"He tenido que volver a la antigüita", dice doña Sara en la oscuridad de su cocina
11 febrero 2018 | Leonardo González | Reforma
Monterrey, México .- Desde octubre, doña Sara García Rodríguez, de 59 años, ha tenido que vivir en la penumbra, pues la Comisión Federal de Electricidad cortó la luz en su casa. ¿La causa? Un supuesto adeudo de 86 mil pesos.
La vecina de la Colonia Andrés Caballero, en Escobedo, tiene que usar velas y lámparas de gas para iluminarse.
Vive sola, ya que enviudó hace unos años. Su casa tiene pocos electrodomésticos y carece de aire acondicionado.
Los trabajadores de CFE la acusan de haber alterado el medidor, pero ella lo niega, e incluso demuestra que ha pagado todos los recibos de luz que le han llegado. El más bajo de 46 pesos en enero del año pasado, y el más alto de mil 400 pesos en julio.
"Dicen que supuestamente el medidor está movido", cuenta, "que a lo mejor yo lo quité para moverle a las manecillas.
"Pero yo le digo: 'Si muy apenas ando pidiendo favores a ver quién me cambia un foco, ¿cree que yo le voy a andar moviendo al medidor?'".
A la mujer le dicen que el medidor no funciona.
"Entonces, ¿por qué me estaban llegando los recibos tan altos?", cuestiona, "después me llegaron bien bajos y yo fui a decirles... Pero yo creo que se están burlando de uno".
Pagar los 86 mil pesos es imposible para doña Sara.
"Es mucho dinero, yo vivo con una pensión y no puedo pagarlo", señala. "Uno con sacrificios hace sus cosas, con sacrificios compra lo que uno tiene, y luego para que esta gente venga de buenas a primeras que debo tanto".
Y aunque sus vecinos le han ofrecido ayuda para que ya no viva sin electricidad, ella se niega, pues no quiere causar problemas. Además, comenta, los empleados de la CFE la han tratado con prepotencia.
No sale de su casa por temor a que le roben. Y todavía no encuentra la forma de solucionar el problema.
