martes, 27 de marzo de 2018

Mujeres y la exigencia universal de sus derechos... El Toque Crítico de Martín Esparza

17 marzo 2018 | Martín Esparza Flores | Siempre!
Desde hace 42 años en que la ONU designó el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, no se había registrado un reclamo global de protesta como el expresado hace dos semanas en las principales ciudades del mundo, incluidas algunas de países de Oriente Medio como Irak y Afganistán.

Lo mismo en ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla que en Paris, Francia, o metrópolis norteamericanas como Nueva York, sin descontar capitales de naciones islamitas como Kabul o Mosul, y latinoamericanas, entre ellas, Buenos Aires y la Ciudad de México, por todo Europa, Asia y América, millones de mujeres tomaron las calles para demandar el fin de la desigualdad laboral, la violencia de género, mayores espacios políticos y el reconocimiento a decidir sobre su cuerpo.

Han pasado cuatro décadas en que la ONU reconoció el derecho de las mujeres a la igualdad y más de un siglo desde que el incendio registrado el 25 de marzo de 1911 en la fábrica de camisas Shirtwaist, en Nueva York ocasionó la muerte de 123 mujeres. Las obreras quedaron atrapadas entre las llamas porque los dueños mantuvieron las puertas cerradas.

El brutal crimen marcó un parte aguas en la demanda por mejores condiciones laborales y de seguridad en los centros de trabajo y recordó la lucha iniciada el 8 de marzo de 1857 por otro grupo de valerosas trabajadoras textiles que aun a costa de su vida e integridad física, salieron a las calles neoyorquinas a protestar por las condiciones inhumanas en que laboraban.

En México, además de estos requerimientos es latente la exigencia por esclarecer las desapariciones forzadas y los feminicidios que en los últimos años han mantenido una constante por todo el país, sin que las autoridades implementen mecanismos de seguridad que garanticen la integridad de millones de mujeres al realizar sus actividades cotidianas.

Con cifras en la mano, organismos internacionales como la Agencia de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres en México indican que en nuestro país cada 24 horas son asesinadas 77 mujeres. Datos oficiales constatan el aterrador escenario: en 2012 se registraron 2,769 homicidios; en 2013, 2,613; 2014, 2,359; 2015, 2,324, para alcanzar en 2016 la cifra récord de 2,746 decesos violentos, cerrando el pasado año con 2,585 muertes. En lo que va del actual sexenio se han cometido 15,396 feminicidios.

Los números hablan de los niveles de violencia e inseguridad a que se enfrentan las mujeres mexicanas, donde las desapariciones forzadas son otro de los puntos irresueltos en el territorio nacional. Tan solo en 2017 se contabilizaron 3,174 casos relacionados con niñas y adolescentes de entre 13 y 17 años. Entidades como el Estado de México, Oaxaca y Guerrero van al alza en el tema de los feminicidios; tan solo en este último, se han cometido 24 homicidios contra mujeres en lo que va del año.

Independiente a estas agresiones hay otro clima de violencia laboral que va en aumento, como los casos de discriminación y acoso sexual en los centros de trabajo. Denuncias que no son tomadas en cuenta o minimizadas por las autoridades que aún tienen una deuda de justicia que saldar con las miles de mujeres que salieron a las calles no a conmemorar una fecha sino a abandonar su papel de víctimas para asumirse como agentes de un cambio social que cobra fuerza por todo el planeta.