenta con 33 mil integrantes activos y 18 mil jubilados, además de mil 500 en la compañía de limpieza Limsa, un número similar en la Compañía de Teléfonos y Bienes Raíces y otro tanto en Tecmarketing, todas ellas filiales de Telmex.

Este sombrío panorama se hará realidad si el gobierno federal sigue beneficiando a las televisoras con el lucrativo negocio de telefonía denominado triple play, que incluye telefonía móvil, internet y servicio de datos, afirma el líder:

“Un posible escenario es que declaren a Telmex empresa dominante por tener el 85% de la telefonía fija. Si hoy Telmex tiene ese porcentaje del mercado es porque se hace cargo de la telefonía rural. En el título de concesión Telmex fue obligado por ley a llevarle servicio telefónico a más de 23 mil poblaciones, a las de más de 500 habitantes.”

Entrevistado en la secretaría general del STRM, Hernández Juárez, que casi alcanza su cuarta década en el cargo, previó desde hace seis meses que la empresa intentaría separar los sectores más rentables y transformarse en telefonía social.

“Mi intuición –añade– es que la empresa se está preparando para que, cuando la señalen como empresa dominante, pueda decir que ya pidió autorización para partirse en dos: deja la telefonía rural y, por lo tanto, yo no es empresa dominante, ya no le pueden imponer sanciones económicas.”

Hernández Juárez culpa de la situación a Televisa y Televisión Azteca, beneficiadas con la Ley de Telecomunicaciones con el llamado triple play.

Según él, la intención de la competencia es usar la red de 135 mil kilómetros de fibra óptica y demás infraestructura creada por Telmex antes de que la privatizara el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

“Lo digo con franqueza: van a poner en riesgo la viabilidad de la empresa. Se habla de que estas medidas le costarían 11 mil millones de pesos. Es lo que la competencia quiere: que le salga del costo el uso de la infraestructura.”

Además, informa que hace meses se “deslistó” a Telmex de las bolsas de valores para ahorrar dinero, pues atraviesa una difícil situación económica porque el gobierno federal no le permite brindar servicios distintos a los de telefonía y banda ancha. Posteriormente la empresa anunció la compra total de las acciones de Telmex por América Móvil, de la que ya poseía poco menos de 60%.

“Tenemos la impresión de que, si continúa el bloqueo del gobierno hacia Telmex por la vía de no modificar el título de concesión, ellos (los directivos de la empresa) armarán su negocio en México como lo tienen en todo el mundo: América Móvil es una empresa total play, empaquetan sus servicios y facturan. Creo que son la cuarta empresa mundial en telecomunicaciones. En el único lugar donde no ha podido posicionarse es en México”, apunta Hernández Juárez.

STRM en riesgo

América Móvil tiene un sindicato propatronal que controla Ramón Gámez, conocido como “el zar de los contratos de protección”, que actualmente está prófugo porque abusó de jovencitas trabajadoras de Walmart, de cuyo contrato “blanco” también es titular.

Gámez “está condenado a 15 años de cárcel por corrupción de menores, pero sigue operando. Diariamente le revisan entre 100 y 150 contratos de protección. No lo encuentran desde 2010 para meterlo a la cárcel a que cumpla su sentencia, pero sí le revisan sus contratos”, lamenta Hernández Juárez.

Para Slim la fusión de dos de sus compañías no representa problemas. Al contrario, se quita las restricciones del gobierno para ampliar sus servicios y se deshace del contrato colectivo del STRM.

“Cuando se lo comento a ellos (los directivos de Telmex) me dicen que estoy alucinando. Pero si a ellos no se les ha ocurrido, a mí sí; tienen todo en la mano para operar de esa forma. Ahorita no creo que lo hagan, porque si nos fusionan el año entrante, después de que el Ifetel anuncie el fallo sobre Telmex, podríamos ganarles la titularidad del contrato colectivo de trabajo porque somos mayoría respecto de los trabajadores de América Móvil”, explica.

Por eso, comenta, el STRM preparó un plan cuya prioridad es nunca tener menos trabajadores que América Móvil, impidiendo la jubilación de los trabajadores con el Programa de Permanencia Voluntaria, para que al cumplir 31 años de servicio acepten quedarse cinco años más:

“La empresa puso de pretexto que eran muchos jubilados y por eso estaba perdiendo entusiasmo por Teléfonos de México. Quería que cambiáramos la jubilación y aumentáramos la edad y los años de servicio. Aceptamos que los nuevos se quedaran hasta los 29 años de servicio y 60 de edad. Y la otra fue impulsar el programa mencionado, que arrancó en enero y ya se han inscrito 50%.”

Sin embargo, le preocupa el nulo crecimiento de la planta laboral. Al contrario, reconoce, está disminuyendo porque no se han recuperado las plazas vacantes.

Una propuesta para remediar esto es convencer a la empresa de que invierta en Telmex mientras busca evitar sanciones gubernamentales y los deseados cambios en el título de concesión, porque a decir de sus empleados la firma puede competir con cualquier otra de nivel internacional.

Por lo pronto, dice Hernández Juárez, una manera de frenar la reducción de la planta laboral es superar a esa competencia que quiere quitarles los clientes y usar los 135 mil kilómetros de fibra óptica totalmente gratis: “Ahí hay dos ejes: retención de clientes y calidad en el servicio”, resume el líder del STRM.

Enfatiza que los telefonistas deben “verse al espejo” para convencerse de que sólo sindicalizados defenderán sus conquistas laborales.

Para Hernández Juárez la situación de la empresa es complicada, pues de las 18 millones de líneas telefónicas que tenía Telmex hace 10 años, ahora sólo tienen 15 millones. “Hemos perdido 3 millones de líneas; mientras que Telcel tiene un registro de 60 millones de teléfonos celulares”.

Terciarizados, diezmados

Actualmente, sólo los trabajadores de tres filiales de Telmex pertenecen formalmente al STRM: Compañía de Teléfonos y Bienes Raíces, Limsa y Tecmarketing, pero en éstas no tienen derecho a la jubilación, ya que son “terciarizados”, es decir, laboran bajo contratos de protección firmados con Ramón Gámez, quien comenzó este lucrativo negocio de la mano del priista Arsenio Farell, secretario del Trabajo y Previsión Social del 1 de diciembre de 1982 al 25 de abril de 1994, durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.

Las otras filiales de Telmex son: Controladora de Servicios de Telecomunicaciones, Alquiladora de Casas, Anuncios en Directorios, Consorcio Red Uno, Teléfonos del Noroeste, Uninet, Embratel Participações, Telecomunicações, Star One, Primesys Soluçoes Empresariais, Telmex do Brasil Ltda.,­ y Telmex Chile Holding S.A.

Asimismo, lo son Telmex Corp –antes Chilesat Corp. S.A.–, Techtel LMDS Comunicaciones Interactivas, Telmex Argentina S.A., Metrored Telecomunicaciones S.R.L., Telmex Colombia, Superview Telecomunicaciones, Telmex Perú, Sección Amarilla y USA LLC E.U.A. 80.0.

Mientras que sus asociadas son Net Serviços de Comunicação, en Brasil, Grupo Telvista en México y 2Wire, Inc. en Estados Unidos.

Telefonistas que no quisieron ser citados por sus nombres resaltaron que la situación del sindicato pende de un hilo porque la planta laboral no ha crecido y crece el número de jubilados.

También ellos consideran que los problemas en el sector, en Telmex y en su sindicato comenzaron con la aparición de internet. Al poco tiempo desaparecieron Reitel, un taller de elaboración de teléfonos públicos y particulares, y otro taller de equipo telefónico, así como Insuza, un programa para la conservación de la red telefónica; afirman que los absorbió el sindicato, que le quitó a los trabajadores la mitad de su antigüedad laboral.

Ahora las filiales ya no se integran al sindicato. El 3 de diciembre de 2006 el periódico La Jornada publicó datos de una investigación sobre privatizaciones elaborada por la Coalición de Trabajadores del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática para el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

Ahí se refiere que el contrato colectivo de los telefonistas ya había sido afectado por la privatización, la subcontratación, la contratación por honorarios, así como la creación de nuevas empresas y filiales.

En aquel tiempo había 80 mil trabajadores en Telmex, pero sólo 38 mil 500 eran sindicalizados, mientras que 20 mil eran de confianza. Además se modificó el régimen de pensiones para prolongar la vida laboral, lo que también impactó en las condiciones pactadas en el contrato.

En el caso de los empleados de confianza, son contratados por la empresa de personal Argos, tercerizadora para Telmex.

Asimismo, destacó que en Telefónica de Bienes y Raíces, una de las filiales, los trabajadores de limpieza, vigilancia y mantenimiento son sustituidos por otras empresas del ramo, como Limsa, “que cuenta con un contrato de protección con Telmex”, indicaba aquel texto.

Establecía también que también Tecmarketing tiene un contrato similar y que en el caso de la filial Tele-Constructora el contrato colectivo de plano fue eliminado y el salario de los trabajadores subcontratados se mermó hasta en 70%.

El STRM “se ha reducido a incorporar a los trabajadores de las empresas subrogadas a sindicatos filiales a ellos, en donde extrañamente Hernández Juárez es el representante sindical. El autodenominado líder del movimiento obrero independiente no ha sido el fiel de la balanza contra la pérdida de la materia de trabajo de los telefonistas”, señalaba el análisis.

El retiro

En 2003 Hernández Juárez fue electo presidente del sindicato mundial Union Network Internacional (UNI) y miembro del Comité Ejecutivo Mundial, así como Vicepresidente del Comité Mundial de Telecomunicaciones.­

Relata que el periodo 2008-2012 iba a ser el último de su liderazgo en el STRM: convenció a los delegados y ya habían nombrado a su reemplazo, porque él se iba a jubilar y pensaba dedicarse a la política.

De hecho fue diputado federal de la pasada legislatura y andaba buscando la senaduría para el periodo actual, pero no la consiguió, a decir de militantes del PRD que pidieron no publicar sus nombres, porque a ese partido no le gustó que hiciera campaña como “independiente” en el sindicato.

Afirma que finalmente no siguió el llamado de la política porque al presentar su renuncia a la secretaría general del STRM en septiembre del año pasado los telefonistas le dijeron que no.

No obstante, insiste: “Yo no quito el dedo del renglón. Creo que es el momento de que me retire y que veamos cómo operar el proceso de transición en el sindicato, porque sí quiero cuidar mucho quién se va a quedar en mi lugar. No quiero que nos pase lo mismo que a los electricistas. Hay que andarse con cuidado con el gobierno y las empresas, porque si los trabajadores se descuidan les arrancan al sindicato”.

La razón: “Los empresarios creen que los mejores sindicatos son los que no existen”.

Fuente: Proceso