
Un trabajador mexicano que gana el salario mínimo y que labora ocho
horas al día debe trabajar 1 hora y 22 minutos para poder comprar 1
litro de gasolina. En España, este tiempo es de 14 minutos y a un
trabajador australiano sólo le lleva 4 minutos. El mexicano puede
comprar 6 litros con lo que recibe por una jornada completa de trabajo,
mientras que el español puede adquirir hasta 32 litros por el mismo
periodo.
México es el único entre los miembros de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) donde el precio de 1 litro de
gasolina supera el monto del salario mínimo por hora. Esto se debe
sobre todo a que los trabajadores en México son los que perciben el
salario mínimo más bajo entre los países de la OCDE que cuentan con esta
regulación. Mientras que el trabajador mexicano promedio recibe un
salario mínimo de 0.6 dólares por hora, un litro de gasolina le cuesta,
al 16 de enero del 2017, 0.82 dólares.
A finales del 2016, el gobierno mexicano anunció el inicio del
proceso de liberación de los precios de la gasolina, cuya primera
consecuencia sería un aumento en el precio de los combustibles a partir
de enero del 2017. En promedio, desde el primer día del año, las
gasolinas aumentaron hasta 20.1%, lo que llevó a estos insumos a
alcanzar un precio de 16.33 pesos para la gasolina Magna y 18.20, en el
caso de la Premium; cuando a lo largo del 2016, estos precios fueron de
13.98 y 14.81 respectivamente.
El secretario de Hacienda, Antonio Meade Kuribreña, manifestó que el
aumento de los precios de las gasolinas en México responde al incremento
de los precios a nivel internacional y que no es una consecuencia de la
puesta en marcha de las reformas energética y hacendaria. Dijo que
mantener artificialmente bajos los precios era inoperante, además de que
ello le costó al país en el 2011 más de 196,000 millones de pesos.
El 9 de enero, como consecuencia de la reacción popular en contra del
alza de los combustibles, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó un
acuerdo con empresarios y sindicatos para evitar un incremento
generalizado en los precios. Ninguna de la medidas anunciadas por el
mandatario vislumbró un aumento efectivo del salario mínimo de los
trabajadores mexicanos, una medida que incidiría directamente en el
poder adquisitivo de los trabajadores, lo que podría reducir el
descontento popular.
En Australia, el país con el salario mínimo más alto entre los
miembros de la OCDE, el precio de 1 litro de gasolina es 20 centavos de
dólar mayor que en el caso de México, pero sólo representa 7% del
ingreso por hora de un trabajador australiano que percibe el salario
mínimo en aquel país. En México, el precio de 1 litro de gasolina
requiere de 137% del ingreso por hora de un trabajador que recibe el
salario mínimo.
“Aunque la producción económica se encuentra en este momento muy por
encima de los niveles del 2007, en la gran mayoría de los países
persisten las brechas en el empleo y los salarios, especialmente entre
los grupos desfavorecidos”, indica la OCDE en su estudio Salarios mínimos después de la crisis.
Para la OCDE, la regulación de los salarios mínimos implica una
intervención en el mercado de trabajo, cuyas consecuencias dependen del
contexto en el que se encuentre cada país.
México arranca el 2017 en un difícil contexto laboral y económico. La
Comisión Nacional de Salarios Mínimos acordó por unanimidad un
incremento de 3.9% al salario mínimo para este año a 80.04 pesos
diarios. Las cifras de salario mínimo de este artículo fueron tomadas
del estudio de la OCDE para el 2015.
Los salarios no siguen a los combustibles