viernes, 29 de octubre de 2010

Mujeres sindicalistas de SME y Confitalia en resistencia.

Juliana G. Quintanilla.
Cerca de 2 mil 500 de las 4 mil trabajadoras de LyFC; 600 de las mil 500 jubiladas y poco más de la mitad de las 800 empleadas del SME, saben que, de más de 44 mil electricistas sin empleo, ellas son 10 por ciento.
Hoy las electricistas manifiestan en las calles su rechazo hacia el decreto “calderonista”. Las “Smeítas” han sido escuchadas por organismos de mujeres y defensores de derechos humanos nacionales y extranjeros, quienes han señalado que con la extinción de la paraestatal se sumaron a los 2.9 millones de personas sin empleo que había hasta septiembre pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En la memoria de las trabajadoras más antiguas, registran que las electricistas no habían protestado desde 1987, cuando el sindicato se fue tres días a huelga por aumento salarial. De esa movilización surgió la Brigada Femenina, relata a CIMAC Patricia Juárez, quien laboraba en LyFC desde hace 24 años. Además de instaurar en el sindicato el festejo del Día Internacional de las Mujeres, en 2005 lograron integrar una cláusula en el Contrato Colectivo de Trabajo del SME que sanciona el hostigamiento sexual.
Las historias de mujeres obreras, sindicalistas que obligadas por la represión patronal en complicidad y al amparo de las políticas gubernamentales se organizan luchan y reclaman sus derechos. Hoy son las del SME, como antes las de Confitalia.
A nueve años del despido injustificado de la empresa Confitalia, S.A de C. V.,  no ha existido justicia ni voluntad por parte de las Autoridades del Trabajo en el Estado para otorgar a dichos juicios laborales individuales el mínimo nivel de prontitud y celeridad para resolverlos, tal como lo establece la propia Constitución Federal y los tiempos señalados en la Ley Federal del Trabajo, ya que aun no se les ha pagado por completo sus indemnizaciones laborales a las que tienen derecho y en igual sentido la justicia no se ha hecho presente e indiscutiblemente han sufrido graves violaciones a sus derechos laborales
No olvidamos que, las mujeres obreras de Confitalia marcharon por las calles cercanas a Rivetex en reclamo a la negativa de las autoridades laborales para reconocer a sus dirigentes sindicales. Mas de mil trabajadoras en su protesta sufrieron la represión de manos de granaderos con ordenes del gobierno panista de Estrada Cajigal, quienes salvajemente cometieron toda clase de abusos y violaciones a los derechos humanos,  golpearon con toletes, patadas y gases lacrimógenos a estas combativas trabajadoras, recordamos que una de ellas que se encontraba embarazada, fue arrollada por un vehículo. Ninguna autoridad fue llamada a rendir cuentas por tan salvaje acción. Enfrentaron campañas de intimidación contra ellas y sus familias para que se desistieran de su movimiento.