jueves, 24 de enero de 2013

Tameme en quiebra

24 enero 2013 | Nombres, nombres nombres | El universal
FUE A RAÍZ de la liquidación de Luz y Fuerza (LyFC), que se detectó el faltante de recursos en la firma de traslado de valores Tameme, ahora mismo a un tris de la quiebra. LyFC era uno de sus clientes importantes, de ahí que su ausencia propiciara la evidencia de un boquete que hasta entonces se había encubierto.
Tameme de Fernando Yee y que dirige Fernando Barrera, es parte de la maquinaria mediante la cual los bancos abastecen todos los días de dinero a cajeros, sucursales, comercios y empresas del país. 

La sustracción de esos fondos estaba oculta a pesar de que las instituciones bancarias practican regularmente arqueos a las firmas de traslado de valores para constatar que sus recursos están a buen resguardo. 

Para un mejor resultado se habría requerido el ejercicio simultáneo de toda la clientela, a fin de evitar que la misma masa de dineros de uno se utilizara para comprobar la de otros. 

Con LyFC y más específicamente con el SAE que lleva Héctor Orozco, Tameme llegó en su momento a un convenio para saldar sólo una parte de los recursos que le había entregado esa compañía ya desaparecida. 

Acto seguido, ya el año pasado, Bancomer que dirige el español Vicente Rodero, también se vio afectado con un quebranto de 600 millones de pesos que obligó igual a suscribir un convenio en el que se depositaron en un fideicomiso propiedades de la empresa y los socios. 

Fruto del mismo y como recién le platicaba, se convino tratar de encontrar un nuevo propietario para Tameme. En el medio se sabe que la estadounidense Brink’s, que es la propietaria de Serpaprosa que comanda Erik Seiersen, vio el asunto con mucha seriedad, aunque al final se desistió. 

No fue la única compañía que se acercó, ya que GSI Cometra de Santiago Garza también analizó esa posible adquisición, aunque aparentemente no con tanto interés. 

Fue ya en este año cuando se descubrió otro faltante de 400 millones de pesos que en esta ocasión le pegó al HSBC de Luis Peña y otro más por 190 millones de pesos en detrimento de CI Banco de Jorge Rangel de Alba. 

Esta última situación ya encendió las luces rojas de las autoridades, entiéndase la CNBV de Jaime González Aguadé y Banco de México que comanda Agustín Carstens, puesto que no se descarta que otras firmas de valores pudieran estar en una circunstancia parecida. 

El expediente no es menor, dada la enorme importancia que aún tiene el efectivo en las operaciones financieras del país. 

En la administración de Felipe Calderón el tema de Tameme trascendió, pero las autoridades lo vieron con cierta distancia. 

Algunos de los afectados ya han iniciado denuncias penales contra quien resulte responsable de la actual situación y se asegura que accionistas y ejecutivos de Tameme ya está a buen resguardo. No se descarta que esta compañía pudiera entrar pronto en un concurso o bien en quiebra. 

El asunto es delicado por el tipo de empresa involucrada. Tiene una nómina de unos 3 mil trabajadores con los que pronto podría haber incumplimientos. Algunos son personal de seguridad que están armados, por lo que el derrotero de esta situación no solamente es completamente financiero. 

Habrá que ver en qué termina esta historia nada afortunada para el ámbito de traslado de valores y complicada para los bancos que en su momento optaron por vender Serpaprosa, que si bien no era el gran negocio, les garantizaba el manejo seguro de sus recursos.