martes, 12 de julio de 2016

Como en tiempos de Díaz, oligarcas y políticos no entienden

La Jornada - El Correo Ilustrado
Es más difícil gobernar a los mexicanos que arrear guajolotes a caballo... Con esta frase le respondió Porfirio Díaz al periodista francés que se acercó a pedirle su opinión sobre la revolución que había estallado en México.
Es evidente que el dictador nunca entendió lo que estaba pasando; la oligarquía decimonónica, junto con la aristocracia porfiriana, emprendió políticas antisociales que agudizaron la polarización económica y desató la represión contra diversos sectores de la población, despertando al México bárbaro hacia una escalada de violencia sin precedentes.
Parece que la historia se repite cíclicamente. La oligarquía actual y la clase política que representa Peña Nieto han impulsado políticas sectarias encubiertas, como reformas estructurales, y un pacto por México, al margen de la población. Para poder arrear guajolotes primero hay que bajarse del caballo, entender que medio cuerpo de México se encuentra instalado en la modernidad del siglo XXI mientras la otra mitad corresponde al rezago de décadas de corrupción e impunidad. Ninguna reforma educativa que ignore esta realidad, así como a los principales artífices de la educación, llegará a buen puerto.

J. Gerardo Soto García