viernes, 17 de marzo de 2017

La partidocracia se olvidó del pueblo... El Toque Crítico de martín Esparza

No es tema que les quite el sueño
11 marzo 2017 | Martín Esparza Flores | Siempre!
Mientras el país atraviesa por uno de los periodos más oscuros de su historia contemporánea y millones de mexicanos luchan por subsistir en el día a día, los partidos políticos dan la espalda a los grandes problemas nacionales para centrar su tiempo, recursos y toda su atención en los procesos electorales a verificarse en junio próximo, en cuatro estados de la república, con miras a la sucesión presidencial del año entrante.
En su agenda de prioridades, las carencias y apremios de los ciudadanos pasaron, desde hace mucho tiempo, a un segundo término; el objetivo principal de sus cúpulas es ir tras el poder en la búsqueda por acrecentar sus privilegios.

A diario los miembros de la partidocracia que ha llevado a la ruina total a la nación se enfrascan en rupturas, escándalos de corrupción y anticipadas precampañas como si con su desmedida ambición de poder se pudieran solucionar la inseguridad, la carencia de empleo, el aniquilamiento de los salarios y del poder adquisitivo de millones de familias, así como los gasolinazos y el alza a la luz y el gas doméstico que han comenzado a disparar la inflación.

Resulta paradójico que mientras el país se cae a pedazos los miembros de la partidocracia insisten en echar mano de su reciclada demagogia para montarse mediáticamente en conflictos como el que enfrentan millones de migrantes mexicano en Estados Unidos, ante el riesgo de deportaciones masivas. Ahora ocurre que todos los precandidatos, sin distinción de siglas, se preocupan por su futuro y hacen giras a Estados Unidos buscando los reflectores más que una solución diplomática al gigantesco problema social que se avecina.

Por años, permitieron que las políticas neoliberales aceptaran dócilmente acuerdos comerciales como el TLC que lejos de beneficiar a sectores productivos como el agro, lo llevaron al peor de los rezagos, expulsando a millones de campesinos al vecino país para no morir de hambre. Ahora se dicen defensores de aquellos a los que no atendieron en su momento. A la partidocracia le gusta compartir millonarias prebendas pero no asumir responsabilidades.

Tal pareciera que algunos de los aspirante a la silla presidencial no van precisamente a la Unión Americana a ayudar a los migrantes sino a hacerse notar ante el magnate Donald Trump, buscando su apoyo y bendición. Lo que le ocurra a las mayorías no es un tema que les quite el sueño. Su fiebre por el poder los obnubila y les impide ver más allá de sus ambiciones personales.

Esta visión obtusa no les permite vislumbrar otras alternativas como atender y fortalecer nuestro mercado interno y diversificar nuestra economía a los países de América Latina. Ante todo está el ganar las próximas elecciones para mantener sus cuotas de privilegios políticos.

Por eso, es momento de que el pueblo impulse un candidato que realmente quiera y defienda a México ante esta ausencia de identidad y compromiso de la partidocracia, que ha dejado de representar los intereses de la sociedad y la defensa de la nación.