viernes, 29 de noviembre de 2013

A un año de la imposición de Peña Nieto, la OPT en Morelos denuncia antidemocracia.

28 noviembre 2013 | Maseual Morelos
Cuernavaca, Morelos, México.- Los derechos políticos, sociales, económicos y en general los derechos humanos del pueblo mexicano están bajo ataque durante el gobierno de Peña Nieto y de los partidos neoliberales y privatizadores del Pacto por México. A un año de la imposición fraudulenta de este gobierno, la organización Política del Pueblo y de las y los Trabajadores (OPT), impulsa una lucha por hacer valer estos derechos mediante la lucha y la movilización así como en la exigencia del derecho a ser reconocidos como lo establece la Constitución. Hemos decidido mantener nuestras asambleas a pesar de que el IFE está poniendo todos los obstáculos para condicionarlo y tratar de impedirlo.
Impugnaremos legal y políticamente estas medidas que han instrumentado para no convalidad legalmente nuestras asambleas en otros estados de la república, por lo que en Morelos recalendarizaremos nuestra asamblea programada para el 30 de noviembre y la llevaremos a cabo en fecha próxima a definir.

El PRI regresó a la presidencia, al poder ejecutivo gubernamental, gracias a la complicidad del imperialismo norteamericano, la oligarquía local y el PAN. Vuelve a la presidencia el PRI neoliberal, derechizado, el que abandonó toda tentación nacionalista o reformista por los dogmas neoliberales, el que con Salinas de Gortari consolidó a una nueva oligarquía y cedió la soberanía política y económica a los organismos financieros al servicio del imperialismo. Por eso mismo, el primer acto del gobierno príista neoliberal de Peña Nieto fue, imponer una contra-reforma laboral que vulnera los derechos laborales básicos de los trabajadores, consagrados en la Constitución gracias a la revolución mexicana de 1910. La imposición formal de Peña Nieto se consumó en medio de un cerco policiaco y militar en el palacio legislativo así como con la feroz represión al movimiento estudiantil opositor el 1 de diciembre del 2012. Sin embargo, este PRI neoliberal en el poder ha sido, es y será incapaz de generar consenso o respaldo popular porque no pretende gobernar para el pueblo sino para los oligarcas. México sigue en una situación social catastrófica con 60 millones de mexicanos sumidos en la pobreza, con 25 millones de familias que padecen de pobreza alimentaria, con 300 mil jóvenes rechazados de las universidades que se suman a los 14 millones que ni estudian ni trabajan, parte de los 25 millones de compatriotas sin empleo.

En esa estrategia juega un papel relevante el mal llamado "Pacto por México" que, por un lado, reafirma la alianza histórica del PRI con PAN (establecida a partir de 1988, por Salinas de Gortari), y, por otro, coopta a un PRD "moderno" y neoliberal para que sea la izquierda oficial del régimen, lo que le permitirá a este partido subsistir electoralmente después de su ruptura con AMLO. El "Pacto por México" no sólo le ha permitido al PRI obtener cierta legitimidad política y gobernar sin constantes impugnaciones, también le ha ofrecido el marco político para lanzarse a fondo, con el PAN y el PRD a su lado, e imponer las contra-reformas estructurales pendientes para el dogma neoliberal. Ese "Pacto" ha servido, asimismo, para desnudar a un poder legislativo subordinado al ejecutivo, a los poderes fácticos económicos oligárquicos y a las partidocracias. Se reafirma así que el régimen político de México no es democrático sino oligárquico.

La violencia criminal e institucional no ha decrecido, el terror se ha instalado de manera permanente en varios estados de la república, la militarización acompañada de la represión y el control de la población se sigue extendiendo a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Se ha calculado que del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2013, al menos se han dado 13 mil 775 ejecuciones. 17 mil hasta el momento. 26 mil desaparecidos. Más de 1,500 feminicidios en un año. En este contexto continua la atmósfera de hostilidad y criminalización a mujeres que abortan, y a defensoras, activistas y feministas que defienden los derechos de las mujeres y a periodistas, así como la negativa a la aplicación de la Alerta de Género en varios estados, como ocurre en Morelos con 52 feminicidios en 2013.

La militarización del país, con la consiguiente represión a opositores al gobierno, ha avanzado incluso con el pretexto de la llamada "Cruzada contra el hambre", que más que combatir el hambre reprime a luchadores sociales. El supuesto Estado de derecho liberal mexicano sigue transformándose en un Estado de excepción sustentado en el control policíaco de la población y la limitación de sus libertades políticas.

Se estima que el crecimiento económico en este gobierno del PRI será 4.5 veces inferior al de tres años antes. Se denuncia que este gobierno no ha hecho nada para activar la economía, como lo prueba el subejercicio del 57.3% del gasto del presupuesto autorizado en el 2013. Por eso, el crecimiento de este año se calcula en menos del 2%. Los indicadores económicos muestran una economía estancada: la balanza comercial es deficitaria, el desempleo crece (en un 4.99%, según el propio INEGI), el PIB per cápita se desploma, los capitales golondrinos ya se fugaron. Económicamente, el 2013 del regreso del PRI es peor que el año pasado, el del estrepitoso fracaso del PAN. Sin importar el desorden político que provocan sus contra-reformas, el gobierno príista está empeñado en imponer a la brevedad la mal llamada Reforma energética. Se trata de permitir que el capital privado extranjero invierta en PEMEX para que obtenga ganancias. Eso es, justamente, privatizar a la industria petrolera, esto es, permitir que un bien público que pertenece a la nación sea objeto de lucro por parte de las grandes empresas petroleras multinacionales. Eso significa seguir desnacionalizando a PEMEX: el petróleo mexicano, un recurso no renovable y estratégico para el país, cuyos ingresos sostienen gran parte de nuestras instituciones sociales (educación, salud, etc.) y nuestra economía, ahora será explotado y controlado por empresas privadas extranjeras mediante contratos que les permitirán obtener grandes ganancias.

Este primer año del des-gobierno de Peña Nieto exigen la unidad de las diversas fuerzas opositoras para enfrentar esta nueva ofensiva neoliberal. Es urgente organizar una lucha política nacional contra este gobierno neoliberal al servicio de la oligarquía.

Y para ello es necesario un instrumento político, una organización política del pueblo y los trabajadores (OPT), no para ganar espacios políticos o para presionar al gobierno sino para conquistar el poder e instituir un gobierno democrático de trabajadores, que sea capaz de convertirse en el factor fundamental para una organización política que promueva la revolución social que requiere México.

Comité Promotor de la OPT en Morelos.