domingo, 17 de enero de 2016

Rosario Robles, despilfarradora y sin resultados

Despilfarradora y sin resultados
17 enero 2016 | Mathieu Tourliere | Proceso
Rosario Robles no ha cumplido las encomiendas que ha tenido este sexenio. No frenó el hambre como responsable de la cruzada contra este flagelo y los pobres aumentaron cuando dirigió la Sedesol. En cambio, se convirtió en una extraordinaria impulsora de la industria de la comunicación: como titular de la Sedesol y la Sedatu ha gastado casi 900 millones de pesos en publicidad y propaganda, muchísimo más que lo acostumbrado en anteriores administraciones.
MEXICO, DF (Apro).- Los tres años que Rosario Robles Berlanga lleva en el gabinete de Enrique Peña Nieto han representado un negocio redondo para la industria de la comunicación. Con el afán de promocionar su labor en onerosas campañas de difusión, la funcionaria disparó los presupuestos de propaganda oficial de las secretarías que encabezó: más de 870 millones de pesos del erario desde 2013.

En noviembre pasado, apenas dos meses después de asumir la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Robles difundió una campaña publicitaria que elogiaba la Política Nacional de Vivienda 2015. La dependencia pagó 77 millones 404 mil pesos por ella, de acuerdo con los 28 contratos celebrados entre el 17 de septiembre y el 30 de noviembre de 2015 que Proceso consultó en Compranet, el registro federal de contrataciones.

Esta suma palidece en comparación con los 793 millones de pesos que Robles erogó en publicidad oficial durante sus dos años y medio al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol); sin embargo, representa un gasto 25 veces superior a los 2 millones 879 mil pesos que desembolsó la Sedatu en comunicación social durante 2014.

Es más: ese dinero bastaría a la Sedatu para construir mil casas nuevas o renovar 6 mil 278 mediante el Programa Vivienda Digna, según el precio promedio que pagó la dependencia en cada una de estas operaciones entre septiembre de 2014 y junio de 2015.

Si bien sus antecesores en la Sedatu ya compraban espacios publicitarios en páginas de internet —banners—, Robles dio una nueva dimensión a la propaganda oficial, que difundió a través de spots televisivos, anuncios de radio e inserciones en medios impresos.

FELICES POR SU ‘CASITA’

Uno de los videos de la campaña mostraba familias felices porque la Sedatu construyó viviendas nuevas. Sus integrantes aportaban testimonios conmovedores sobre lo bonita que había quedado su "casita".

"Ahora las casas se construyen con dos habitaciones y cerca de fuentes de empleo, y se otorgan más subsidios a mujeres, jóvenes e indígenas", decía una voz en off mientras se sucedían imágenes de fraccionamientos recién erigidos. Al terminar la grabación aparecían los logotipos de la campaña, de la Sedatu y de "Mover a México".

Imagen Soluciones Integrales, S.A. de C.V., obtuvo el contrato más importante de la campaña: su monto se elevó a 19 millones 695 mil pesos. Esta empresa pertenece a Grupo Imagen Multimedia, la rama de medios del Grupo Empresarial Ángeles que opera el periódico Excélsior —el cual recibió otro contrato, por un millón 857 mil pesos— y su versión televisiva, Excélsior TV, así como una amplia red de radiodifusoras esparcidas en el país.

La Sedatu atribuyó el segundo contrato más oneroso, de 8 millones 635 mil pesos, a Grupo de Radiodifusoras, S.A. de C.V., propiedad de Grupo Fórmula —cuyo director es Rogerio Azcárraga Madero, primo de Emilio Azcárraga Milmo, el fundador de Televisa—. Este monto supera los 8 millones 620 mil pesos que recibió TV Azteca.

Siguieron el periódico El Universal —6 millones 57 mil pesos en dos contratos— y en cuarta posición, Televisa y GRC Comunicaciones (el acrónimo de Grupo Radio Centro), por 4 millones 310 mil pesos cada uno.

Bajo el concepto "Servicio de difusión para la campaña política de vivienda", la Sedatu otorgó 2 millones 586 mil pesos a la empresa Premium Digital Group SAPI de C.V., la cual desarrolla la página en internet y las aplicaciones móviles de Joaquín López Dóriga.

CAMINO HACIA LA SEDATU

En enero de 2013, una semana después de asumir el poder, Peña Nieto sustituyó la Secretaría de la Reforma Agraria por la Sedatu. Encargó a la nueva dependencia fomentar la política en materia rural (mantener el registro agrario y resolver los conflictos ejidales, entre otros), urbana (incluyendo el apoyo a las zonas marginadas) y de vivienda social del país.

A su cabeza, Peña Nieto colocó a un cercano, el priísta yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, en recompensa por su desempeño como vicecoordinador general de la campaña que llevó al ex gobernador del Estado de México a Los Pinos.

El 27 de febrero de 2015, después de dos años al frente de la institución, Ramírez abandonó el cargo para buscar —y posteriormente conseguir— una diputación plurinominal por el PRI, partido del que es actualmente vicecoordinador en San Lázaro.

Peña Nieto aprovechó la salida de Ramírez para poner en su lugar a Jesús Murillo Karam. Habían pasado cuatro meses de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, durante los cuales el actuar de Murillo Karam, entonces procurador, fue severamente criticado, por lo que su permanencia en la PGR resultaba insostenible.

Una semana antes, la Sedatu había recibido la orden de operar el Fondo Minero, cuyos ingresos provienen de los impuestos a las empresas extractivas y se destinan —según sus reglas de operación— a financiar obras de beneficio social.

El 27 de agosto siguiente Peña Nieto remodeló su gabinete. Quitó a José Antonio Meade Kuribreña de la cancillería y lo instaló en la Sedesol. Con ello, desplazó a Robles hacia la Sedatu, dejando a Murillo Karam fuera de la administración priísta.

Robles enfrentaba entonces una lluvia de críticas, desatada por el incremento desatado de la pobreza, revelado por el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) el 23 de julio pasado.

Los datos del Coneval mostraban que 2 millones de mexicanos cayeron en la pobreza durante los primeros dos años de mandato de Peña Nieto, hasta alcanzar 55.3 millones a finales de 2014, y advertía que 80% de los mexicanos se encontraba en pobreza o al borde de caer en ella.

Peor aún: marcaban el fracaso del eje central de la política social de Peña Nieto —erradicar el hambre—, pues el reporte del Coneval planteó que 28 millones de mexicanos no tenían acceso a una alimentación adecuada a finales de 2014, es decir, 600 mil más que en 2012.

ASUME SOLA EL FRACASO

El informe tuvo el efecto de un bombazo, pues el gobierno insistía en el éxito de su política social "de nueva generación". La reprobación se cristalizó en la figura de Robles, quien multiplicó las intervenciones en los medios de comunicación para mitigar los daños.

La servidora pública defendió al gobierno, particularmente la dependencia a su cargo, y, acorralada, terminó por declarar en entrevistas y conferencias de prensa que la Sedesol no era la única institución responsable de la política social del país.

Los demás integrantes del gabinete no expresaron su apoyo a Robles. Con su silencio la dejaron asumir sola el fracaso del gobierno de Peña Nieto en el combate a la pobreza y el rezago social.

A raíz del reacomodo del gabinete, Robles pasó de dirigir la Sedesol, una de las dependencias más importantes de la administración —cuenta con un presupuesto superior a 120 mil millones de pesos—, a la Sedatu, de menor exposición y dotada de un presupuesto seis veces inferior: dispondrá de 25 mil millones de pesos en 2016.

Durante una entrevista realizada por periodistas de Milenio se le preguntó si su remoción de la Sedesol la "sorprendió". Robles dijo que Peña Nieto le "avisó con anticipación" que saldría y le "pidió algo muy importante, que la secretaría que él había creado, la Sedatu, debía impulsar una gran reforma política urbana".

Durante esa conversación, publicada el pasado 22 de diciembre, Robles afirmó que no se afiliaría al PRI, pues lleva "la izquierda en el corazón".

Apenas tres semanas antes, el 4 de diciembre, su hija Mariana Moguel Robles rindió protesta ante Manlio Fabio Beltrones como presidenta del PRI en el Distrito Federal, con 32 años de edad y una militancia en el tricolor de escasos tres años.

Fuentes internas del PRI comentaron a José Gil Olmos, reportero de este semanario, que la llegada de Moguel fue producto de "una concesión presidencial" a cambio de la remoción de su madre. Lo anterior quedó consignado en un reportaje que publicó la agencia de noticias de Proceso (Apro) el pasado 26 de noviembre.

Desde su creación, la Sedatu acostumbraba gastar alrededor de 3 millones de pesos en publicidad oficial cada año. A finales de agosto, cuando Robles sustituyó a Murillo Karam, la dependencia había erogado 2 millones 914 mil pesos en este rubro.

En los dos meses siguientes, Robles disparó el gasto en 2 mil 467%.

Fuente: Proceso